La despedida

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Narra Zayn:

Paul ya había conseguido los pasaportes falsos. Una nueva identidad, una nueva vida. Ahora mi nombre es Ryan y supuestamente tengo ya veinte años. Nos íbamos a los Ángeles. Paul tenía allí amigos que nos darían una casa hasta que tengamos más dinero y me había conseguido un trabajo como camarero en un restaurante.

No me podía quejar, me lo había dejado todo en bandeja. Vi como mi hermana se acercaba lenta a mí, algo triste.

-¿Qué te pasa princesa?- ella me abrazó y yo la cogí en brazos

-¿Por qué mamá esta llorando? ¿No se quiere ir de vacaciones?- intente controlar mis lágrimas

-Es porque no le gustó el nombre que le tocó- ella me miro pensativa

-¿Por que me tengo que llamar Suri? A mi me gusta Javaad- le quite los pelos de la cara y le di un beso en la frente.

-Porque es un juego- entonces se le iluminaron los ojos- Vamos a cambiarnos de identidad y podrás cambiar todo tu pasado, inventartelo y ser alguien diferente.- esta soltó una risita

-¿Podré haber tenido una casa grande y muchas muñecas?- asentí- ¿Y vestidos?- volví a asentir- ¿¡Y una cama sola para mi!?- asentí riendo, esto es por que comparte cama con mi madre, desde que era muy pequeña. -¿Y un padre?- Suspire, siempre me pregunta que se sentía llamar papá a alguien o estar con uno. Creo que le ha afectado demasiado criarse sin padre.

-Tu ya tuviste un padre- la baje al suelo

-Pero no lo recuerdo ¿era bueno?
-Mucho, siempre nos cuidaba y nunca nos faltaba de nada.

-¿Y te llevaba al zoo?- reí acariciando su mejilla

-Una vez me llevó y me acuerdo que iban a sacrificar a un monito, no recuerdo muy bien porqué y él lo adoptó. Le pusimos Monky y era muy divertido. Murió a los tres años de adoptarle.- ella rió- Bueno Suri hora de ir a la cama.- está se fue corriendo tras haberme gritado

-¡Tú llámame Javaad!

Camine hasta una pequeña sala y allí estaba mi madre, tumbada en un sofá con una manta por encima. Tenía los ojos rojos e hinchados.

-Aún sabiendo que estaba embarazada y que tu sólo eras un niño nos puso en riesgo. También escapabamos de Akim y él murió. Sólo te pedí que no fueras como él y ahora resulta que sois como dos gotas de agua.- dijo mi madre recordando la noche en la que mataron a mi padre. No sabía que decir.

-No voy a dejar que os hagan daños- mi madre rió, una risa llena de amargura.

-Fueron sus mismas palabras

-Mamá, estamos vivos. Él murió por nosotros. Esta muerto ¡basta de echarle la culpa de todo!

-¿¡La culpa es mía acaso!? Él fue quien se metió en esto y nosotros tuvimos que pagar por ello, tú te has metido en esto pero tú hermana es la que deja atrás su vida.- eso fue como un jarron de agua fría. No me podía decir esto, no ella. Lo he pensado muchas veces pero ahora que alguien me lo dice es distinto, es real.

-Deja una mierda de vida para entrar en una buena. Trabajaré todo el día si hace falta, para que no le falte de nada. No me hagas esto madre, no con ella.- mi madre me miro y después lloro en mi hombro.

-Le echo de menos, le echo de menos- me susurró en el oído y después la abrace muy fuerte.

Salí de allí, esto me estaba matando y todavía no había venido lo peor. Me tenía que despedir de Niall.

Cogí el coche y llegue hasta su casa, me colé por la ventana como era costumbre y allí estaba él tumbado con sus auriculares.

-Por fin apareces- estaba molesto, había ignorado sus mensajes y llamadas, era normal.

Sólo Sexo? ZiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora