Torture (Larry Stylinson)

Capítulo 43

Harry se encaminaba a su hogar luego de realizar su rutina de ejercicios mañaneros cuando de repente visualizó una silueta bastante conocida para él sentada en los asientos de la cancha con una libreta en su regazo y lapices a colores entre sus manos, era Zayn. Se acercó para entablar una conversación, recordando lo que le había prometido a Liam, que oportuna era la vida. A medida que se acercaba sentía algo de temor, el morocho fue su amigo, pero por razones obvias todo había cambiado, lo veía muy solitario.

— Hola —murmuró alzando levemente su mano en forma de saludo.

Zayn se impresionó bastante. No esperaba ver a nadie por allí a esas horas, mucho a Harry. Estaba concentrado en los toques finales del diseño para la boda de su amigo. Miró al chico y le sonrió levemente.

— ¿Puedo sentarme? —preguntó el ojiverde señalando su lado.

— Claro —contestó sonriente.

Harry hizo lo pedido y se dedicó a observar atentamente el dibujo. Era un diseño demasiado hermoso y exclusivo, rosas envueltas en ramos de espinas y enjambres gigantes de hierbas. Observaba como el moreno fruncía el ceño, como sacaba la arista de su lengua entre sus labios, su ser completamente concentrado.

— Está muy bonito.

— Gracias.

— ¿Para qué es?

— La boda de un amigo de Bradfort.

— Si algún día me llegara a casar... ¿harías el diseño de mi boda?

Zayn lo miro confundido.

— Es que me gusta mucho.

— Si Harry, cuenta con eso.

Harry sonrió de lado mientras continuaba viendo el esquema.

— Oye Styles, quisiera pedirte disculpas, por, pues ya sabes —dijo en un bajo y vergonzoso tono. De verdad necesitaba disculparse. 

Harry agachó su cabeza y sonrió con sus labios juntados. Las emociones eran un torbellino en aquel momento, pero Zayn fue uno de sus primeros amigos al entrar a la universidad, no podía negarse a esa disculpa, no se consideraba una persona grosera, así que mejor es dejar la palabrería. 

— ¿Puedes soltar eso un momento? 

— ¿Qué? ¿Porqué? —su expresión era una de pánico. 

— Rápido.

— No me lo rompas por favor, te juro que pase trabajo.

— Tonto, no.

Ambos se sonrieron contenidos. Zayn hizo lo ordenado y lo miró confundido. Harry extendió sus brazos y lo abrazó fuertemente. El moreno se cohibió. ¿Qué pasó? ¿Porqué lo abrazaba? Segundos luego le respondió el cariño. Se separaron, Harry se acomodó y el otro imitó su acción.

— ¿Cómo haz estado, Malik?

— Todo bien —mintió. Su conciencia lo estaba haciendo mierda en ese momento, su vida era un caos, en su casa los problemas no eran de faltar, sus notas habían bajado drásticamente. — ¿Y tú?

Una línea se dibujó en los labios del ruloso, — Pues, ya sabes, lidiando con todo —ofreció una sonrisa desganada a su acompañante.

— Lo sé.

— ¿Y los amores? —preguntó el ojiverde entusiasmado y con intención de desviar el rumbo de la conversación que se estaba tornando algo incómoda.

Zayn soltó una carcajada y dirigió la mirada a su cuaderno. — ¿Eso con qué se come? —respondió en tono burlón.

Harry puso una mano sobre su hombro, movimiento involuntario.  — ¿No estás enamorado?