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Maraton 1-2

A L I C I A

Alexander iba siguiendo el auto de West, él no se dirige a su casa, estaba tomando un rumbo diferente, mi vista iba puesta en el camino, me di cuenta que a medida que avanzabamos había menor cantidad de autos. En un momento solo se encontraba el auto de West y el de Alexander, el dia no era muy favorecedor para la situación ya que parecía que iba a llover.

Al avanzar por el camino, los árboles iban desapareciendo dejando ver un descampado.

-Alexander- llamé su atención.

-¿Que?- no despegó la vista de la carretera.

-¿A dónde vamos?- pregunté volviendo mi vista a la ventana.

-No interesa, mantente esa boca cerrada- solté un bufido y moví mi pierna cuando Alexander por fin la soltó. -Aunque, la podrías usar para otra cosa- lo mire sin comprender, él tenía una sonrisa plasmada en su rostro y en ningún momento separó su vista del camino.

-No te entiendo...- me removí en mi asiento.

-Puedes hacer maravillas con esa hermosa boca- ríe y con su mano libre toca su bulto.

Oh mierda, no.

-Esperemos a llegar-le regale un intento de sonrisa seductora pero de nada sirvió.

-Yo quiero tu boca sobre mi pene ahora- ya estaba enojado, otra vez.

Puse los ojos en blanco por su insistencia.

-No podemos, estas manejando- una excusa bastante convincente se me ocurrió.

-Si digo que quiero que me la chupes ahora, es ¡Ahora!- me sobresalte pero no me moví, hasta que sentí un jalón de pelo.

-Lo vas a hacer, ahora- tira de mi cabello hacia su entrepierna, traté de poner mi cuello rígido pero lo único que logré es que Alexander tirara mas fuerte.

-No te resistas, va a ser peor para vos- me mira burlón y sigue manejando sin soltar mi pelos in más, acerqué mi cara a su entrepierna, con lentitud saqué su cinturón y desabroche su pantalón y lo bajé con ayuda de Alexander. Bajo sus pantalones y me encuentro con una gran erección siendo tapada por unos Calvin Klein blancos, tragué saliva antes de bajar sus boxers, no lo pensé y metí su "cosa" en mi boca, primero metí la punta lamiendola; lo único que escuchaba eran los gemidos y jadeos de Alexander, esto era asqueroso. -Chu...chupa.. AH, si bebe, asiii- jadea empujando mi cabeza, metiendo más de su pene en mi boca; yo trataba de no ahogarme pero me salian varias arcadas. En un momento me llegó la imagen de Theo siendo asesinado y/o torturado por Alexander, de la rabia dejé de chupar y lo muerdo con fuerza, provocando que Alexander pierda el control del auto, haciendo que se estrelle contra un poste de luz.

Por suerte no pasó nada grave ya que los dos aterrizamos en las bolsas de aire en frente nuestro; Alexander estaba medio inconsciente, así que aproveché y con rapidez, saque el cinturón de seguridad, abrí la puerta y corrí sin mirar atrás. Esta era mi oportunidad, no pensé en nada, solo correr con desesperación.

(...)

Ya estaba anocheciendo, y estaba segura que había perdido a Alexander y me sentía aliviada. A varios metros visualicé una estación de policía.

Gracias Señor, muchas gracias.- pensé y corrí hasta allí.

Entré a la pequeña estación y un policía se me acercó preocupado.

-¡Por favor, estoy secuestrada, llevo horas corriendo para escaparme de mi secuestrador, por favor ayudeme!- juro que casi me desmayo pero estaba desesperada.

-Calmese, la vamos a ayudar, no se preocupe, ahora un oficial le tomará una pequeña declaración de lo sucedido- asentí frenética y por primera vez, después de todo lo ocurrido, me sentía aliviada.

-Muy bien señorita, pase- el oficial me hace pasar a un cuarto y en él, había un policía, el cual me empezó a preguntar mi dirección y cosas asi.

(...)

Me encontraba en la patrulla, los oficiales me estaban llevando a mi casa, al fin iba a estar con mi mama nuevamente, me sentía ansiosa y nerviosa. Miraba el camino mientras veía el camino que estábamos tomando y me di cuenta que ese no era el camino para mi casa.

-Em, seño, se confundió de camino- llamé la atención del oficial que manejaba pero me ignoró.

Paramos en un descampado en donde había dos autos mas que yo ya conocía. Nuevamente esa sensación de terror y desesperación apareció, esas sensaciones aumentaron cuando vi quienes bajaron de los autos.

Me declaro muerta- pense llorando.

Mafioso PosesivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora