Sentí mucha curiosidad por la pregunta de Jungkook, la verdad podría salir cualquier cosa de su boca.
—Qué hoy después de la escuela vengas a mi casa a jugar videojuegos —soltó. Apenas lo conozco y ya quiere que vaya a su casa, la idea está genial, pero es incómoda—. Sólo así, te perdonaré. —terminó él.
Rodeé mis ojos y suspire frustrada, el lado positivo es que al menos tengo que hacer mientras Sun He no está.
—Está bien —contesté. Mi respuesta logró que en la cara de aquel chico se formara una sonrisa de oreja a oreja.
—De acuerdo, a la salida te veo en el portón del colegio —hizo una pequeña reverencia y se marchó. Al escuchar el timbre, subí corriendo las escaleras para llegar a mi salón pero me detuvieron.
Un grupo de chicas, para ser exacta son cuatro, una castaña y las otras morochas como Sun He. No eran feas, pero tampoco tan lindas, usan maquillaje y ropa de diseñador, de seguro son las populares. Esto me huele mal.
—¿Cómo puede estar MI kookie con una cualquiera como ésta? —preguntó la castaña haciendo énfasis en la palabra que indica posición. Lo de cualquiera lo ignoré, pero lo de "Mi Kookie", me dejó impactada.
¿Acaso sea la novia de él? No creo, si no estarían juntos todo el tiempo. Me digne a ignorarlas y seguir mi camino pero una de las pelinegro me detuvo.
—No lo comprendo —continuó—; te vistes horriblemente común, no te maquillas y eras fea. —ahora si colmó mi paciencia. Suspiré hondo tragándome unos insultos pensando fríamente lo que voy a decir.
—Nunca he sido una chica presumida que no sabe que ropa ponerse y se maquilla todos los días, es más, nunca me he maquillado y tampoco sé hacerlo. Lo sé, raro para mis dieciséis años. Pero es que odio el maquillaje, entiendo que te hace lucir más guapa, pero para venir a la secundaria a estudiar no hace falta. Claro, si vas a estudiar, no a zorrear. —confesé. Quedaron boquiabiertas, les regalé una sonrisa victoriosa y me di media vuelta para de una vez por todas salir de ahí, pero corrieron para quedar en frente mio.
—¿Sabes lo que eres? Una estúpida fea. —habló la pelimarrón.
—No me importa lo que pienses de mi. Al fin y al cabo yo no pienso en ti. —dije. Esto realmente ya me esta artando. Y no falta mencionar la nota que me pondrán por entrar tarde.
—No te acerques más a Jungkook o verás las consecuencias —me amenazó acercándose dejando nuestros rostros a unos centímetros de distancia. Pasó tan cerca mio que hizo que nuestros hombros chocasen, solo la ignoré y volví a mi salón.
Es la primera vez que me pasa algo así, en toda lo vida nunca he tenido problemas. Jamás imaginé que el primero fuese por un chico. Primero "es el popular"; luego todas las chicas lo felicitan y ahora tres chicas pasan a amenazarme de que no me le acerque. Siento que hay algo de lo que no me entero, pero bueno, no debe significar nada, debe ser popular solo porque las chicas pensarán que es "atractivo", sé que tiene una linda sonrisa, unos lindos ojos, es amable; pero yo no le encuentro el sentido.
Entré al salón y el profesor me preguntó por qué tardé, sólo le dije que estaba hablando por teléfono, no quiero que se enteren de lo que pasó. Tomé asiento y el profesor continuó hablando hasta que sonó el timbre que indicaba cambio de hora.
Las últimas dos clases pasaron rápido hasta que sonó otra vez el timbre, pero esta vez indicaba la hora de salida. Yo me tomé el tiempo en guardar mis cosas, no como mis compañeros que salen echando fuego. Me coloqué la mochila y luego de guardar mis libros en el casillero salí de la escuela. Cuando estaba llegando al portón alguien me toca el hombro, me volteo para averiguar quien es y me encuentro con el idiota que me chocó, me pregunto que querrá ahora.
—Hola —me saludó—. Te tardaste. ¿Vamos? —sonrió.
—¿A dónde? —pregunté confundida. No tengo ni la menor idea de lo que habla.
—A mi casa... Vamos a jugar videojuegos. —me recordó.
—Ohh... Es cierto, que flojera —me había olvidado por completo que hoy iba a ir a la casa de Jungkook.
Comenzamos a caminar y el trataba de entablar una conversación pero solo contestaba con: "Si", "No", "Tal vez", "Jamás". Caminamos al rededor de diez calles hasta llegar a una casa demasiado enorme y hermosa. Me sorprendí mucho, quizás él sea popular por que es millonario o algo así. Me hizo pasar primero, la sala principal es muy amplia y hermosa. Consta de tres sillones, una alfombra, una mesa ratona y un mueble con porta retratos y algunos trofeos. Las paredes pintadas con un lindo Azul Francia y el piso era de cerámicos muy delicados. Jungkook pasó enfrente mio y soltó un "Sígueme", y así hice.
Entramos a una sala similar, pero esta tenía 2 puertas, una en cada extremo, piso de madera, las paredes pintadas de rojo, un televisor y una consola y varios juegos.
—Ponte cómoda, voy por bebidas —habló.— ¿Qué quieres?
—Agua está bien —contesté. Al decir eso se fue por la puerta del otro extremo.
Empecé a recorrer la sala, es muy hermosa y cómoda. Pude visualizar debajo de la televisión los juegos que tiene: de acción, carreras, aventura, football, basketball y de zombies. Tiene al rededor de diez mandos, me pareció extraño hasta que recordé que vive con sus Heng, Hungs, algo así.
—¿Ya decidiste cual quieres jugar? —me preguntó entrando a la sala con 2 botellas con agua.
—Sip. Quiero jugar al Call Of Duty —lo señalé— en modo guerra.
—Genial —colocó el juego en la consola, prendió el tele, tomó los mandos y nos sentamos en el sofá—. Te advierto —me miró y extendió el mando— que soy muy bueno jugando videojuegos —sonrió.
—Solo porqué no me has visto jugar —lo tomé y dirigí mi vista al televisor.
Empezamos a jugar, él es realmente bueno, pero no tanto como yo. Nos encontramos en la ultima ronda, estoy apunto de perder, pero hice una técnica especial y lo maté por detrás.
—¡Ey! —exclamó él.— ¿Cómo hiciste eso?
—Un verdadero jugador nunca revela sus secretos —sonreí de lado.
—¡Revancha! —y empezó una partida nueva.
Así estuvimos por cinco partidas, dos las gané yo, una él y las otras dos empatamos.
—Eso demuestra que aún tienes mucho que aprender —tomé de la botella de agua.
—Eres muy buena. ¿De dónde aprendiste a jugar así de bien? —me preguntó.
Estaba tan feliz por el momento que estábamos pasando hasta que me preguntó eso y mi sonrisa desapareció. Yo aprendí a jugar de Alan, el me enseñó todo lo que sé. No me di cuenta cuanto lo extraño hasta este momento. Se formó un nudo en mi garganta y mis lágrimas pedían a gritos salir.
—Digamos... Que me enseñaron... Oye, ¿Dónde está tu baño? —cambié de tema antes de que me notara débil.
—Por el pasillo la primera puerta a la izquierda —me indicó sin despegar su vista de mi. Asentí y me fui.
Me lavé la cara borrando todo rastro de pequeñas lágrimas que lograron escaparse de mis ojos en el transcurso del camino. Cuando me estaba secando la cara y manos; de repente la puerta se abre de manera brusca, creando una brisa de aire que recorre todo mi cuerpo haciéndome estremecer y se me hizo imposible no emitir un grito de miedo, lo que hace al chico responsable, que igual grite, pero éste lo hizo con su voz un poco mas gruesa que la mía.
—¿¡Quién eres?! ¿¡No te enseñaron a tocar!? —pregunté alterada. ¿Que hubiera pasado si habría la puerta cuando estaba haciendo mis necesidades?
—¡¿Quién eres tu?! ¡Yo si quiero no toco en mi casa! —me gritó.
—¿Tu casa? —pregunté confundida. Debe ser uno de los hermanos de Jungkook.
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¿Me... Enamoré? (Jungkook Y Tú)
Fiksi Penggemar____ es una chica de ____ (tu país) que, literalmente, el padre la llevó obligada a viajar con él, sin decirle ese tan famoso motivo que tanto aflije el corazón del señor, a Seúl, Corea del Sur. Allí tendrá que comenzar una nueva vida, nueva casa, n...