Kanade |Naruto|

Capítulo 30: Verdadero objetivo.

30

¡Todo o nada! ¡Siempre tienen que dar algo a cambio de poder!

Narrador omnisciente.

R E S U B I D O

Sakura comenzó a acelerar el paso en cuanto Kanade comenzó a desaparecer entra las personas que caminaban por las calles de Konohagakure, a pesar de que le gritaba una y otra vez que se detuviera, esta no lo hacia.

Kanade, detuvo su andar en cuanto la presencia de Sakura ya estaba lo suficientemente lejos, esperando a que no la siguiera más. Tenía que aclarar su mente y con Sakura hablándole no lo iba a lograr del todo, ella trataría de hacerla entrar en razón y quizá lo lograría si le decía lo muy agradecida que estaba por haberla salvado de los ataques de sus compañeros.

No necesitaba darle explicaciones a nadie.

Observó un edificio lo bastante alto como para despejar su mente, así que comenzó a saltar hasta llegar a la azotea de este y se sentó, obteniendo la fantástica imagen de toda la aldea a su alrededor.

— ¿Que sucede contigo? —se preguntó, esperando alguna respuesta por parte de su subconsciente.

Los recuerdos de Itachi venciéndola regresaron a su mente y sintió como el odio se apoderaba de su cuerpo, quería gritarle al mundo entero todo lo que odiaba a Itachi, pero eso sonaría ridículo. Sobre todo cuando ni siquiera pudo golpearlo, aquella mirada tan fría que le enseñó no era nada comparada con la que él la miraba. A Itachi, solo le bastó algunos golpes para hacerla caer al suelo sin aire —más bien un rodillazo—. Lo cual era mucho más vergonzoso y eso, lo odiaba en serio. Detestaba ser tan débil y las ansias de hacerse más poderosa se acumulaban de ella.

Recordaba a la perfección lo que sucedió con Itachi aquel día de la masacre Uchiha, aquellas palabras que él le había dicho para que acumulara odio en su interior y sed de venganza, habían funcionado. Estaba desesoerada por conseguir el poder que no tenía y vencer a todo aquel que se le pusiera de frente.

Sintió un enorme dolor en la marca de maldición que Orochimaru le había colocado y no pudo evitar colocar la palma de su mano en dicho sitio para apretarlo con un poco de fuerza, esperando a que dicho dolor desapareciera.

Su expresión cambio a un de tranquilidad en cuanto elndolor desapareció y regresó su mirada a la aldea pero, una sonrisa apareció en su rostro al reconocer a alguien que estaba a su espalda. Así que se dio media vuelta encontrándose con el cabello plateado del Jounin a cargo de su escuadrón y no pudo evitar cruzarse de brazos para demostrarle que no le tenía miedo a lo que fuera a hacerle.

— ¿Qué es lo que busca? Tuve suficiente al ver a mis compañeros pelear y no estoy lista para un sermón, debería de dárselo a ellos —indicó, dejando caer sus brazos a los costados.

—Te diré lo mismo que le dije a Sasuke hace unos minutos... —la azabache enarcó una ceja—. Tienes que soltar la venganza, olvidate de ella y sigue con tu vida.

— ¿Es en serio? ¿Esta tratandobde que entre en razón? —preguntó incrédula, mirándolo con los ojos abiertos y señalándolo con el dedo índice—. ¿Usted quiere que olvide por lo que vivo mi día a día?

—Eres diferente a Sasuke, de eso estoy seguro. Tú, eres una persona que puede escuchar sermones y en cualquier momento toma decisiones diferentes, eres entrenada por Bushido por eso. Eres igual a él —dejó en claro, llevándose una mirada de fastidio como respuesta.