Te pienso una vez más.
La noche se disfrazó de nostalgia,
la perfección se disfrazó de ti.
Te fuiste como llegaste,
a pesar que nunca me amaste;
llegaste,
y eso fue lo importante.
Pusiste mi mundo patas arriba
y ahora que la oscuridad arriba,
me dices que te vas.
Te vas a un mejor lugar,
te vas a un lugar sin mi.
No te vayas todavía;
aún queda pan en la alacena,
aún queda amor en nuestras vidas.
Nunca te pedí amor ni comprensión,
nunca te pedí más de lo necesario.
Yo te di todo de mí,
mi alma, mi tiempo,
mi espacio.
Aún así, no es suficiente.
Nunca lo es.
Te me vas tú con mis sueños,
¿y qué me dejas?;
Una soledad de campanario,
unas fotos que me ven a diario,
una vida sin destino,
un destino sin horario.
No te vayas todavía;
aún entra la luz por la ventana,
aún hay esperanza en nuestras vidas.
¿Quién va sonreír en las mañanas,
si no estás tú?
¿a quién voy a entregar mi ser,
si no hay razón de ser sin tu presencia?
No te pido clemencia,
no pido amor eterno,
sólo pido que te quedes hoy.
Tú eres todo lo que tengo,
tú eres todo lo que soy.
Y si decides quedarte un día más,
lee esto mañana
y quédate de nuevo.
Hasta que mis palabras se cansen,
hasta que este cobarde corazón
te deje ir.
No te vayas todavía;
aún queda amor por hoy y poesía.
Aún queda mucho por decir,
aún queda mucho por vivir.
No sueltes mi mano aún,
nos queda un viaje que emprender;
nos quedan muchas lunas,
nos queda un mundo que recorrer.
No desfallezcas todavía,
no me sueltes;
no te olvides de tus promesas,
no me dejes a mi suerte.
Por suerte tengo tu fotografía,
por si algún día me faltas;
pero por favor,
no te vayas todavía.
Eres el sueño que me topé en la esquina,
eres la vida que no quiero soltar.
Yo soy un amor que desafina,
yo soy el hombre que siempre te va a esperar.
Pues a diferencia de Sabina,
no bastarán quinientas noches para olvidar.
