43. Rubén.

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Encontré a Mangel sentado en uno de los bancos de la plaza.

No tenía la intensión de acercarme a él, pero se veía triste y la verdad que tenía ganas de ir hablarle.

Había quedado con Lucas en la cafetería, pero eso podía esperar, ¿no?

—Hola—dije mientras me sentaba a su lado. Sus ojos se movieron un poco para verme y luego volvió a correr la mirada—. ¿Mangel, estás bien?

—No importa—dijo mientras suspiraba y se pasaba las manos por el cabello despeinándose un poco.

Había pasado unos pocos días desde aquella vez que nos vimos dónde me preguntó si podía ir con él al médico, y yo le mentí diciendo que no estaba enamorado de él.

—Ya no me cuentas las cosas—dije mientras negaba con la cabeza.

—Como si tú me las contaras a mí—dijo, haciendo una sonrisa demasiado falsa. Se notaba. Lo conocía tan bien que sabía hasta cuando no sonreía de verdad.

—Mangel...

—Creí que ahora era Miguel—dijo mientras se levantaba y empezaba a caminar hacía las calles.

— ¡Eres un gilipollas!—le grité mientras me tragaba la angustia y las ganas de ir abrazarlo fuertemente.

—Gracias, mi hijo estará encantado en saber que su tío me ha llamado gilipollas cuando en realidad lo es él por fingir algo que no sentía—me gritó él en respuesta.

— ¡Púdrete!—le respondí mientras me levantaba de aquel banco e iba caminando rápido hacía la cafetería.

— ¡Púdreme!—escuché su voz en mi espalda y cuando giré un poco para verlo, estaba caminando rápido hacía mi.

— ¡Ya lo has hecho cagandote la vida con un hijo!—me he pasado. Joder, me he pasado. Hostia puta. Me había salido de la nada.

—No vuelvas a decir eso—dijo mientras me miraba seriamente—. Conmigo te puedes meter todo lo que quieras, Rubén, pero con mi hijo no.

—Mangel, no quise...

—De verdad, con mi hijo: no.

Luego de decir eso, se dio vuelta y empezó a caminar más rápido por las calles mientras yo veía como se perdía entre la gente que pasaba por ahí.

Pestañee rápidamente para no dejar caer las lágrimas mientras me giraba yendo hacía la cafetería.

Cuando llegué, estaba Lucas apoyado en la pared mientras miraba su teléfono.

—Hola—dije mientras le daba un beso en la mejilla—. Lo siento, llegué tarde. Me encontré con Miguel por el camino...

—Sí—dijo mientras hacía una mueca—, una de sus fans los vio discutir en medio del parque... lo están diciendo por twitter.

— ¿Tienes cuenta fandom?—dije con una mueca de burla. Realmente no quería hablar de aquello, y si una lo vio... bueno, a la verga: tarde o temprano se iban a enterar que no íbamos bien.

—Tengo twitter—respondió mientras se despegaba de la pared y sonreía—, uno se entera de todo.

—Anda, vamos—dije mientras suspiraba—, está haciendo frío—me crucé de brazos mientras empezaba a caminar.

Lucas empezó a seguirme mientras hablábamos, varias veces me preguntó sobre qué discutía con Mangel, pero le dije que eran asuntos personales. Creo que lo entendió, creo.

Cuando llegamos al departamento, empezamos a jugar a la play mientras bebíamos cerveza. La verdad que la estaba pasando bien con su compañía y además era guapo.

Y no sé cuando fue que sus labios acabaron en los míos.

Quizás era el efecto del alcohol, no podía explicar aquella escena, pero solamente sabía que yo lo estaba besando, o él me estaba besando, o ambos a la vez, no entendía. Y lo siguiente fueron sus manos sacándome la camiseta mientras las yemas de sus dedos me recorrían la cintura, acostándome debajo de él en el sofá.

Y sus labios, sus cálidos labios, me besaban el cuello mientras mordía lentamente para hacerme emitir jadeos.

No sé si era culpa del alcohol o de la excitación, pero esa noche quería hacerlo con Lucas.

Y además, él tampoco ponía ninguna retención cuando empecé a desabrocharle el pantalón.

— ¿Lo has hecho antes?—me preguntó.

—Sí—creo que le respondí.

— ¿Con Mangel?

Eso no respondí, simplemente me dediqué a seguir sacándole la ropa mientras él me sacaba la mía. Y sabía que si me ponía a pensar en Mangel, me iba a sentir peor.

Y lo siguiente que sentí fue que me puso de cuatro patas y empezó a besarme el hombro mientras se acomodaba para entrar.

Me puse nervioso.

Era la primera vez que lo hacía con otro que no fuera Mangel y no sabía bien como iba a ser, pero tomé aire y me preparé para que me penetrara.

Y lo hizo.

Y dolió.

Porque no lo hacía suavemente como lo hacía Mangel, adaptándose a mi cuerpo... no. Él lo hacía duro, rápido, tocando fondo con cada embestida... pero aún así fue una experiencia nueva y la disfruté.

Pero mi mente, mi maldita mente, tenía un nombre queriendo salir, queriendo gemir...

«Mangel.»

Me mordí el labio mientras me tragaba los jadeos pensando en mi jodido "mejor amigo" mientras llegaba al éxtasis.


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Tu querías que te dedicara el primer lemmon con Lucas, pues...  Agus, va para vos <3 (agusftrubenOMG) amarte y espero tus dibujos ahre.

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