UN AÑO DESPUÉS.
Rubén se estiro buscando con su mano el cuerpo de su novio, pero todo lo que encontró fue que estaba solo en la cama. Suspiro mientras buscaba su celular y veía la hora, eran las diez de la mañana.
Le pareció raro que Mangel no se encontrara a su lado, en la habitación de su departamento, que ambos habían alquilado hace unos seis meses; cuando volvieron a vivir juntos.
Su ropa estaba mezclada con la de Mangel, así que no le importo agarrar una remera de su novio y ponérsela para ir a la sala.
— ¿Cariño?—preguntó Rubén en voz alta y solamente se escuchó silencio.
Golpeo el baño pero no hubo respuestas. Fue a la cocina, tampoco estaba.
Pero entonces encontró una carta en la mesa de la sala.
«Joder—pensó Rubén—, otro de sus juegos.»
Así mismo le había pedido que fuera su novio, a través de pistas. Hace nueve meses llevaban siendo una pareja estable.
Rubén se sentó en el sillón mientras abría la carta pero lo que estaba a punto de leer no era ningún juego de Mangel.
"Hola, cariño.
Cuando leas esto seguramente yo no estaré en el departamento. Pues, tampoco salgas a buscarme. ¿Recuerdas el pasaje que te di el día de tu cumpleaños? Úsalo. Vete a Noruega, Rubén. No preguntes por qué te digo esto, solo hazlo. Tenía que haberte dejado ir desde que querías hacerlo, quizás así esto no estaría pasando ahora.
No sabes cómo me duele estar escribiéndote esto, pero lo tengo que hacer.
Vete lo más lejos que puedas, ¿ok? Estas en peligro, Rubén. Después que me busquen, seguro van a ir a por ti.
Joder, no quería contártelo pero hace semanas me vienen amenazando. Y seguro ya sabes quién. Estoy harto, cariño. Estoy cansado. Quiero ponerle fin a esto.
No sé qué va a pasar, pero vete. No me esperes en el departamento, apenas leas esto... vete, por favor. Si logro... logro salir, voy a intentar reunirme contigo. Pero vete lejos, avisa a Alex y a los demás.
Tengo miedo, no te voy a mentir. No dormí en toda la noche. Solo me dediqué a mirarte mientras dormías en mis brazos. No podía parar de pensar que quizás sea la última vez que te abrace...
¿Recuerdas cuando les contamos a todos de lo nuestro? ¿Cuándo les contamos a nuestros fans? Ambos moríamos de miedo, no sabíamos que pasaría. Pero, sin embargo, nos aceptaron. ¿Recuerdas cuando te presenté a mi familia como mi novio? Te pusiste a llorar al ver lo bien que lo habían aceptado.
Rubén, te amo. Y lo que hago hoy es por eso.
Nunca te lo dije, porque estaba seguro que lo sabías, pero...
Rubén, eres el amor de mi vida.
Mangel."
Rubén empezó a parpadear mientras terminaba de leer aquella carta, la volvió a leer dos veces más para estar seguro de sus palabras. Y lo eran.
Joder.
Se levantó de inmediato. Sabía que Mangel le había dicho que se vaya, que coja todo y se vaya lejos... pero no podía irse.
No podía dejarlo así.
Y aunque fuera la mayor locura de su vida, agarró su abrigo, sus llaves y salió del departamento.
No tardó nada en tomar un taxi e indicarle donde quería ir, pero sí que tardo fue el viaje.
Pero apenas llegó, bajó rápido y fue hacía la puerta de la casa de Kevin, sin tocar timbre ni nada, simplemente entró.
Y ahí se encontraba Mangel, atado de manos y con una venda en sus ojos. Sus labios estaban rojos y llenos de sangre.
Rubén se tapó con la mano antes de ir hacía él. Cuando poso su mano en el hombro de su novio, éste se movió.
—Tranquilo, mi amor, soy yo, no te voy hacer daño—murmuró mientras observaba cada herida de su cara y no pudo evitar que las lágrimas cayeran al ver lo que le habían hecho a la persona que más amaba.
— ¿Rubén?—la voz de Mangel se quebró—. ¿Mi amor, qué...?
—Calla—susurró Rubén mientras le quitaba la venda de los ojos a Mangel. Los ojos de éste parpadearon un poco pero cuando los abrió completamente, fueron a parar directamente a los de Rubén—. Te voy a sacar de aquí.
Los dedos temblorosos de Rubén fueron a desatar las manos de Mangel, pero le costaba ya que estaba muy nervioso.
—Rubén—lo llamó Mangel, pero éste simplemente siguió intentando desatar los nudos—. Rubén, mírame.
Rubén suspiro y alzó la cabeza para ver los ojos oscuros de su amado.
—Vete, escapa de aquí... tienes tiempo...
—No me voy a ir sin ti, Mangel—dijo Rubén mientras volvía su atención a los nudos.
—Mi amor...
—Tú también eres el amor de mi vida—confesó Rubén mientras su voz se quebraba. Finalmente logró que las manos de Mangel quedaran libres.
Luego de eso, Rubén agarró las mejillas de su amado y le dio un suave beso. Para luego ayudarlo para que se levante.
Pero cuando estaban a punto de salir, la puerta se abrió de sorpresa dejando ver a Lucas.
Mangel se puso delante de Rubén como protegiéndolo y miro a Lucas como retándolo a que le haga algo a su novio.
—Mira que conmovedora escena...—dijo Lucas mientras soltaba una risa—. ¿Viniste a rescatar a tu héroe, Rubén?
—Déjalo fuera de esto, no es a él a quien quieres—dijo Mangel mientras gruñía—. Te mintió, Rubén, no se llama Lucas. Es Federico.
— ¿Federico? ¿El ex novio de Sofía?
—El mismo—dijo Lucas o mejor dicho, Federico—, aunque tú ya me conocías, ¿no, Mangel?
—Claro que lo hacía, te vi en fotos del departamento de Sofía—Mangel río—, sabía quién eras, qué querías, por qué Rubén.
—Igual, debo admitir que tu noviecito folla muy bien... para ser el primer chico con el que he estado, he disfrutado bastante rompiéndole el culo.
Y antes que Rubén pudiera agarrar a Mangel, éste camino rápido hacía Federico y le dio un golpe en la cara, rompiéndole la nariz. Pero no se detuvo ahí, siguió golpeándolo en el estomago, en el pecho, cuando éste cayó, empezó a pegarle patadas. Si Rubén no lo hubiera detenido, seguro Mangel mataba a golpes a Sebastián.
—Calma, calma... ¿Podemos irnos, Mangel, por fav...?
Un sonido de un disparo cortó la frase de Rubén. Lo siguiente que vio fue a Sofía con un arma.
Y luego, a Mangel en el piso, desangrándose.
—No—murmuró Rubén mientras caía de rodillas frente al cuerpo de su amado y lo agarraba de la cabeza. Podía ver como a Mangel le costaba respirar.
—Amor... lo siento...
—No, no, te voy a salvar, vas a salir vivo, no...
—Te amo—Las últimas palabras de Mangel fueron esas, porque luego su pecho se detuvo y sus ojos oscuros que tanto brillaban... quedaron sin vida.

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Uncover.
FanfictionNo se cuando fue que me enamore de él. No se si hubo en realidad un momento específico que dije "estoy enamorado". Creo que más bien se dio solo. No se si esta mal o si esta bien... ¿Pero acaso eso importa? ¿Algo de lo que nosotros dos sintamos... i...