CAPÍTULO 53♡

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MARATÓN (3/3)

Sus ojos grises seguían clavados en mí. No importaba cuanto tratara de ignorarlo, él no perdía de vista ningún movimiento que hacia; el ambiente se había tornado tan tenso que hasta Elliot lo había percibido, incluso había dejado de coquetearle a todas las mujeres, incluyéndome, y trataba de llamar la atención de Christian.

Traté de prestar atención a la conversación que sostenía con Lucas, pero era imposible con el insistente escrutinio de Christian, bebí un poco de mi cosmo.

¡Maldición! ¿Qué se suponía que hacía en ese lugar? ¿Acaso me estaba vigilando? No, Christian no era así. ¿O sí? La idea de que Christian me hubiera estado siguiendo todos esos días me causó escalofríos. Me negaba a verlo como un acosador, pero también estaba consciente de que a él le gustaba tener el control de todo, y eso me incluía a mí. Suspiré largamente, mientras mi cerebro me torturaba. Quizás estaba paranoica, lo más seguro es que se tratara de una casualidad.

Sin embargo, la sensación de sentirme observada había estado conmigo toda la semana, no podía ser mi imaginación.

Kate, con su personalidad extrovertida y su genuina simpatía, estaba intentando animar las cosas y acabar con las malas vibras reinantes, mientras Elliot trataba de ayudarla. Sin embargo, el escenario se negaba a cambiar: la presencia más imponente de todas estaba hecha un tempano de hielo infranqueable, no hacía más que enfriar el ambiente y eso era, para todos, muy incómodo. Me enfadé, se suponía que había ido a ese lugar a divertirme por una miserable vez en la vida. ¿Por qué no podía dejarme?

No, él no iba a evitar que tuviera la mejor noche de mi vida. Bebí lo poco que restaba de mi cosmo y arrugué la cara. El líquido que descendía por mi garganta me quemaba el esófago. Respiré hondo y le sonreí a Lucas, aún sabiendo que Christian me observaba.

-¿Vamos por mas bebidas?

-Claro -respondió él, sonriendo. ¿Por qué Christian no podía ser la mitad de agradable de lo que era Lucas?

Me alejé de la mesa con Lucas detrás de mí y no miré hacia atrás, estaba decidida a divertirme. No obstante, apenas llegué a la barra me volteé disimuladamente para ver a Christian. Estaba mirándome. Sin pensarlo, comencé a coquetear con Lucas. Inicié hablando de tonterías, sonriendo todo el tiempo y tomando mi cabello para juguetear con él. Me sentía ridícula, ¡jamás en mi vida había intentado seducir a alguien! No tenía ni la más mínima idea de cómo debía hacerlo, mis únicas maestras habían sido las pocas películas de la señal abierta que había podido ver.

Sin embargo, la sonrisa de Lucas me animó a seguir. Continué, quería experimentar las bondades de la seducción y hacer todas las cosas que me había saltado. Además, el alcohol estaba ayudándome mucho.

-¿Estás bien? -Me preguntó de repente-. ¿No te sientes incómoda con tu esposo aquí?

-Por supuesto... -mentí-. Él es libre de estar donde quiera, así como yo de hacer lo que me plazca.

Cuando vi su sonrisa, supe que lo que había dicho había sonado demasiado sugerente. Tragué saliva, nunca había pensado en las cosas que se hacían después de la discoteca, eran cosas que no iban conmigo y que no pretendía hacer tampoco. Esperaba que a Lucas se le fuera la idea de la cabeza en lo que quedaba de la noche.

Pronto comenzó a hablarme sobre un concierto que darían en unos días, sin embargo, no le presté mucha atención a sus palabras. Mis ojos se desviaban involuntariamente y se conectaban a los de Christian. Me miraban fijo, tenía su mandíbula apretada, parecía como si estuviera dándome una advertencia, la cual ignore por completo.

-Entonces -me interrumpió Lucas-, ¿qué dices?

-Perdón... ¿qué? -me giré hacia él. No había escuchado nada de lo que había dicho.

-Te pregunte si querías ir al concierto...

-Oh, Claro... -sonreí-. Podemos decirle a Kate y a Marina para que...

-No, espera -me detuvo-. Me refiero a nosotros... solo nosotros.

Lo miré fijamente por unos segundos, hasta que el barman nos interrumpió para atender nuestros pedidos. Respire profundamente, agradeciendo su presencia. Christian y yo no estábamos juntos, pero legalmente yo seguía siendo su esposa y no me parecía correcto salir con él sin resolver la situación. Además, el hecho de que pensara en mí como algo más que una amiga me perturbaba. No quería tener que rechazarlo, ya que era muy inexperta en esas cosas.

Mientras Christian Grey siguiera clavado en mi corazón y grabado en cada milímetro de mi piel, me sería imposible pensar en otros hombres. No había habido ninguno antes a él, y dudaba que hubiera otros después. Él estaba impregnado en una parte muy profunda de mi corazón y, hiciera lo que hiciera, se negaba a salir de ahí.

Había perdido la cuenta de cuántos Cosmopolitan había ingerido y lo cierto era que, a esa altura de la noche, no me importaba mucho. Estaba divirtiéndome demasiado, y por dios que Kate también lo hacía, podía verla bailar muy sugerentemente con Elliot desde donde estaba; no se sentía avergonzada en lo absoluto por estar casi encima de él, supuse que era a causa del alcohol... aunque algo me decía que con o sin él, Kate se hubiera comportado de esa forma.

Marina, Lucas y yo bailábamos en la pista algo alejados de ellos; ya no me importaba mucho si sabía o no mover mi cuerpo, solo me dejaba llevar por la música. Christian seguía sentado en el mismo sitio que había ocupado desde que había llegado, lo único que había hecho era beber tanto como yo lo hacía y vigilarme atento.

Algunas horas más tarde, me sentí un poco ebria por primera vez... y, aunque no quería toparme con él, el alcohol me dio una extraña e inesperada valentía. Me disculpé un momento con mis amigos y fui hasta la mesa que ocupábamos todos. Luego, sin mirar a Christian, tomé mi copa para ingerir lo que quedaba de mi bebida de un solo golpe.

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"RENACER" by: DaniCaro10Donde viven las historias. Descúbrelo ahora