Aquel año, como el anterior, el jardín dio frutos.
Al inicio, solo Naruto había dedicado días enteros en cuidarlo, mientras Sakura se mantenía incrédula sugiriendo que mejor era seguir comprando del mercado, al final se rindió cuando los tomates verdes tomaron color.
"Al menos tienes que hacer la ensalada" había dicho Naruto.
"Lo haré porque tú eres malo haciéndolo" había respondido ella.
Y se habían reído y hecho suficiente ensalada como para guárdalo en la nevera y esperar que no se eche a perder. Desde entonces, Sakura ya buscaba semillas para ayudar con la variedad del jardín, aunque no siempre conseguía algo que Naruto ya tenía plantado.
Aquel día, regresando del trabajo, espero tener suerte yendo a una de las pequeñas casas de la colina donde una anciana vendía frutos secos supuestamente de su propio jardín. Antes cuando vivía con sus hermanos, apenas se había acercado ahí, por ello la señora tampoco la conocía hasta podo después cuando Sakura logro entrar en un puesto en el centro de salud. La anciana iba regularmente por su tratamiento de pierna. Sakura le hablo sobre su huerto, y la anciana con entusiasmo, y quizá agradecimiento, le regalo algunas semillas indicándole que eran hierbas medicinales.
"vives con tu esposo ¿cierto?"
Sakura solo había reído.
Naruto había conseguido un trabajo como entrenador en la primaria, también se había vuelto un poco conocido.
La gente parecía no conocerlos de antes. Pero Sakura sabía que, si lo hacían, solo que nunca antes se habían parado a preguntar quienes era, que relación tenían, o que hacían ahí. Ahora de adultos ellos parecían parte del pueblo, aunque aún no completamente. Pero lo serian cuando todos solo los recuerden y olviden que llegaron de afuera.
Alguna vez, Naruto y Sakura se encontraron con gente conocida; compañeros o profesores, lo bueno era que quizá por el tiempo o por la confianza que nunca se desarrollaron entre ellos en su momento, no preguntaban más de un "¿Cómo estás? ¿Qué tal Tokio?"
Lo único que supo Naruto de Konohamaru fue que viajo a Brasil y Sakura de Karin, que ahora residía en Tokio. Loas amigos de Nagato o Rin, parecían tener su propia vida en alguna parte del pueblo o lejos de ella.
A veces las cosas solo se alinean.
Cuando Sakura volvió con las semillas aquella tarde de verano, encontró una carta en el pequeño buzón de la casa, además de las cuentas, algo que el cartero solo traía fines de mes. llegaba los fines de mes. Posiblemente la carta era de hace un mes.
Sin embargo, la sorpresa era que en el remitente estaba escrito: Nagato.
Eran casi tres a cuatro veces a la semana en que se comunicaban con Nagato o Rin, mayormente en llamadas o mensajes, lo hacían por separado, y por ello ninguno podía saber dónde estaban o que estaban juntos. Entonces la carta era la obvia aclaración que decía "sé dónde están"
Tanto Sakura y como Naruto habían supuesto la forma de decirle la verdad a sus hermanos, y en todas las situaciones había drama y llanto. Así que conscientemente habían dejado pasar el tiempo esperando de que un día lo harían, porque era inevitable, pero al menos ellos podían decidir cuándo seria.
Entonces llega esa carta.
"¿como?" se preguntó Sakura, y no hizo más que guardar la carta y entrar a su casa.
Ahora la casa era diferente a como fue hace catorce años, incluso hace dos años. Aunque algunas cosas se mantienen casi igual. Se ha hecho un mantenimiento y reparado muchas goteras, además de cambiar la madera, dejando así el olor a humedad. Ahora el aroma era a verano.
"¿Naruto?"
"¡Estoy atrás!"
El grito de Naruto resuena en la casa y ella ríe. Solo saca las semillas de su cartera. Deja la carta ahí. Más tarde lo leerán y enfrentarán, si espero años, esperara unas horas más.
Deslizándose descalza por el corredor hacia el jardín, Sakura aprecia la luz de la tarde que entra que parece como si fuerana pintar con acuarela cada espacio, y cuando llega a la puerta, lo ve sentado mirando el jardín, y ahora ella siente que la luz lo ha pintado de acuarela a él. A veces es así, como si se enamorara por primera vez, una y otra vez.
"conseguí semillas" le dice sentándose a su lado, mostrándole la bolsita de semillas.
Naruto las toma y examina, ha estado revisando libros de libros sobre semillas y Sakura se había reído de que los libros de botánica hayan sido los únicos de su real interés. Él le había dicho que era solo por el jardín.
"Hierbas medicinales"
"La anciana que me dio dijo eso"
"Ahora soy todo un anciano"
Sakura se ríe dibujando una sonrisa, y toma la mano libre de Naruto, la diferencia en el tamaño, suavidad y color es notable pero cuando están unidas la sensación es como haber tocado un rayo de sol.
Naruto también siente algo similar, aunque la energía le impulsa a inclinarse hacia ella y besarla, y ve con fascinación como los ojos verdes de Sakura resaltan en el jardín. Nunca habrá nada más bello que ella, no habrá nada más bello de lo que siente por ella.
"¿entonces lo sembramos?" pregunta ella suspirando.
"Claro, podemos hacer un espacio para las plantas medicinales. Entones un día venderé medicina mágica "
"Tienes todo un escenario preparado, una colina misteriosa, personas misteriosas" le sigue ella
Sus manos se aprietan uno al otro y ella apoya su hombro en la de él.
"Hasta me pondré un nombre, shaman de la colina"
"Piensa en algo mejor" se burla ella "es peor que las películas americanas"
"Las películas americanas son mis favoritas"
Ella se ríe, sabe todos los gustos de Naruto y justamente usa eso para burlarse de él.
Entonces él le da un leve cabeceo y ella se gira para bésale la mejilla, él se aparta y se mueve de regreso para ahora besarle la frente, Sakura pone mala cara, pero se ríe y se mueve de modo que le susurra algo en el oído que provoca que Naruto se sonroje.
Más tarde cuando baja el sol, y el cielo parece verse rosa y naranja. Ambos están recostados sobre la grama cerca de donde han sembrado las nuevas semillas. Sus cabezas apenas se rosan y es suficiente para sentirse conectados, porque siempre se han sentido conectados.
El aire es liviano, la tarde es tibia, y ya no se siente miedo incluso cuando la noche se extiende mostrando oscuridad, porque habría estrellas; y si no las hay, estará bien, porque en la oscuridad podían apreciar sus almas con mayor claridad.
Fin
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LOST
FanfictionÉl es popular, el mejor deportista, con grandes sueños. Ella es hermosa, la mejor de su clase, talentosa. Ellos se han enamorado pero el peor de sus problemas es que... son hermanos.