¿Me... Enamoré? (Jungkook Y Tú)

Capítulo 29

—¡Hola! ¿Qué te trae por aquí? Pasa... —se hace a un lado y extiende su brazo en señal de que me permite pasar.

Asiento leve con mi cabeza y paso mirando el piso. Una vez dentro, suspiro y voy al tema sin rodeos.

—Perdón por venir sin avisar pero... ¿Jungkook está? Necesito hablar con él... —ofrezco disculpas y explico el motivo de mi llegada tan repentina, pero es que no puedo pos ponerlo mas.

Ayer, cuando terminé de hablar por teléfono, llamé a Jungkook por su nombre pero no me contestaba, comencé a buscarlo pero no lo encontré. Se había ido.
Lo llamé al celular para explicarle el porqué de mi acción pero no me contestaba, saltaba directamente a la casilla de mensajes; pero no es porque tenga el celular apagado, él mismo me cortaba la llamada.

Me sentía muy mal, y quería terminar de hablar rápido para estar con él, pero al mismo tiempo no. No pude evitar que no se vaya, y ahora quiero remediar mi error. Pero no puedo hacerlo si no se me da la oportunidad.

—Salió hace rato... —me contesta Nam Joon rascándose la cabeza—. Pero ya debe estar volviendo —me dice mirando la hora en su reloj de muñeca, que desde aquí, parece de oro; y automáticamente suelto un suspiro.

No fue a la escuela y ahora cuando vengo casualmente salió, siento que me está evitando y no quiere verme. Ni siquiera se toma el trabajo de escucharme o algo, nada. Ni siquiera sé para que me molesto, no vale la pena estar atrás de él cuando ni quiere oír lo que tengo para decirle. Está actuando como un niño.

—Si quieres puedes quedarte a esperarlo —propone y me percato de que ya lleva puesto un abrigo. Se ve que justo estaba por salir y yo lo estoy atrasando.

Queriendo arreglar mi error, termino generando otro.

—Gracias, pero no quiero molestar —hablo. No me gustaría que pierda su compromiso por culpa mía. 

Mejor vuelvo otro día o espero hasta el lunes a ver si se digna en ir a la escuela.

—No molestas, siéntete como en tu casa, adiós —es lo último que dice antes de tomar unas llaves que parecen ser suyas y salir por la misma puerta que entré.

—Pe-pero Nam Joon... —intento detenerlo pero no me escucha.

Suspiro rendida y me saque mi abrigo para colgarlo en el respaldo de una silla.

"¿Habrá alguien?" es lo primero que pienso estando sola en semejante mansión, cuando de repente escucho unos ruidos provenientes de arriba. Busco la escalera y comienzo a subir cuando me detengo en el último escalón para descubrir de donde viene el ruido, y es de la segunda habitación a la derecha.

—¿Sabes dónde está Jungkook? —habló una voz ronca que reconocería en cualquier lado.

La curiosidad invadió mi cuerpo al escuchar su nombre, y a paso lentos me acerque a la puerta.

—¿En serio? ¿Pero no era que el estaba enojado con ella?

Es una conversación telefónica de Yoon Gi. Pero, ¿de que hablaría? Al intentar acercarme más para escuchar coloco mucho peso sobre la puerta y esta se abre dejándome a la vista de él cayendo al suelo.

Maldición.

—¿___? ¿Qué haces aquí? —Yoon Gi tapa el micrófono del celular y me pregunta, sin transmitir emoción alguna.

—Estem... Yo... —balbuceo cosas sin sentido mientras juego con mi brazalete y siento que el calor llega a mis mejillas sin permiso alguno.

—Mas tarde hablamos —vuelvo a escuchar la voz del pelirubio dirigiéndose a su remitente y corta la llamada, dejándolo sobre el escritorio.