3. Problemas.

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-Elyza-

Desperté, Alicia seguía dormida. Miré por la ventana del coche, algunos caminantes habían alcanzado nuestra posición y caminaban entre los coches, cerca nuestro. Decidí no despertarla, ya que la alarmaría, y no debíamos hacer ruido. Me quedé inmóvil asomada a las ventanillas tintadas del monovolumen, a penas sin moverme. Esperando a que se alejaran. 

Alicia se movió, desvié mi mirada hacia ella. Se veía jodidamente angelical cuando dormía, como si no hubiera pasado nada de esto, sus facciones estaban relajadas, "Es pre...POR DIOS. ELYZA. Céntrate!" pensé para mis adentros. Tras unos minutos, los caminantes se alejaron, no había ninguno cerca del coche, por lo que podría despertar a Alicia sin alarmarlos.

Le dí un toque en el hombro, no reaccionaba, seguía profundamente dormida. Volví a intentarlo, también sin respuesta. -Alicia- le susurré en el oído, emitió un sonido gutural -Alicia...- le dije un poco más alto, zarandeé su cuerpo y abrió los ojos, apartándose rápidamente de mi -Joder, no te recordaba- dijo ella alarmada- Ey, soy Elyza- asintió, tenía los ojos como platos -Ya sé quien eres, pero no me esperaba que siguieras aquí, tampoco me esperaba que me despertaras- me reí ante su actitud -A contrario que ellos yo no muerdo- apartó su vista de mi, se sonrojó "Venga, ¿Ahora que he dicho?" pensé. -¿Vamos?- le pregunté. 

Una vez más miré por las ventanas antes de salir del monovolumen para asegurarme de que era un entorno fuera de peligro, se había convertido en mi rutina. Abrí la puerta del maletero y salimos cautelosamente, primero yo y luego ayudé a Alicia, la cual todavía estaba un poco dormida. Cada una cogió un bidón de gasolina y los llevamos como pudimos hasta la moto -No me convence mucho- me dijo Alicia cuando llegamos hasta ésta, la miré -¿Por qué?- no sabía a lo que se referia -Meterá mucho ruido, si quieres desplazarte coge un coche o una bicicleta, pero no una moto y menos aún deportiva- me reí ante el hecho de que tenía razón, asentí y alcé mis cejas mirándola -Tienes razón morena, tienes razón ¿Buscamos otro?- ella me sonrió -El coche donde hemos dormido parece buena opción, ¿No crees?- le dije, ella asintió -Espera aquí con los bidones- me dirigí hacia el auto. A diferencia de las motocicletas, si sabía hacer puentes a un coche. En unos minutos estaba listo, poca gasolina pero lo suficiente para moverlo los metros por el arcén. Bajé la ventanilla a la altura de la posición de Alicia -Ey nena, ¿Subes?- le dije imitando la voz de un hombre, ésta se echó a reír, me emocionó saber que se estaba riendo por mi culpa. Bajé para ayudarla con los bidones y los cargamos en los asientos traseros. 

- Antes de irnos quisiera echar un vistazo a unos cuantos coches más -cerré la puerta del maletero -Puedes quedarte dentro del coche si quieres no tardaré mucho- ella asintió, me llevé un saco negro de plástico que llevaba en mi mochila y me alejé del coche. Caminé unos cuantos metros y comencé a abrir los maleteros que creía que no habían sido aún saqueados. Con mirar en al menos dos decenas de coches conseguí cuatro chocolatinas y dos botellas de agua, no estaba muy segura de que fuera potable, pero al menos teníamos un recipiente en condiciones "¿Cómo busca la gente?" pensé. 

Abrí el maletero de un coche demasiado confiada y encontré un brazo agarrándome del mío, intenté zafarme pero me agarraba muy fuerte. La puerta del maletero terminó de abrirse y vi como un caminante surgía de el -¡Mierda!- con la mano que me quedaba libre no alcanzaba a la pistola, le di una patada y su torso se desmembró de la parte inferior de su cuerpo, debido al peso caí hacia atrás, el caminante sobre mí, acercando su boca a mi torso para morderme, en ese momento un disparo acabó con su lucha. Eché el medio cuerpo a un lado, me levanté y dirigí mi mirada hacia la dirección en la que había oído el disparo -¡Gracias!- corrí hacia ella y la abracé. -Ey no pasa nada- acarició mi pelo y apretó su cuerpo contra el mío, yo hice lo mismo. Sentía tan bien abrazar a alguien después de este tipo de situaciones.

Me separé de ella quedando nuestros rostros a unos pocos centímetros -Alicia... Yo...- vi moverse algo detrás de ella, la empujé a un lado, saqué mi cuchillo y lo lancé al caminante -¿Cómo coño he hecho eso?-miré a Alicia, miré mis manos y me acerqué al caminante para quitar el cuchillo de su cráneo. -A veces por la adrenalina puedes llegar a hacer cosas que no sabías que podías hacer- se acercó a mi y me acarició el hombro -Bueno, ¡Ya nos hemos salvado la vida mutuamente!- dijo entusiasmada, se giró y se fue al coche. Me puse en el asiento del conductor, ya que ella había elegido el del copiloto, daba por hecho que no sabía conducir. Nos abrimos paso poco a poco por el arcén, rozando con algún coche. Hasta que uno se interpuso en el camino. - Bajemos, voy a necesitar tu ayuda para apartarlo- le dije. 

Bajamos del auto y ella se puso a un lado del coche y yo al otro, empujamos pero el coche no se movía. -El freno de mano- le dije a Alicia, ella se encontraba en la parte del coche donde no había ventanilla, metió medio cuerpo suyo dentro, la puerta estaba atascada y tiro de la palanca, el coche se movió hacia delante, con Alicia aún con medio cuerpo dentro del vehículo. Colisionó contra el muro de la carretera, no pude parar el coche -¡Alicia!- salté por el capó del coche y saqué a Alicia -¡Alicia!- grité sacándola -Mi costado, cuidado con mi costado- se llevó la mano al costado derecho -Apóyate en mi- le dije. La ayudé a meterse en el coche -Ahora vengo- cerré la puerta.

Me subí al coche que habíamos intentado mover por la ventanilla sin cristal, sorprendentemente arrancó a la primera a pesar de los daños debidos al choque. Me volví a subir al monovolumen -Ey ¿Cómo estas?- su cara reflejaba dolor -No muy bien, me he hecho bastante daño- no me gustaba verla así -lo siento, pude haber movido el coche arrancándolo pero por no perder tiempo, elegí la opción absurda...- ella cogió mi mano- No ha sido tu culpa. En realidad no ha sido la culpa de nadie- me sonrió con una mueca de dolor, le devolví la sonrisa -Creo que tengo pomada para los hematomas en el botiquín, si quieres te doy- tragué saliva -La pomada, me refiero- Alicia se sonrojó- Perdón, no quise decir eso... Yo...- ella se echó a reír cautelosamente para no hacerse daño -Tranquila, vamos atrás y me masajes la zona, ¿Bien?- abrí los ojos completamente.

Cogí la crema de mi mochila, ayudé a Alicia a salir del coche y a volver a entrar por el maletero. Se tumbó en la parte de atrás, descubriendo su torso para poder darle bien la crema. Antes de tocarla calenté mis manos frotándolas y echándoles el aliento lo más caliente que pude.

Eché la pomada en mis manos y las esparcí por su costado. Noté como los bellos de su cuerpo se erizaron ante el tacto de mis manos con su piel, ahogué un suspiro. Alicia cerró los ojos. Según masajeaba su costado soltaba pequeños gemidos de dolor, al igual que las muecas de su cara. Se mordía el labio y eso causaba algo en mí que hacía mucho que no sentía. Sin darme cuenta estaba acariciando el abdomen de Alicia. Al darme cuenta de lo que estaba haciendo volví a la zona del golpe -No me importa que me toques- dijo ella sin abrir los ojos, yo simplemente seguí masajeandola. 

Al de unos minutos terminé. Limpié mis manos de crema en mi ropa. Intentando no hacer mucho contacto visual con Alicia la ayudé a subir a su asiento y emprendimos el viaje hacia Kansas City. Iba a ser un viaje muy largo.

Apocalipsis. Soulmate. #Lexark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora