A L I C I A
Me encontraba en matemática, bueno, mi cuerpo se encontraba allí pero mi mente estaba totalmente perdida, veía a la profesora mover sus labios, de vez en cuando me volteaba a ver y yo asentía haciéndole entender que estaba prestando atención, pero la realidad era que no.
Cuando volví a la realidad y presté atención a lo que estaba escrito en la pizarra me di cuenta que estábamos haciendo un repaso de unos temas ya vistos, la verdad, la matemática nunca se me hizo difícil de entender.
-Señorita Johnson, a la pizarra-asentí y pase al frente, sentía la mirada de todos y eso provocaba más nerviosismo.
Titubeante, resolví el ejercicio que la profesora me indicó, al terminar me alejé lentamente del pizarrón queriendo volver a mi asiento.
-Espere, señorita- me llama la profesora -El ejercicio está mal aquí y ...aquí- me señala los errores, eran bastante grandes ya que debido a esos, todo el ejercicio estaba mal.
-El procedimiento es el correcto pero los resultados son cualquier cosa- me exclama indignada, suspira y sigue hablando -Te voy a poner un 7 solo porque el procedimiento está bien, volve a tu asiento- asentí tragándome las lágrimas.
Cuando Alexander se entere...dios no quiero ni pensar en lo que me va a hacer, ya de solo pensar en que tengo que volver a la casa con él, me hace estremecer.
(...)
La campana había sonado, indicando que podíamos salir al recreo. Levanto mis cosas con mucha pereza y me encamino a mi casillero a dejar mis libros.
Cuando los dejé, me dirijo a los baños soltando leves suspiros y tarareando una canción cualquiera.
No llegue a entrar al baño cuando alguien me agarra del brazo.
-¿Que pasa, Alexander?- pregunto cansada, ya era bastante repetitivo el hecho de que siempre me agarra del brazo para hablarme y/o gritarme.
El me miraba fijamente y yo solo esperaba que hablara. Presté mayor atención a su cara y me di cuenta que la vena de su frente parecía que iba a explotar.
Siendo sincera, tengo bastante miedo.
-¿Vas a hablar l planeas arrancarme el brazo?- gimoteo cuando aprieta más fuerte -Dios, Alexander, calmate- él afloja un poco su fuerza y me arrastra hasta el salón de Biología, era más que obvio que estaba vacío ya que todos los alumnos estaban en el recreo.
Como la maldita torpe que soy, me tropiezo con mis propios pies y caigo sobre una mesa, golpeándome levemente en mi estomago pero rápidamente me reincorporo.
Alexander puso seguro en la puerta y se acercó a mí.
-Ahora que estamos solos...- se calla cuando escuchamos que se mueve una silla.
Ambos miramos al lugar de donde vino el sonido y vemos a una chica que miraba la escena horrorizada y con miedo.
ESTÁS LEYENDO
Mafioso Posesivo
Teen FictionEl representaba solo una cosa: miedo. Generaba miedo a quien lo mirase y pobre del que lo hiciera. Sabia que tenia que alejarme, pero no podia. No por quererlo, él me encontraría si lo hacía. Y el castigo que me esperaba no seria muy placentero. So...