Te espero,
como espero el sol en la mañana.
Hace siglos que te fuiste,
pero te espero,
con la misma esperanza de ayer,
con la misma esperanza de hace años.Te espero en el mismo lugar de siempre,
con una rosa ya marchita
y un barquito de papel.
Han nacido raíces en mis pies,
pero te espero.
Me ha escupido el cielo miles de veces,
pero te espero.Te espero,
porque es todo lo que tengo.
La esperanza de verte llegar
es lo único que me queda de ti.
Ya no tengo nada,
sólo una mente desolada
y una silla ya estropeada por los años
que me acompaña en este cuarto,
gélido y mugriento.Me duele el pecho
y no puedo ignorar el hecho
de que tu foto ya no me mira como antes.
Mi almohada ya no me escucha,
sólo me queda tu ausencia,
y la duda de si podré volverte a ver
antes del fin de mi existencia.Te espero,
a ti y a la muerte,
pues son las únicas mujeres
que podrían salvarme.Espero que vuelvas,
espero que entres por esa puerta
y me expliques porqué te fuiste,
llevo años esperando una explicación,
y aunque no hay razón para esperar tal cosa,
te espero,
porque te llevaste mi corazón.Te espero,
con incredulidad;
pues sé que eres feliz.
Mas si alguna vez careces de alegría,
aquí estoy.
Lo que ves es todo lo que tengo,
pero espero que entiendas
que todo es tuyo.Te esperaré siempre,
pues eras lo que siempre había esperado,
ahora que te fuiste, mi corazón,
ya congelado,
se murió el día que te despediste.Te espero,
como espero la luna en la noche,
la miro buscando algún indicio,
pero este frío me desconcierta.
No creo que te vuelva a ver,
aún así,
voy a dejar la ventana abierta.