CAPÍTULO 84♡

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Mis amigos se despidieron después de un rato, alegando que estarían pendientes y que me vendrían a visitar pronto. Mi familia decidió esperar hasta que el doctor llegara y me revisara. Ninguno de ellos quería tocar el tema de mi secuestro lo cual agradecí, solo se limitaron a preguntarme por mi bienestar y a contarme lo que había pasado esa semana.

El Doctor Gautier llegó un tiempo después. Un hombre casi en sus cuarentas, muy apuesto y con un marcado acento francés. Con suma amabilidad me examinó en la habitación que compartía con mi marido. Físicamente estaba bien pero la violación era lo que le preocupaba, tomó unas muestras de mi sangre por posibles enfermedades o un embarazo. Me aferré a la mano de Christian, temblando ante la posibilidad de estar embarazada, no sabía si era capaz de enfrentarme a algo como eso.

—Todo va a estar bien, nena... ten fe —Me susurró besando mi cabello.

El doctor se despidió de nosotros, Taylor lo acompañó a la salida. La cabeza de Grace se asomó por la puerta unos segundos después.

—Ana, querida... —se acercó a nosotros para abrazarme— Nos iremos, queremos dejarte descansar, pero estaremos pendientes de ti.

Asentí, recibiendo los abrazos y besos de mi familia. Teddy y Phoebe se recostaron a mi lado en la cama mientras Christian los acompañaba a la salida. Mi mente volvió al tiempo en que recién salíamos del control de Jack, donde pensaba que en cualquier momento todo se iba a derrumbar y yo seguiría bajo su cautiverio. Odiaba tener que volver al tiempo en que debía repetirme que todo estaba bien, que estaba libre por fin y sentiré tan vulnerable.

Miré a mis hijos y todos mis miedos quedaron de lados por un momento. No importaba lo que costara, iba a superar mi pasado. Todos los fantasmas que habían revivido volverían a quedarse atrás. El amor que le tenía a mi familia seria el motor principal para mantenerme en pie.

Terminé de Arrullar a Phoebe para después recostarla en su cuna, acaricié su mejilla viendo la tranquilidad con la que dormía. Mi hija durmiendo era la visión más hermosa, podría contemplarla por horas. Tenía el absurdo temor de que desaparecería en cualquier momento, pero lo alejé de inmediato al ver entrar a Christian.

—Teddy ya se quedó dormido... será mejor que vamos a descansar nosotros también.

Asentí, tomando la mano que me ofrecía para guiarme al cuarto. Caminamos hasta el baño donde me desvistió y me hizo entrar con él a la bañera. Nuestro baño no tuvo nada sexual, sus manos acariciaron mi cuerpo con mimos, pero sin llegar a ser carnal. Después de terminar de lavarme el cabello tomó dos toallas para secarme como si fuera una niña, buscó nuestros pijamas y me alzó en brazos para llevarme a la cama.

El grito que salió de mi garganta fue tan aterrador que me caló en los huesos. Traté de alejarme con desesperación al sentir unos brazos apoderarse de mí, pero la cálida voz que llenó mis oídos me detuvo, fijé mi vista en el rostro preocupado de mi marido que no hacía más que tratar de calmarme.

—Está bien, Ana. Ya todo está bien, estas a salvo. Nada te va a pasar...

Miré el lugar donde estaba, ya no había ni rastros de aquella casa abandonada en la que había pasado la última semana. Me obligué a calmarme y regular mi respiración, repitiéndome una y otra vez que todo estaba bien.

—Tranquila, yo me encargaré de que ese hombre no vuelva a representar ningún peligro.

Me acomodé en el pecho de Christian, aferrándome a su abrazo todo lo que podía mientras dejaba salir por medio del llanto el miedo y la desesperación. Christian solo me acunó hasta que pude quedarme dormida.

XX

Miré a Flynn una vez más sin saber realmente que decir. Habíamos quedado ese día con el doctor Gautier, al cual habíamos venido a ver después de terminar mi declaración en la comisaria. El doctor nos había quitado un peso de encima al decirnos que no había ningún riesgo de enfermedad ni de embarazos. Sentí que podía volver a respirar cuando el nudo de la preocupación que se había instalado en mi garganta desapareció. Luego de eso Christian había insistido en pasar a ver a Flynn que veía en la misma clínica. Después de que convenciera a Christian que esta cita debía ser privada, no había hecho otra cosa que mirarme.

—Anastasia... sé que esto debe resultarte incomodo, hablar de tus miedos y tus vivencias traumáticas, pero así como le he dicho a Christian sacarlos es la mejor manera de luchar con ello y que no termine por hundirte.

—No va a hundirme...

—Sé qué piensas que no necesitas ayuda pero... —Levanté una mano para interrumpirlo antes de que pudiera terminar.

—Nunca dije que no necesitara ayuda —Alzó sus cejas y seguí hablando— Solo digo que no va a hundirme porque no lo permitiré... echarme a morir, dejar que esto sea mayor y que no me permita vivir no es una opción para mí. Solo sería dejar que él ganara y no voy a permitirlo. Soy una sobreviviente y voy a superar esto. Salí de él dos veces y no importa cuánto me caiga, voy a salir adelante.

Su sonrisa de satisfacción hizo que me sintiera orgullosa de mi determinación, pero aún con ella estaba de acuerdo, necesitaba ayuda para superar lo que había pasado. No sabía si era lo suficientemente fuerte para reponerme sola y tampoco quería averiguarlo. Tenía mucho que perder para arriesgarme de que fuera superior a mí y terminara por acabar conmigo.

XX

Las Seis semanas siguientes fueron más llevaderas, Christian me pidió que me tomara una semana para recuperarme antes de volver a la universidad a lo cual accedí sin rechistar. Las consultas con Flynn estaban rindiendo sus frutos, las pesadillas que me atormentaron cada noche durante las dos primeras semanas estaban menguando y después de cinco semanas pude tener intimidad con Christian sin que la bruma del recuerdo de mi ataque me afectara. Aunque tenía mucho por lo cual trabajar para reponerme por completo, iba con buen pie y eso era lo más importante.

Tomé el paño que estaba en la encimera para limpiar la boca de Phoebe cuando escuché el timbre. Antes de que pudiera moverme mi marido salió del despacho para recibir a nuestro visitante. El detective Jones apareció junto a él haciendo su entrada al salón.

—Señora Grey, un placer volver a verla.

Asentí a su saludo aunque no podía decir lo mismo. Temía que fuera a darnos la maldita noticia de que Jack se había escapado de la cárcel y algo en su rostro me dijo que era precisamente de él que venía a hablar.

—¿Quiere un café? —le ofrecí sin impedir que la angustia se reflejara en mi voz, Christian se acercó a mi lado a besar mi frente.

Él negó —No, Gracias, Señora Grey. Lo que tengo que decir es rápido.

—Bien, lo escuchamos —le dijo mi marido incitándolo a hablar.

—Jack Hyde fue encontrado muerto en su celda esta mañana — Mis ojos y mi boca se abrieron de la impresión, miré a Christian que no quitaba sus ojos del detective, su rostro no mostraba sorpresa alguna — Tal parece que entre los presos lo atacaron... lo violaron, lo torturaron y después lo asfixiaron... aún estamos aclarando el incidente pero eso es todo lo que tenemos por ahora.

—Gracias por avisarnos, Detective Jones —Mi marido se alejo de mí para acompañar al detective al que solo le dedique un asentimiento a su despedida.

Me quedé sentada en el taburete mientras dirigía la información que acababa de darme. No me afectaba en lo más mínimo la muerte de Jack, me había hecho tanto daño que lo único que podía sentir era el alivio invadirme al no tener que preocuparme por él nunca más.

Miré a Christian que parecía tan imperturbable. Su reacción fue tan carente de emociones, no había sorpresa alguna por la repentina noticia. Algo en mi cerebro hizo clip al recordar sus palabras "Me encargaré de que no pueda dañarte, Ana... nunca más." "Tranquila, yo me encargaré de que ese hombre no vuelva a representar ningún peligro." Mi pulso se aceleró al pensar en la posibilidad de que Christian hubiera tenido que ver con eso.

"RENACER" by: DaniCaro10Donde viven las historias. Descúbrelo ahora