CAPÍTULO 45 ♡

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Apreté el teléfono contra mí oído con más fuerza de la que debía, mientras luchaba con las lágrimas que se amontonaban por escapar. Tenía que calmarme cuanto antes; intenté hablar un par de veces, pero me fue inútil, el nudo que se había formado en mi garganta me impedía emitir cualquier sonido.

-¿Bueno?

Ella volvió a preguntar, aunque con un notorio tinte de satisfacción en su voz; obviamente sabía que era yo quien estaba del otro lado del teléfono y estaba disfrutando del momento. ¡Demonios! Casi podía verla frente a mí con esa hipócrita sonrisa llena dicha y emoción. Obviamente, no iba a quedarme toda la vida esperando a que Christian se diera cuenta de que ella, misteriosamente, había tomado su teléfono y se dignara a quitárselo, así que corté de golpe.

Las ganas de arrojar el aparato contra la pared casi me vencieron, gracias a Dios logré resistirme. Respiré hondo varias veces tratando de calmarme, pero me era cada segundo más imposible. Finalmente, las lágrimas ganaron la batalla y comenzaron a resbalar por mis mejillas a su libre antojo. Mi corazón estaba latiendo tan rápidamente que podía escucharlo retumbar en mis costillas, me dolía el pecho y, cada vez que las imágenes de Christian y Leila invadían mi mente, me faltaba el aire. ¿Qué estaban haciendo ellos dos juntos? ¿Era por algún asunto del trabajo? ¿Estaban en la oficina o habían ido a otro lugar? ¡Maldición! ¿Estaban en un hotel? ¿Por qué fue ella la que contestó su teléfono? ¿Por qué él no se había dado cuenta? ¡Dios mío! iba a volverme loca si seguía pensando en eso, debía detenerme.

Los sollozos no se hicieron esperar y pronto me describí bramando desconsoladamente. Había llorado innumerables veces cuando era pequeña, sobre todo por las noches: por mi madre, por mi padrey por lo injusta que era mi vida. Sin embargo, el dolor que sentía en ese momento era terriblemente diferente y abrumador, aunque no menos doloroso.

¡Qué ilusa había sido al creer que recién me estaba enamorando de Christian Grey, cuando estaba completamente enamorada de él desde hacía mucho tiempo! Por eso dolía de esa manera, esa era la única explicación razonable a esa sensación que me martillaba el pecho. Había caído totalmente rendida a sus pies desde el primer momento en que lo había conocido, ¡si es que realmente lo conocía!

¿Por qué diablos quería que intentáramos tener un matrimonio, en primer lugar? ¿Por qué nos llevábamos bien en la cama? ¡Esa no era razón suficiente, por dios! No conocía nada de él y, aunque él sabía sobre mí pasado,tampoco se había molestado en saber más sobre mí. Él era totalmente indiferente a mis preferencias, a mis gustos y a todos los interminables sentimientos que pasaban por mi mente.

¿Acaso me quería para poder tener una amante? Claro, si no estaba casado entonces no tenía gracia. Negué con la cabeza ante el giro tan inesperado que estaban tomando mis heridos pensamientos. La situación era simple: Leila había contestado su teléfono, pero eso no quería decir que estaban en una situación comprometedora. Tal vez, durante una reunión en la que Christian estaba ocupado, ella había tomado el teléfono para ayudar. Lo más seguro era que Christian se disculparía con la verdad apenas llegara al departamento.

Me lavé la cara e intenté esparcir el optimismo por todo mi cuerpo.

Una vez que sentí más recuperada, puse mi teléfono en vibrador y lo metí en mi bolsillo. En la mesa aún me esperaban Kate, Lucas y Marina. Una vez entre a ellos esbocé una cálida sonrisa con todas mis fuerzas e intenté seguir la conversación con monosílabos atolondrados. Me era muy difícil seguirles el ritmo.

Mi corazón comenzó a palpitar como loco cuando sentí el condenado celular vibrar en mi bolsillo. No estaba preparada para hablar con Christian en ese momento, no cuando las imágenes creadas por mi imaginación seguían tan presentes. No quería comenzar a pelear delante de mis nuevos amigos, eso sería realmente patético.

"RENACER" by: DaniCaro10Donde viven las historias. Descúbrelo ahora