Kanade |Naruto|

Capítulo 34: El inicio del entrenamiento.

34

La nueva ninja medico de Konoha: Uchiha Kanade inicia su entrenamiento.

Narrador omnisciente.

C A P Í T U L O          A G R E G A D O

Kanade, concentró el ninjutsu médico en el cuerpo inerte del pescado colocado en un gigante pergamino, llevaba unos minutos tratando de recibirlo y estaba segura de que con su habilidad, conseguiría alcanzar el objetivo de Tsunade – sama. Cerró los ojos por unos segundos y en sus manos sintió, como el pez comenzaba a moverse así que los abrió de nuevo encontrándose con él, escapando de sus manos para lanzarse de nuevo al estanque de donde lo sacaron.

Tsunade – sama dio dos pasos hacia ella con una sonrisa de satisfacción, en tres semanas logró el objetivo que le planteó, demostrando la gran cantidad de chakra que tenía en sus manos. Estaba orgullosa, de eso no cabía la menor duda y por aquel avance, tendría que reunirse con su esposo para darle toda la información acerca de lo que su discípula logró en el corto tiempo de entrenamiento.

¡Es que apenas llevaban tres semanas entrenando! Si seguía avanzando de esa forma, conseguiría finalizar su entrenamiento en menos de año y medio —a pesar de que solo les dieron un año—, por ello, sería ruda con ella para que no se rindiera jamas y diera todo de su parte.

—Increible, haz logrado almacenar el chakra suficiente como para darle vida a un enorme pez —halagó, sin recibir respuesta alguna.

Kanade, retrocedió unos cuantos pasos y observó el lugar donde llevaba acabo sus entrenamientos, dándose cuenta de que ya se había acostumbrado a él a pesar de que al principio se negó. Todo le recordaba a al tercer Hokage, ya que él la invitaba a visitar dicho lugar para enseñarle algunas cosas interesantes que guardaban los libros viejos.

Miró en dirección a las escaleras tras escuchar como alguien se acercaba y en cuanto la persona apareció, sus labios se abrieron levemente ya que desde que su entrenamiento comenzó, dejó de verlo. Su cuerpo aún seguía vendado y su mirada azulada aún reflejaba aquella esperanza que siempre demostró, su sonrisa transmitía alegría y confianza.

— ¡Serás la mejor médico de Konoha – ttebayo! —gritó con seguridad y Kanade se encogió de hombros.

— ¿Qué haces aquí, Naruto? —el chico nervioso, se rascó la nuca. Kanade, dejó a un lado su entrenamiento para acercarse a su compañero de equipo.

—Solo quería volver a la costumbre de ir al Ichiraku Ramen a comer como hacíamos antes —admitió y Kanade, miró por encima del hombro a su sensei quien asintió con una pequeña sonrisa.

Kanade, tomó de la mupeca al rubio para arrastrarlo por las escaleras del edificio del Hokage y pronto, sintió como Naruto se lebraba de su agarre hasta llevar la palma de su mano contra la suya, transmitiéndole una extraña calidez. Al salir del edificio, miraron por ambos lados para ver si alguien conocido podría acompañarlos y al no ver a nadie, continuaron por su camino tomados de la mano; era claro que desde que Sasuke la abandonó en el valle del fin, Kanade, encontró apoyo en los miembros de su mismo escuadrón.

Soltó la mano de Naruto en cuanto las personas comenzaron a susurrar sobre ellos y decidió caminar en silencio, dándose cuenta de como el rubio se sonrojaba ante las especulaciones de las personas de la aldea. Un puberto que pasaba por ahí, sescuchó todos los rumores y una clase de impulso lo obligó a tomar una piedra para apuntarla en dirección a la azabache.

No podía soportar el hecho de que aquella chica aún estuviera en la aldea y que también, anduviera como si nada por las calles esperando a que todo mundo la tratara como cuando el tercer Hokage aún estaba vivo.