Uncover.

24.

Mangel empezó a vestirse para la fiesta que haría hoy Alex, aunque no tenía muchas ganas de estar ahí, sabía que Alex no lo dejaría irse. Últimamente estaba muy encima de él, aunque Mangel entendía el porqué... estaba preocupado, pero le parecía un poco exagerado.

Además iba a ir Sofía y no podía irse aunque quisiera.

—Hey—le dijo Alex mientras entraba en la habitación de huéspedes—. ¿Estás bien?

Mangel simplemente lo miro seriamente.

—Sé que no estás para fiestas—Alex suspiro—, pero te va hacer bien desconcentrarte un poco.

—Lo sé, Alex—dijo Mangel mientras buscaba una camiseta—. Igual, después de esto tengo que ir a ver a Kevin...

— ¿Qué?

—Tengo que ir a darle el dinero así no dice nada—dijo Mangel mientras se despeinaba el cabello.

— ¿Tan... intimo es?

—No preguntes.

—Eso significa que sí.

Mangel simplemente lazó un suspiro irritado antes de ir hacía la sala.

Empezaron a llegar gente, Eva, Alvaro y Maximus habían llegado juntos; Sofía había llegado un poco más tarde. Pero Mangel no pudo creer cuando Cheeto entró y detrás de él... Rubén.

Mangel se quedó mirándolo hasta que se dio cuenta que Sofía lo estaba viendo, simplemente le sonrió.

—Que esto es una fiesta—dijo Cheeto mientras iba al estéreo de Alex.

Rubén río y Mangel sintió un nudo en el estomago, había extrañado tanto verlo así.

— ¡Miami me lo confirmó!—cantó Cheeto con Maximus y Alvaro.

— ¿Hay cerveza?—le preguntó Rubén a Alex. Alex simplemente asintió y señalo la cocina—. Voy a necesitar ayuda... ¿Mangel? ¿Me ayudas?—Rubén clavó sus ojos verdes en su... mejor amigo y sonrió.

— ¿No puede hacerlo otro?—dijo Mangel mientras miraba a Rubén.

Rubén sonrió.

— ¿Sofía?—le mostró los dientes en una amplia sonrisa—. ¿Me ayudas? Y así nos conocemos más y hablamos de... mi mejor amigo—Rubén no dejaba de sonreír pero la mirada que le dio a Mangel, sabía que no estaba de broma.

—Oh, venga—dijo Mangel mientras caminaba hacía la cocina y sentía los pasos de Rubén detrás de él—. ¿Qué coño haces?—dijo Mangel apenas se cerró la puerta de la cocina.

—Buscar las cervezas—dijo Rubén mientras abría la heladera y sacaba poco a poco de una.

—No, en serio, ¿qué haces, Rubén?

Rubén le hecho una mirada a sus ojos oscuros.

—Solo vine a la fiesta. Ellos también son mis amigos, ¿sabes?

—Sí, pero...—Mangel se detuvo y le hecho una mirada a Rubén, a todo su cuerpo—. ¿Has estado comiendo?

— ¿Y a ti que te importa?—le respondió Rubén. Él sabía que Mangel odiaba que le respondan con otra pregunta.

—Sí me importa, por eso te pregunto.

—Sí, Mangel, he estado comiendo—respondió Rubén girando los ojos.

—Estás más delgado—Mangel frunció el ceño y Rubén notó el tonó de preocupación en su voz—. Se te notan más los huesos...

—Mangel...