Uncover.

40.

Rubén había entrado a la disco buscando a sus amigos, Alex y Cheeto, pero lo que no esperaba era ver a Mangel sentado en uno de los sofá tomando una cerveza mientras hablaba con Cheeto.

«Está bien—se dijo Rubén—, son sus amigos...»

—Hey—saludó Rubén mientras se sentaba al lado de Alex. Pudo sentir los ojos oscuros de Mangel encima de él pero se dijo a si mismo que no caería en la tentación de ver sus ojos.

Habían pasado dos semanas, habían quedado ese día porque ya no soportaban ver como Rubén se encerraba y estaban cansados.

—Viniste—dijo Alex mientras lo saludaba y sonreía.

—Hostia, macho, hasta que apareces—le saludó Cheeto mientras se sentaba al lado de Mangel y tomaba un trago de su cerveza.

Mangel quería decir algo, quería... no sé, quería hablar con él, pero sabía que Rubén le cortaría el rostro así que siguió hablando con Cheeto mientras observaba como Rubén charlaba con Alex.

— ¿Y ya fueron al médico?—Rubén pudo escuchar la conversación que tenía Cheeto con Mangel.

—No, Cheeto. Creo que tiene cita mañana...

— ¿Y qué quieres que sea?

Rubén no pudo escuchar más, se sentía jodidamente enfermo. Eso lo ponía enfermo. Mangel le ponía enfermo. Se levantó mientras decía que iba a bailar un poco, los demás simplemente asintieron.

La verdad que Rubén solo quería alejarse un poco de todo, así que se sorprendió cuando choco con un chico y lo reconoció.

—Hey, tu eres el del bar—le dijo el chico a Rubén. Rubén frunció el ceño mientras le daba una mirada al chico, tenía el pelo oscuro, un poco más alto que él y sus ojos eran de un café claros.

— ¿Disculpa?

—Sí... te saqué a bailar y vino tu novio para tomarte de la cintura, muy sobre protector, eh...

Entonces Rubén cayó en cuenta quién era.

—Oh, no—dijo mientras se mordía el labio—, no era mi novio...

—Así que estoy de suerte...—dijo mientras sonreía de lado y Rubén no pudo evitar sentirse atraído por aquel chico—. ¿Cómo te llamas?

—Rubén—dijo, no iba a decir su apodo por miedo a que alguien más escuchará y lo reconociera—, ¿tú?

—Lucas—dijo y se le acercó al oído—. Rubén es un nombre... un poco antiguo, ¿no?

Rubén reprimió una risa mientras negaba con la cabeza.

—No sé que le ha pasado a mi madre por la cabeza al ponerme ese nombre, ya sé que es feo...

—Oye, no. Dije que era antiguo, no feo. Es... lindo, tal como el que lo lleva.

Rubén pudo sentir como sus mejillas se volvían coloradas, pues no estaba acostumbrado. El único chico que le decía cosas lindas era Mangel...

— ¿Estás queriendo ligar conmigo?

— ¿Se puede?—dijo Lucas mientras sonreía—. Oye, si eres hetero, lo siento...

—Hey, se puede—Rubén se sorprendió al decir eso, pero era real... no era gay, solo le había gustado Mangel, no: se había enamorado de Mangel, no significaba ser gay. Y... ¿para qué mentirse? Lucas tenía algo que le atraía—. Digo, no soy gay, pero...

—Vale, así que tengo oportunidad—dijo mientras le guiñaba el ojo—. ¿Quieres algo para tomar?

—No, gracias, ya tengo—dijo Rubén mientras giraba un poco la cara para ver a sus amigos y pudo sentir sus miradas en él.

—Oh, ese es el chico que me sacó la oportunidad la otra vez...—comentó Lucas mientras miraba a Mangel—... y parece que en cualquier momento me va a venir a dar un par de hostias. ¿Seguro que no sois novios? Porque si lo sois me hago un lado, no soy de esos tíos...

—No es mi novio—dijo Rubén mientras se mordía el labio. «Podría haberlo sido...»—. Es un amigo lejano. Y tiene novia. Y está esperando un hijo.

—Oh—y luego sonrío—. Hetero en todos los extremos.

—Sí, muy hetero—dijo Rubén mientras giraba los ojos y luego le tomó del brazo a Lucas—. ¿Quieres que te los presente? Son majos...

—Oye, si son tus amigos seguramente serán majos.

Rubén sonrió mientras iban acercándose a la mesa.

—Chicos, él es Lucas—dijo Rubén dándose cuenta que seguía con su mano en el brazo de éste y lo soltó rápido antes de dar una risa nerviosa.

Mangel frunció el ceño mientras se cruzó de brazos, observando al chico que tenía en frente.

—Yo te vi en el bar... ¿estás siguiendo a Rubén, acaso?

—Miguel, cállate—dijo Rubén, por primera vez hablándole después de dos semanas. Sus miradas se conectaron y Mangel ladeo la cabeza mientras daba un trago a su cerveza—. Fue solo una casualidad...

—Casualidad o no—dijo Alex mientras sonreía—, es un gusto, Lucas.

—Lucas es un nombre feo—dijo Mangel mientras suspiraba.

—A mí me gusta—dijo Rubén mientras se sentaba al lado de Alex y pudo ver a Lucas sentándose a su lado.

—Ahora la pregunta es... ¿qué no te gusta?

Rubén miro a Mangel mientras éste le devolvía la mirada, los ojos de Mangel eran tan intensos a comparados con los de Rubén, que se notaban cansados.

Rubén se sentía tan intimidado por esa mirada y a la vez lo había extrañado.

Alex suspiro mientras negaba con la cabeza.

—Mangel, ¿no tienes que ir a buscar a Sofía a la casa?—dijo su amigo, rompiendo el silencio.

Los ojos de Mangel se desconectaron de los de Rubén para ir a parar a su otro amigo mientras asentía.

—Cierto—dijo mientras acababa su cerveza de un trago—. Fue un gusto, Lucas—le dijo al chico mientras se levantaba y luego miro a Rubén—. Y Rubén... ya son diez años.

Rubén se mordió el labio mientras veía como Mangel salía de la disco sin mirar ninguna vez atrás. Se había acordado... hace diez años atrás, en este día, se habían conocido por un juego. Hace diez años que eran amigos. Y en menos de seis meses eran unos completos desconocidos.

Luego de eso pasaron la noche bebiendo y hablando con Lucas, hasta que llego la hora de irse. O al menos para Rubén. Dejaron a Lucas en la disco mientras Cheeto y Alex acompañaban a Rubén a la casa.

Pero Rubén aún así no podía sacarse al jodido bastardo de su "mejor amigo" de la cabeza.

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Se lo quiero dedicar a Brenda (ImPepaPlz), pelotuda aunque seas una pesada (<3) y me vuelvas locas a veces para hacerme enojar, te amo y eres la mejor amiga de todas. Gracias.