Kanade |Naruto|

Capítulo 24: Lazos.

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Hasta siempre, tercero

Narrador omnisciente.

C A P Í T U L O         A G R E G A D O

— ¡Naruto! —gritó la azabache, impulsándose hacia el cuerpo del rubio que caía al suelo con rapidez.

Estiró ambos brazos sosteniendo el cuerpo de su compañero, impidiendo de esa manera que su cuerpo impactara en la tierra tal y como el de Gaara. La azabache, abrazó con fuerza el cuerpo sin fuerza de Naruto, sintiendo como la sangre de este comenzaba a bajar por sus brazos sintiendo lo espesa que era.

Un delicado empujón obligó a Kanade a soltar al rubio, quien comenzó a arrastrase en la tierra con su barbilla demostrando que no era capaz ni siquiera de mover las piernas y los brazos. Por ello, recibió una mueca de tristeza que causó impresión en Sasuke que veía todo desde una distancia considerable, él, estaba ocupándose de Sakura quien aún permanecía inconsciente y Paku, se mantuvo al margen de la situación por la que Naruto estaba pasando.

El cuerpo de Gaara yacía tirado a unos cuantos metros de distancia del séptimo escuadrón, miraba directamente a Naruto con una mueca de desesperación y miedo, como si le tuviera una especie de pánico al rubio que fue su vencedor. Kanade, pudo notar que el chico no podía mover su cuerpo y por ello no intentaba huir de su compañero, que cada vez se acercaba más.

—Naruto... Es suficiente... —murmuró la azabache, tras escuchar los gruñidos del chico al arrastrarse por medio de la barbilla.

El cuerpo de Naruto se detuvo a una distancia considerable, llamando la atención de su grupo, que aún permanecía mirando cada una de sus acciones sin entender que era lo que realmente pretendía en el estado tan débil que se encontraba. Kanade, comenzó a sentir una especie de remordimiento, siempre fue dura con Naruto cuando se reunían o lo hechaba de menos al insultarlo diciéndole que era un idiota, pero muy por detrás de todos esos insultos estaba segura de la admiración y los celos que sentía por él.

Cada día, le enseñaba como lograba cambiar a las personas por medio de su actitud tan perseverante y fuerte. Nunca se daba por vencido y se determinaba a enseñar sus capacidades a quienes una vez lo menospreciaron.

— ¡No te acerques! —rogó Gaara, recibiendo la mirada sorprendida de Kanade.

—El sufrimiento de estar solo, no es de esta mundo, ¿verdad? —Naruto, levantó el rostro hacia el pelirrojo, enseñándole toda la tristeza que sentía—. No sé porque entiendo perfectanente tus sentimientos, duele de verdad. Pero ahora tengo gente que es importante para mí... —comenzó a arrastrarse con la ayuda de sus rodillas y Kanade, caminó lentamente hacia él—. No dejaré que los hieras, si lo haces, te detendré aunque tenga que matarte —continuó lamzando una advertencia.

— ¡¿Por qué arriesgas tu vida por unos desconocidos?! —preguntó desesperado y Kanade se detuvo para escuchar lo que Naruto fuese a responder.

—Mi soledad, aquel infierno... Me sacaron de él y han aceptado mi existencia. Son muy importantes para mí, esa es la razón —finalizó.

Kanade, decidió acercarse al rubio percatándose de que Sasuke ya se encontraba a una distancia corta de ambos y se colocó de rodillas para mirar a su compañero quien permanecía viendo a Gaara que a diferencia, este miraba hacia el cielo despejado tal vez analizando cada una de las palabras que Naruto le dijo. Cualquiera se cuestionaría su manera de hacer las cosas luego de escuchar un discurso del rubio, él, tenía algo en su interior que provocaba que las personas pensaran de nuevo antes de actuar como lo solían hacer.