Prefacio

190K 12.4K 550
                                    

El mundo corporativo amaneció esta año nuevo con una noticia que dejo a todos sorprendidos, en todos los medios la noticia de que la presidencia del emporio metalúrgico Brahuer quedó en manos del hijo menor de Margaret Brahuer, Hudson Hartley; a conmocionado a los mercados, quienes no acaban de asimilar como el "hijo pródigo" está al frente de este gran corporativo y no su hermano mayor.
Todos esperaban que Bennedit Hartley fuera quien asumiera este papel, ya que ha sido él quien a estado a lado de su padre desde que esté asumió el mando de este gran corporativo después de que el padre de su esposa, Helmuth Brahuer falleciera, dejándolo como sucesor absoluto del emporio que surgió de la fusión de la empresa metalúrgica con el emporio petrolero de Charles Hartley padre de Johan Hartley.
Las bolsas de valores de Londres y Alemania tienen un caos total ante los acontecimientos, la especulación económica es enorme al saber que alguien inexperto y hasta ahora en el anonimato, toma las riendas de esta empresa.
El joven Hudson Hartley Brahuer nunca antes había tenido los reflectores puestos en él, esta noticia sigue sin creerse ya que...

- ¡Puedes dejar de leer toda esa mierda Max! -sólo escuchar su nombre y sentía que las fuerzas para respirar se iban poco a poco. Tenía que calmarme, tomarla contra Max era lo más injusto que pueda hacer.

-Nena estoy leyendo una revista de negocios, no es ninguna mierda y lo sabes

-Max por favor, sabes que aborrezco que me digas "Nena", por favor no vuelvas hacerlo -suplique.

Quien haya dicho que el tiempo cura las heridas y es el mejor aliado para un corazón roto, definitivamente está demente y es un maldito optimista ciego; alguien que no ha vivido lo que es que te rompan el corazón dos veces de la más horrible manera. Alguien que no sabe que es confiar plenamente en quien más amaba y que a cambio recibió abandono y dolor.

Escuchar a Max llamándome como él tantas veces lo hizo, provocaba que mis entrañas se retorcieran; no soportaba escuchar ese apelativo de nadie, sólo escuchar esas palabras producía un enorme nudo en mi interior y unas inmensas ganas de llorar me invadían.

Había huido de Londres un año atrás, buscando cualquier manera de alejarme de todo el dolor que él había causado en mi vida, no soportaba los daños colaterales que su abandono había traído a mi vida y a las personas que me rodeaban.

Ver la tristeza e impotencia de mi familia ante todo lo que tuve que pasar para superar mis problemas alimenticios, era agotador. No lo soportaba más, sentía que estaba hundiéndome en un pozo del que me sería muy difícil salir.

Cuando tuve la mínima oportunidad acepte la beca a Francia, otorgada por una de las casas publicitarias más importantes de este país L AGENCE COM.
Mi familia no lo tomo bien, decían que aún no estaba del todo recuperada y que estando lejos estarían todo el tiempo preocupados por mí, pero yo ya no podía seguir ahí, necesitaba urgentemente una nueva vida, una vida que me hiciera olvidarlo por completo.

Sin embargo escuchar su nombre después de 13 meses seguía causando una punzada de dolor constante en mi pecho. Apenas había pasado un año, pero todo seguía doliendo igual o tal vez más. Nadie se podía imaginar cuanto me había dolido su traición y más aún su abandono después de haberme entregado a él, después de haber escuchado palabras hermosas y su "te amo", Dios sabe que eso es lo que más dolía.

Cada día, cada hora, cada minuto anhelaba que estuviera a mi lado, anhelaba su sola presencia cerca de mí, su voz, su tacto... sus besos. No podía olvidarlo, no lograba hacerlo, espere y espere por él durante semanas e incluso meses.

Todos los días, esperaba que me llamará y dijera que estaba bien, que había regresado por mí para nunca volvería a alejarse de mi lado; por más extraordinario y patético que parezca lo hubiera perdonado, y creído en cada palabra que me digiera. Creería en sus excusas por más tontas que sonarán, creería en él, porque lo amaba con todo mí ser.

Es inevitable que al inicio el rechazo sea lo que reinara en mi interior tal como la primera vez lo hizo, pero no fue así, lo primero que hice fue preocuparme por él y saber si estaba bien o no, si le había pasado algo o tal vez algo estaba mal con su familia y me necesitaba, pero nunca supe nada, él siguió sin aparecer y tenía que hacerme a la idea, una dolorosa realidad de que no le importe en absoluto.

De todas las decisiones que tome en ese tiempo, de la que menos me arrepiento es la de haber venido a Francia, me han pasado cosas increíbles que hacen que el dolor me dé algo de tregua. Francia es un país hermoso que no creí conocer algún día, si bien no estaba muy lejos de Inglaterra, el vivir aquí seria costoso para mí.

Sin embargo conocí a Max, un gran hombre que ha hecho tanto por mí que no sabría cómo pagárselo, sin conocerme realmente, me dio un techo donde vivir, me dio cariño y demasiada comprensión, que muchas veces no merecía por tener demasiadas cosas con las que preocuparlo. Cada día me ayudaba a dejar las tristeza de lado y me hacia reír todo el tiempo. Cuando había momentos en que la tristeza y dolor se apoderaban de mí aquí estaba él para apoyarme en todo y hacerme salir de ese hoyo.

Y aquí estaba yo en medio del desayuno, siendo una mala agradecida, actuando como una loca histérica cuando escuche su nombre, su maldito nombre otra vez, después de estos largos meses lo volvía a escuchar por primera vez y la noticia de que asumiría el control de esas importantes empresas me caía como un balde de agua helada, porque comprendí que volvió a usarme y me dejo tirada en su departamento como un objeto más, no peor que eso porque mínimo su ropa y objetos valiosos se los había llevado con él, yo era menos que eso en su vida. No signifique nada para él, solo un juego, un maldito y estúpido juego, al que se tomó la molestia de engañarla dos veces, decirle cosas hermosas para que volviera a caer.

Dios que estúpida era, que ingenua y patética soy, pero no más, no sería la misma mocosa ingenua que se dejó utilizar dos veces por el mismo hombre, esto debía servir para darme cuenta de que Hudson nunca me amo, que me utilizo y volvió a su mundo como si nada hubiera pasado sin importarle el dolor que había causado en mi vida. Yo podría hacer lo mismo, podría olvidarlo, bloquearlo de mis recuerdos para siempre, será como si nunca hubiera existido y rogaba al cielo nunca volver a verlo en mi vida.













¿Creen que podamos tener los primeros 1000 votos? Vamos chicas ustedes pueden, ya hice mi parte les toca hacer la suya...

vamos por esos 1000 votos y sigo ;)





Sólo a ti te puedo amar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora