—Cierta compañera de casa me ayudó— Dijo contestando mi pregunta a medias y deslizándome el anillo de compromiso en el dedo anular de mi mano derecha, me miró a los ojos mientras sostenía el anillo de bodas— Anastasia Rose Steele... Desde este momento me entrego a ti por completo, tomándote como mi Compañera de vida, mi amante y mi mejor amiga. Prometo compartir los buenos momentos, las risas, los gozos, apoyarte en tus sueños y metas. En las malas prometo estar allí, a tu lado cuando el camino se haga difícil, levantarte cuando caigas y confortarte cuando llores. Velar por tu bienestar en la salud y en la enfermedad, Protegerte siempre. Porque aún estando en tu propia oscuridad llegaste para iluminar mi vida, ahora yo iluminaré la tuya, desde este momento, todo lo que soy y todo lo que tengo te pertenece a ti. Te amaré mucho más allá de la muerte.
Deslizó el anillo en el mismo dedo que había puesto el primero, mis lágrimas corrieron por mis mejillas libremente mientras el corazón me palpitaba lleno de felicidad, eran las palabras más hermosas que había escuchado en mi vida. Tomé su mano y le quité el anillo.
—Yo también quiero emendar mis votos matrimoniales —él me miró expectante, yo jugué un momento con el anillo en mi mano y luego lo miré, sus ojos grises estaban brillando— Christian Trevelyan Grey... desde hoy me entrego fielmente a ti, tomándote como mi compañero de vida, mi amante y mi mejor amigo. Prometo apoyarte en tus aspiraciones, en tus sueños y en tus metas. Disfrutar contigo en la salud y cuidarte en la enfermedad. Sostenerte cuando no puedas más y ayudarte a recuperar las fuerzas. Ser tu consuelo en los momentos de desesperación y Permanecer a tu lado siempre, Porque tú fuiste quien le dio esperanza a mi vida. Te amaré mucho más allá de la muerte.
Terminé de deslizar el anillo en su dedo casi al tiempo que él tomada mi rostro en sus manos y atrapaba mis labios en un beso, hundí mis dedos en su cabello respondiendo con la misma intensidad mientras mi cuerpo comenzaba a despertar, temblando ansioso.
—¿Quieres tomar un baño?— Me preguntó cuando dejó de besarme, asentí incapaz de confiar en mi propia voz.
Lo seguí hasta el baño donde un gran jacuzzi redondo y de lujo nos esperaba. En la orilla había una botella de Champagne con dos copas de vidrio y una bandeja llena de bombones. Me quedé un momento pérdida pensando en ese nuevo Christian, en el cambio que había tomado para hacerme saber cuánto me amaba y en lo inmensamente feliz que era ¿esta era la recompensa por tanto sufrimiento? esperaba que si, para ambos, porque aunque no estaba al tanto de su pasado sabia que el también había sufrido.
Mis pensamientos se desvanecieron cuando lo sentí apartarme el cabello, comenzó a repartir besos comenzando detrás de mi ojera bajando por mi cuello, incliné la cabeza para darle el acceso que necesitaba mientras el bajaba el cierre de mi vestido. Mi cuerpo se calentó de inmediato y mis hormonas comenzaron a bailar la conga. Extrañaba sus caricias, mi cuerpo las anhelaba.
El vestido cayó al piso y lo pateé a un lado para que no estorbara. Era hermoso pero en ese momento no me importaba nada más que no fueran las sensaciones, Christian me llevó hasta la orilla del Jacuzzi sentándome allí, se agachó y tomó uno de mis pies.
—Eres una Diosa, Anastasia... voy a adorarte como lo mereces.
Besó mi tobillo mientras quitaba mi zapato de tacón. El hormiguero recorrió mi cuerpo hasta llegar a mi zona más intima que comenzaba a palpitar. Fue subiendo con besos por toda mi pierna hasta llegar a mis muslos, contuve el aliento a sentirlo acercarse a mi parte más intima pero él se alejó tomando mi otro pie para quitarme el zapato y comenzar con sus besos de nuevo subiendo hasta llegar a mi muslo, solté un gemido cuando pasó su nariz por mi palpitante intimidad.
—Hueles tan bien, Ana... quiero probar a mi mujer.
Tragué respirando fuertemente, tomó las esquinas de mi ropa interior y la deslizó por mis piernas para librarme de ella. Se quedó quieto por un momento mirándome fijamente. Sus ojos grises ardían y calentaban mi cuerpo al mismo tiempo, no sabía que esperaba pero yo lo necesitaba. Respiré hondo y dejando a un lado la vergüenza abrí mis piernas, ofreciéndome a él en cuerpo y alma. Sus ojos bajaron hasta mi intimidad, tomó un respiro y se arrodilló ante mí; contuve el aliento y cerré los ojos no podía verlo hacer eso.
Abrí mis ojos soltando un gemido al sentir el primer contacto de su lengua. Las sensaciones nuevas eran increíbles, deslizó su lengua por toda mi intimidad de arrida a bajo, condenadamente despacio. Deslicé mi mano por su cabello hundiendo mis dedos para halarlo un poco, él gimió contra mi entrepierna en respuesta pero no detuvo su exploración. Me tomó con su boca y sin poder evitarlo me encontré imitando el movimiento de su lengua con mis caderas. Él mordía, chupaba y saboreaba mi parte más intima llevándome al éxtasis, sin poder soportar más me dejé arrastrar por las sensaciones alcanzando el clímax.
—Te necesito... Ana
Respiré tratando de tranquilizar los temblores de mi cuerpo que aún disfrutaba del grandioso letargo del orgasmo. Christian se deshizo de su pijama y se acercó a mí tomando mis piernas por las rodillas y entrelazándolas en su cintura penetrándome de una sola embestida. Me abracé a su cuerpo imitando sus movimientos, encontrándonos en cada asalto, jadeé al sentirlo tocar justo el punto que me llenaba de placer. Gemí cada vez mas fuerte sintiéndome llegar al cielo, mi cuerpo explotó en el más glorioso Auge al mismo tiempo que él me llenaba con su esencia.
Besó mi hombro y acarició mi espalda —Ahora si vamos por ese baño...
Asentí y el salió de mi con delicadeza, se separó un poco y entró al Jacuzzi, me tendió la mano para ayudarme a entrar atrayéndome a su cuerpo para besarme con ternura. Rodeé su cuello con mis brazos correspondiendo el beso, amaba la sensación de sus labios en los míos y en todo mi cuerpo. Él dejó mi boca para besar mi cuello.
—No sabes cuánto te amo — susurré a su oído
—Si es la mitad de lo que yo te amo estoy más que satisfecho.
—Tengo miedo de que esto acabe...
Frunció el ceño— No lo hará, No creo que pueda dejarte de amar nunca.
Sonreí, disfrutaba tanto que me dijera lo que sentía, jamás me cansaría de ello, aún me parecía un sueño todo eso y temía que fuera a acabar en cualquier momento. Christian se sentía como uno de esos hombres que solo aparecen en los libros: irreal, aunque ni ellos podrían hacerle justicia. Acaricié sus hombros deslizando mis dedos por su esculpido torso, sus pequeñas cicatrices eran lo único que desentonaba. Me pregunté ¿cómo se las había hecho? sabía que eran parte de ese pasado que lo atormentaba tanto al grado de necesitar un Psiquiatra pero por más que quisiera saber había decidido darle tiempo para que se abriera.
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HERMOSO.CADA VES MEJOR.
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"RENACER" by: DaniCaro10
FanfictionPROLOGO: Anastasia, una joven, que le toco vivir una atormentada niñez. Pero ve la vida con optimismo, pensando que todo mejorara y podrá llevar una vida tranquila y feliz. Tuvo que aguantar los abusos de un hombre. Todo cambia cuando conoce a Chr...