Aquí nos vemos una vez más;
tú contra mi,
pero no creas que soy tu enemigo,
por el contrario,
eres mi más fiel compañera.Hermosa soledad,
entra en mi vida;
yo te siento limpia,
te confundo con la libertad y te acepto.
Me encanta el silencio,
añoro la oscuridad.Tú me das la paz
que éste mundo insensible me quita,
tú entras en mi vida
y me haces escribir.
Porque las cosas más bellas
salen cuando estás aquí.Porque la melancolía es tan bella,
que me hace apreciar la humanidad,
y con debilidad me tomas,
a veces eres demasiado fuerte, estrujas mi corazón,
pero me haces resistente.Aquí estoy, frente a ti,
sabia musa oscura
que se desnuda ante mí.
No te voy a mentir,
nunca podría,
eres testigo de mis afligidas noches,
eres testigo de mi perdición.Te añoro cada noche,
porque es en cada noche
que me conviertes en un bohemio
sin remedio.Entra en mi vida,
no tengo las amantes,
que decían quererme,
no tengo a los amigos,
que decían apoyarme.
Sólo estás tú,
soledad inoportuna, pero serena. Tantos te odian,
yo me acostumbré a tu frío.Pero no me importa el clima,
ésta cama fría
parece crecer más cada noche,
no tengo tiempo para el júbilo
ni para el derroche,
sólo para que llegue la tranquilidad.Tranquilidad sumisa
que me abraza tímida,
acompáñeme esta vida
y no te vayas jamás.El mundo me dio la espalda,
la penumbra me acogió,
ahora entre sus brazos
salen estos lamentos;
lamentos perpetuos.
por eso te amo, soledad;
porque eres la paz
que necesito para ser libre.
Porque eres la calma
en la tempestad.Esta noche congela,
pero me gusta así,
no tengo nadie que me caliente,
pero me gusta así.
Al comienzo carcomías mis cimientos,
ahora no hay penas ni sufrimientos
que carcomer.
Me encuentro vacío
como las nubes,
me encuentro adormido
como el papel.Tómame hoy, tómame siempre.
El delirio de amar a alguien
no volverá a pasar.
Lo que tengo es una soledad
que me acompaña con vehemencia
a donde voy.Pero la soledad no es mala,
la amo por que me acompaña,
me gusta el silencio porque no miente,
disfruto la oscuridad porque no es superficial.Es hora de partir;
me consuelo en tu regazo,
y en tu regazo me abandono.
Este frío intenso con nada se compara,
adiós mundo cruel,
te veo por la mañana.