Cuando dejo a Rin y Nagato en casa de Yahiko, el mejor amigo de mi hermano pequeño, me invade una especie de aflicción. Sakura está segura que nadie se dará cuenta, y es seguro que los niños no se dan cuenta pero todo esto, todo esto igual sigue siendo un engaño, independientemente de que es mejor que nadie debe saberlo para poder estar juntos: estamos engañando. Así que dejar a mis hermanos en otra casa para pasar un momento con Sakura no me alivia, todo lo contrario, me hace sentir culpable.
Cuando llego a casa, Sakura me está esperando en la sala con una mochila lista para salir. Iremos más allá del solitario bosque a acampar. Por lo menos hasta que el sol caiga, puesto que aún no es mediodía. Así que tenemos todo ese tiempo para pasear y comer. No recogeré a los niños hasta mañana domingo al medio día.
Sakura y yo vamos camino hacia la colina, caminamos en silencio más que mirarnos uno que otro momento, sonriendo. Ella se ve realmente feliz y esa felicidad la hace ver más preciosa. Fue bueno haber pedido permiso, para poder sacarla de la monotonía de la casa, si bien no tenemos problemas en casa, no la he visto sonreír con total sinceridad.
—Mira Naruto, ese pequeño templo — dice señalando el pequeña capilla el cual vine haces unas semanas.
—Pues la verdad parece una casa de pájaros—digo pues me pareció más grande la vez pasada.
—Es el correo de los dioses —sonríe acercándose a el—por aquí pones tu carta —señala la pequeña puerta. — ¿Qué haces?— me pregunta al ver que estoy buscando en mi bolsillo, ahora que recuerdo no estoy en mi trabajo por lo que no tengo nada con que apuntar.
—imagino que podre venir otro momento para dejar una carta
Sakura me mira y se echa a reír. Demonios eh caído en una de sus bromas, pero en serio que parecía tener sentido, incluso si mi creencia a los dios es vaga.
—Es un templo de oración—dice aun riendo.
Pongo mala cara —eso ya lo sabía —digo puesto que he visto algunas veces viejas subir a susodicho templo. Ahora que lo pienso, ha pasado mucho tiempo desde entonces.
—Me pregunto ¿Cómo es que nunca hemos venido aquí a orar? —Me da una rápida mirada a la casa de pájaros —no estamos orando como se debe
—Bueno, no es tan necesario—lo digo, de inmediato ella me lanza una mirada desaprobatoria y se arrodilla frente a esa casita. En serio, no tengo idea de cómo llamarlo.
—ven, vamos a orar
—pero Sakura chan
—Vamos, oremos por nuestros padres, por la casa y los niños —me dice pero yo no le hago caso por lo que me toma de la mano y de un tirón ya estoy de rodillas.
Realmente tiene fuerza sobre humana.
Sakura junta sus manos y me mira como diciendo que también lo haga, por lo que a regañadientes los junto. Luego asiente mira al pequeño templo e inclina la cabeza cerrando los ojos. Ha pasado un largo tiempo desde que eh orado, por lo que lo intento sin no antes mirar a Sakura de reojo. Se ve relajada.
Al despejar mi mente en esta posición me doy cuenta que también me estoy relajando, no sé cuánto estrés tengo acumulado y que cada día parece acumularse más. Pero... desde que sé que Sakura siente lo mismo que yo, puedo vivir con ello. La felicidad de verla, de hablarle, de siquiera estar cerca hace que pueda levantarme cada día incluso con el peso sobre mis hombros. La amo mucho. Demasiado que cada parte de mi ser lo reconoce, y es fascínate y agobiante al mismo tiempo.
"oremos por nuestros padres"
Ellos deben saberlo: esto que reconozco que está mal, esto que no tiene marcha atrás. Mi oración a ellos comienza con un hola y termina con un lo siento. Pero aquella disculpa siempre es por el mimo motivo: el no haberme despedido aquel día. Porque aún no soy capaz de hablarles sobre la falta que cometo cada día, cada segundo al amar a su hija más de lo que está permitido.
Terminando de orar, seguimos un camino cubierto por la maleza, al parecer ha pasado mucho tiempo desde que alguien se introduzco a este bosque. A cada paso que damos los árboles se hacen más altos y el espacio para caminar se pierde por lo que empiezo a crear un camino indicando a Sakura que me siga. Espero encontrar una pradera o algo similar para poder comer.
—si te parece bien joven indiana jones ¿podemos descansar?
Pongo mala cara ante su comentario pero verla reírse hace que me detenga y amenace con apretar sus mejillas.
—era broma, era broma—intentado escapar
—Podemos descansar en ese tronco— señalo los restos de un árbol caído al lado izquierdo por donde caminamos, no es amplio pero es suficiente para los dos. Bajo la mochila, que apropósito esta algo pesada y me siento sobre el tronco. Ahora que lo veo de cerca debe tener cientos de años aquí, más de los que están parados a su lado.
—Tomemos algo de refresco—dice Sakura sentándose y abriendo la mochila que esta entre nosotros. —aún falta para la hora del almuerzo
—descuida, encontraremos un mejor sitio para almorzar
—No te preocupes—dice sacando una botella de refresco de té verde —mientras que estemos solos da igual el lugar.
No puedo evitar aquella agitación en mí, Sakura a veces es tan directa o quizá yo soy el que piensa demasiado. Maldición ¿desde cuándo pienso demasiado?
— ¿Qué pasa?—la escucho y veo un vaso con refresco frente de mí.
—Gracias —recibo evitando su mirada.
— ¿Naruto?— pero solo miro el contenido del vaso, me siento patético, realmente. —vamos mírame—
"no, no" levanto la vista y sus ojos jade me sonríen a pesar de que tiene una expresión interrogativa.
— ¿te duele el estómago?
— ¿Eh?—sacudo la cabeza con la inocente conclusión que ha sacado—no...
— ¿entonces estas pensado lo mismo que yo?
Retiro lo dicho.
Cuando sonríe ligeramente y se acerca ya me eh rendido ante cualquier redundante pensamiento. Nos besamos. El beso es breve y casto, una presión suave de nuestros labios. Cuando no separamos y nos besamos por segunda vez, la sensación parece tomar otro impulso, pues es eléctrico. La abrazo, agradezco y maldigo la mochila que nos separa. Ella también se aferra a mis brazos y puedo percibir la presión de sus manos sobre las mangas de mi casaca. Abro la boca y ella también lo hace, aspiro su aliento y ella roba el mío. Nuestras bocas se entre enlazan, entonces sin proponérmelo mi lengua presiona la suya y la escucho gemir. Provocando que aquel ser de fuego en mi interior golpee, entonces ardo. Pero yo como siempre, desde que empezó a atacar, lucho contra él.
ESTÁS LEYENDO
LOST
FanfictionÉl es popular, el mejor deportista, con grandes sueños. Ella es hermosa, la mejor de su clase, talentosa. Ellos se han enamorado pero el peor de sus problemas es que... son hermanos.