Rubén había dejado de subir vídeos por una semana; pues... se encontraba deprimido y aquello se notaba. Les dijo a sus fans que no estaba subiendo por cosas familiares y personales; lo segundo era la verdad.
Se encontraba tan mal que apenas podía comer, que cada vez que quería masticar algo, le hacía un mal sabor de boca. Y aparte había bajado unos cuantos kilos.
Y cuando su mamá lo vio, no supo cómo explicarle porque se encontraba tan mal.
—Cariño—lo saludó su madre, claramente ella notaba que algo estaba pasando, pues el aspecto de su hijo había empeorado desde la última vez que lo vio y se sentía preocupada—. Rubén, ¿estás comiendo?
—Sí—mintió él. La verdad es que no comía hace dos días y tampoco se encontraba con mucha hambre.
Su madre no le creyó, obviamente. Lo llevó hacía la sala, donde se sentaron en el sofá. Los ojos verdes intensos de Rubén, ahora se notaban cansados y tenía ojeras.
—Cariño, estoy aquí porque me llamaste pidiendo que venga... ¿qué ha pasado, Rubén?
—Si te lo cuento, no me vas hablar más—dijo éste mientras su voz se quebraba y ocultaba su cara entre sus manos.
— ¿Cómo crees que yo...? Rubén, eres mi hijo. Te voy amar siempre—le respondió la madre mientras le daba un beso en la frente—. Dime, mi vida, saca todo lo que tengas guardado.
Rubén se mordió el labio antes de hablar.
—Me he enamorado, mamá...
—Oh, pero eso es maravilloso, mi vida.
—... de Mangel—terminó de decir.
La madre empezó a parpadear rápidamente mientras observaba a Rubén, que tenía los ojos clavados en sus manos que temblaban contra sus piernas.
—Rubén...
—No lo quería, mamá. No lo planee. Sé que está mal visto en nuestra familia, pero... me enamoré. Me enamoré de un chico. Me perdí, mamá, me perdí apenas lo vi. Y creo... creo que siempre estuve enamorado de él, solo que no me di cuenta hasta ahora, tenía los ojos cerrados, era tan idiota... y por no darme cuenta antes... lo perdí. Esta con una chica, claramente ella es mil veces mejor que yo, ella es perfecta para él... y está esperando un hijo. Él hizo lo que yo tenía que hacer. ¿Es injusto, no? Tengo mucho miedo, mamá... me siento un enfermo... ¿soy un enfermo por estar enamorado de un chico...?
—No, mi amor—lo interrumpió su mamá mientras se secaba una lágrima, pues ver sufrir a su hijo le rompía el corazón—, nunca dejes que nadie te diga que eres un enfermo por estar enamorado. ¿Sabes que son las ortigas? Es una planta que libera una sustancia venenosa; tiene espinas. A veces en la vida, parece que caminamos en un campo lleno de ortigas. Sin salida. Y pensamos que nunca vamos a poder salir adelante sin dolor, sin sufrimiento; pero sabes que se puede. Yo sé que la vida no es fácil, para ti ni para nadie, para algunos más para otros menos, pero para todos es un campo lleno de ortigas. Solo hay que aprender a cruzarlo. Tu abuela... me decía que el amor es un campo de ortigas; te llena de veneno... de dolor, te deja roto, pero, mi amor, se puede atravesar ese campo. Y sé que tú vas a poder atravesar esto; con Mangel o sin él. Pero no trates de cambiar lo que sientes, si te enamoraste... no trates de ocultarlo, no hay nada más hermoso que el amor, mi niño, y si tienes miedo de que no acepten... no importa, Rubén, lo importante es aceptarse uno mismo. No te odies por estar enamorado de Mangel, más bien... alégrate, porque es un sentimiento hermoso—su madre le dio un beso en la frente—. No pongas excusas de que no puedes estar con él porque esta con una chica o porque va a tener un hijo, si tu lo amas... eso es suficiente. Y si se aman, ¿por qué no permanecer juntos? Aunque, es tu decisión... pero solo te doy un consejo de madre. Y, aparte, mi vida, ya lo sabía. Lo sabía desde que te mantenías encerrado en tu cuarto y solo querías hablar con él, no querías salir ni a cenar porque él al otro día tenía clases y no podrían hablar en todo el día y querían aprovechar el tiempo. Yo sabía que estabas enamorado de Mangel desde los dieciséis años, Rubén... y estoy orgullosa porque al fin abriste los ojos.
Rubén no podía dejar de llorar en los brazos de su madre, mientras ésta lo mecía y le daba besos en la frente. Seguía siendo un niño perdido a su lado.
Rubén se sentía perdido en el pasado, en todo lo que podría haber sido, estaba buscando sin sentido el recuerdo de su piel. Estaba cansado de amarlo tanto y de las ganas que tenía de volver con él. Pero no podía. Tenía que renunciar a él. Había valorado las palabras de su madre, pero ya era tarde. Era muy tarde.
—Mamá, también hay otra cosa... me estoy viendo con un chico... se llama Lucas, yo... yo estoy intentando olvidarme de Mangel, mamá... pero lo logro, ¿qué debo hacer?
—Cariño, eso es tu decisión. Pero si no lo amas... no te engañes, mi amor. Solo estarás lastimándote a ti y lastimándolo a él, a veces lo mejor es ser sincero con uno mismo y con los demás. Si quieres estar con... Lucas, ¿no? Intenta estar, pero no trates de reprimir el amor. No funciona, cariño, créeme.
Después de eso, Rubén se quedó dormido en los brazos de su madre como cuando tenía tres años; luego de llorar porque algo lo asustaba.
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Para Ro (JbieberftMelo), sos una gran amiga y ya vas abrazar a Melo, vas a ver. Te quiero <3
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Uncover.
FanfictionNo se cuando fue que me enamore de él. No se si hubo en realidad un momento específico que dije "estoy enamorado". Creo que más bien se dio solo. No se si esta mal o si esta bien... ¿Pero acaso eso importa? ¿Algo de lo que nosotros dos sintamos... i...