A L I C I A
Mi cabeza duele, al igual que mis brazos y muñeca, también tengo unas inmensas ganas de vomitar. Tengo los ojos tapados y eso me desorienta aún peor, no entiendo en donde estoy, tampoco recuerdo qué fue lo que pasó, solo sé que Alexander me encontró y Thomas...¡Thomas!¿Qué habrá pasado con él?¿Alexander sabrá sobre él?¡Diablos, es obvio que sabe, tiene cientos de investigadores a su disposición y pueden averiguar lo que sea sobre quien sea!
No pude seguir pensando ya que escucho como alguien baja las escaleras, cada pisada hace que el estómago se me revuelva y que los pelos se me pongan de punta. Siento como alguien se posiciona en frente mío y yo siento que me voy a desmayar cuando la venda es arrancada de mis ojos, es en ese momento cuando el corazon me late con más rapidez, la respiración se me detiene al tener a Alexander en frente de mi...volví al principio.
-Yo ya no puedo entender tu aspiración a irte de mi lado, amor, si ambos sabemos que siempre voy a encontrarte y a traerte conmigo otra vez, y eso es porque estamos destinados a estar juntos- me dice y se arrodilló para quedar a mi altura, me sostuvo la cabeza mientras que con su pulgar y su otra mano acariciaba mis mejillas, yo ya sabía lo que seguía.
Y entonces se escucha el fuerte golpe que causa su mano contra mi mejilla, no llegue a recomponerme cuando me da otro golpe en el mismo lugar, repite lo mismo del otro lado, me da un puñetazo en mi boca y me agarra de la nuca, sentía como me faltaba el aire.
-Debes admitir que fue uno de los castigos más suaves que te he dado, y uno de los más leves que tendrás, amorcito- dice dándome un fuerte beso haciendo que chille por mi labio lastimado- Ahora, putita, ¿cuántas veces lo hicieron?- me seguía sosteniendo por la nuca.
-¿Hicimos qué?- ¡plaf! una nueva bofetada cae en mi mejilla.
-No me quieras tomar de imbécil, conozco muy bien a las putas como vos, asi que te repito: ¿cuantas veces lo hicieron?- no estaba entendiendo pero no quería hacerlo enojar así que me quede callada- Con que así viene la cosa... muy bien, mejor para mí, voy a poder terminar con tu amante antes de tiempo- saca su telefono, escribe algo y a los minutos aparecen dos de sus gorilas sosteniendo el cuerpo de Thomas.
-¿Qu..qué hiciste?- le pregunté anonadada mirando a Thomas.
-Yo nada, pero mis hombres tal vez lo hayan sedado algo, lo suficiente para que no moleste por unas largas horas, el efecto pasará en unos instantes mientras tanto podemos hablar de cómo has estado todo este tiempo alejada de mí- se sienta en un banco en frente de mí.
-La verdad jamás he estado mejor, ya olvidaba lo que era sentirse feliz y querida por alguien no tóxico- ojalá pudiera decir eso, pero seguramente terminaría sin lengua.
-He estado bi...bien ¿y tu?- diablos, ¿realmente estaba tratando de entablar una conversación con este demonio?
Ríe ante mi pregunta -Para la mierda, mi novia me abandonó y tuve que mover a medio mundo para encontrarla y por si no era suficiente, unos hijos de puta han robado mi mercadería- desvío mi mirada cuando escucho un quejido por parte de Thomas... por favor, no despiertes.
-Ya está empezando a reaccionar nuestro doctorcito, ¿qué se siente saber que en unos momentos tu amante morirá, perra?- yo lloraba, era lo único que podía hacer, eso y lamentarme por ser tan estúpida de no mudarme en un principio cuando lo conocí. -Oh, vamos, deberías dejar el drama, era obvio que esto iba a pasar, tarde o temprano te tendría denuevo y te había advertido que a quien te tocara o siquiera mirara, estaría condenado- sollocé aún peor- Esto es lo que provocas, que idiotas como él mueran, esto pudiste evitarlo quedándote conmigo, amor- se estaba acercando a mí nuevamente cuando Thomas susurró mi nombre.
Alexander se acercó a su cuerpo y con su mano agarrando su cabello, hizo que levantara la cabeza, mirando hacia donde yo estaba, en ese momento pude contemplar su cara toda magullada, con golpes, sangre e hinchazón. Entre quejidos Thomas pedía clemencia (la cual, por más cruel que suene, Alexander no tendría)
-Ahora lloras como una niña, pero seguro disfrutaste cada segundo que pasaste con esta puta, ahora te arrepientes- dicho eso, Alexander le suelta la cabeza de manera violenta, provocando que la cabeza de Thomas se estrelle contra el suelo, Alexander lo levanta nuevamente pero antes de que lo golpee, yo hablo.
-¡Por favor, Alex, dejalo, en ningún momento me tocó ni yo a él!- grité lo más que pude, quise desquitarme, de cierta manera- Yo...jamás he estado con ningún otro hombre, solo contigo, no quería estar con nadie que no fueras tu- maldición, cada palabra que salía de mi boca me sacaba el aire, pero debía ablandar a Alexander y de esa manera, tal vez, solo tal vez, no asesine a Thomas. Pensaran que soy una perra pesimista, pero les informo, Alexander no tiene lástima ni piedad por nadie.
Él me quedó mirando, soltó a Thomas y se acercó a mí.
-¿Y entonces por qué decidiste irte de mi lado? ¡Deja de decir esas estupideces que ya no tienen valor, son tan sucias y falsas como tú- sin más se voltea a la vez que saca una pistola de su cadera, en ese momento se me fue todo el aire, completamente.
-Alex, amor, por favor, no hagas esto, yo no huiré jamás pero por favor, deja que se vaya, él no tiene nada que ver conmigo- me interrumpe.
-¡Entonces explicame por qué diablos te encontramos en su casa, pequeña perra!¡ERES UNA ARRASTRADA, TRATÉ DE LLAMARTE LA ATENCIÓN DE BUENA MANERA, DE GANARME TU AMOR COMO SE DEBE, PERO PREFERÍAS IGNORARME Y HUIR!- comienza a reír de manera macabra-¡Y aparece este IMBÉCIL y te vas corriendo a su pene, ¿sabes que, amor mio? Ya me vale un carajo tu amor, si quieres amarme o no, ahora te voy a tener a mi lado y jamás vas a poder irte, lastimar a las personas las vuelve mucho más precavidas- no entendía a que quería llegar con ese estúpido discurso.
-Lo mejor de todo esto, es que no vamos a tener a nadie que se meta entre nosotros- se gira al cuerpo de Thomas (quien estaba soltando unos leves quejidos) y entonces dispara. Sin pensarlo dos veces, sin pestañear o siquiera temblar. Había asesinado a Thomas. Su sangre me salpicó, mis lágrimas se mezclaron con esta y mi llanto quedó en el aire.
-Ahora ves como no se juega conmigo, bebé; así como me decise de Theo, ahora me deshago de este doctorcito- mira su mano, la cual sostenía el arma, con cierto orgullo, nose porque sentiría orgullo de matar a alguien, o tal vez el orgullo que le causaba saber que me tendría a su lado
-Ahora, mi vida, te quedarás aquí por un tiempo indeterminado, hasta que el asqueroso cuerpo del doctor se empiece a pudrir, tal vez en ese momento salgas de aquí para que te bañes, ni pienses que te traeré algo de comer, tendrás que aguantar con agua, solo hasta que decida qué otro castigo darte- se dirige a la puerta pero antes de salir voltea y me dice- Disfruta esta noche con tu amado, pequeña zorra- y se va, dejándome con el cadáver de Thomas, una culpa terrible y un miedo inexplicable.
Y entonces lloré, grité, no me importaba si venía y me golpeaba o me mandaba a callar, quería llorar, morirme, desaparecer y dejar que ese infeliz que dice amarme, muera de tristeza por no poder tenerme a su lado.
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Mafioso Posesivo
Novela JuvenilEl representaba solo una cosa: miedo. Generaba miedo a quien lo mirase y pobre del que lo hiciera. Sabia que tenia que alejarme, pero no podia. No por quererlo, él me encontraría si lo hacía. Y el castigo que me esperaba no seria muy placentero. So...