"RENACER" by: DaniCaro10

CAPÍTULO 36 ♡

PARTE 2/2

OK ESTE ES EL CAPÍTULO QUE TANTO HABÍAN SOÑADO.......

POR FIN! QUE EMOCION! (:

LO SUBI HASTA HOY DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD, EN CONMEMORACIÓN DE ESTA FECHA! OJALA LES AGRADE....

PD. NO OLVIDEN VOTAR Y COMENTAR!

¡GRACIAS!

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Él dejó mis labios y comenzó a bajar con sus besos, luego mordió el lóbulo de mi oreja, causando que mi cuerpo temblara de algo que no podía definir. Bajo por mi cuello y deshizo el nudo del albornoz negro, dejando expuesto mi cuerpo que estaba cubierto por el pijama del mismo color. Sus ojos grises brillaron y mi necesidad por él aumentó.

Jaló de mi pijama para besar mi hombro expuesto y solté un siseo cuando lo mordisqueó, estremeciéndome. El deseo que sentía por él era cada vez más grande, necesitaba tocarlo y sentirlo, él era tan atractivo. Bajé mis manos para acariciar su perfecto torso cubierto por algunos vellos y pequeñas cicatrices, me pregunté si habría tenido varicela o sarampión, pero mis pensamientos se esfumaron cuando ahuecó uno de mis senos en su mano.

Entonces, se deshizo del albornoz y volvió a tomar mis labios en un beso posesivo, mientras sus manos bajaban hasta mis muslos para acariciarlos. Tomó el pijama y lo subió hasta tener mis pechos descubiertos, soltó mis labios y sonrió, tomando uno de ellos con su boca. Gemí ante la sensación, podía sentir el poder de mi excitación en mi vientre, mientras me humedecía cada vez más con sus caricias.

Los pensamientos y preocupaciones se alejaron de mí, solo tenía cabeza para Christian, Christian y Christian. Era lo único que pensaba y lo único que necesitaba, él y las miles de sensaciones que me provocaba. Él terminó de deshacerse de mi pijama mientras atendía mi otro seno, endureciendo mis pezones con cada caricia.

-¡¡Ahh!! -gimoteé cuando frotó la parte más sensible de mi intimidad con su dedo pulgar, mordisqueó mi labio y mi lengua recibió a la suya cuando me besó. Estaba medio desnuda debajo de un hombre y no me importaba en lo absoluto; estaba deseosa, mi cuerpo estaba caliente y mi corazón golpeaba mis costillas con fuerza, lo único que quería era seguir con eso hasta el final.

Volví a lloriquear cuando frotó su erección contra mi sensible intimidad, acaricié su espalda y lo sentí estremecerse, yo le afectaba tanto como él a mí, me deseaba y eso hacía que una parte de mí se sintiera poderosa, sexy y atrevida, algo que nunca había sentido.

-Te deseo, Ana... no sabes cuánto he querido hacer esto contigo -dijo mientras se deshacía de la última prenda que me cubría-. Eres hermosa, no... eres preciosa. Me he sentido como un maldito pervertido por estar imaginándote así todo el tiempo, pero luego me decía que eras mi esposa y no había nada de malo con desearte de esta forma.

-Yo también te deseo, Christian.

Él se deshizo de sus prendas y unos segundos después ambos estábamos completamente desnudos, me separó las piernas sutilmente y yo me tensé ante lo que venía. Nunca había estado con un hombre. -Tranquila, Ana... todo va a estar bien.

Sus dedos volvieron a acariciar mi zona íntima y yo me removí buscando más contacto, tenía miedo porque lo deseaba con una intensidad alarmante. Él dejó de frotar mi intimidad, se acomodó entre mis piernas y de un solo movimiento entró en mí.

Jadeé y gemí ante la sensación de tenerlo dentro de mí, mordí mi labio para evitar gritar y me aferré a él, calvando mis uñas en su espalda como si de eso dependiera mi vida.