Apocalipsis. Soulmate. #Lexark.

13. Ten Cuidado.

He tenido un problema al actualizar. La última parte no se publicó bien, así que espero que en esta, al menos esté el capítulo entero. Siento las molestias.

Claudia.

-ELYZA-

Al día siguiente, cómo habíamos hablado fuimos al mercado. Salimos de la suite con nuestras mochilas y armas, pero no todas, solo las de cuerpo a cuerpo. Subimos al coche y nos dirigimos al aparcamiento. Estaba cerca del hotel, a 100 metros. Pero para el transporte de las cosas era muy útil. Aunque teníamos porque se nos hiciera insuficiente.

Alicia se sentó en el asiento del copiloto, como en anteriores ocasiones. -Madera, clavos y martillo... ¿Algo más?- me preguntó, repasando mentalmente lo que teníamos que coger o buscar- Mmm...Igual algo para reforzar el coche... ¿Que te parece?- miré a Alicia un segundo, apartando la vista de la carretera -¡Cuidado!- un caminante se interpuso en nuestro camino. -¡Mierda!- Paré el coche. El cadáver había sufrido algunos daños en la parte frontal, y la luna ahora tenía una araña en el cristal.

-Joder...- susurró Alicia -Ahora si o si tenemos que tunearlo- me miró y asentí. Con la punta de mi cuchillo retiré trozos de carne del morro del coche y de la luna delantera. El coche arrancó sin problemas, pero debíamos reforzar urgentemente la carrocería. Pero ¿Cómo?

Llegamos al parking. Como la última vez, aparqué en la puerta, la experiencia nos enseño que era buena idea. Había algunos caminantes en la zona, lejos. Ni siquiera se enteraron de que estábamos allí. Nos acercamos a las puertas. Comenzamos a dar golpes en los cristales para que los caminantes se acercaran. -¿Lista?- preguntó la morena, cortó la cadena, yo asentí. Ella retiró lo único que nos separaba de esos monstruos y corrió a mi lados, saqué dos cuchillos y Alicia su machete, me fije en que había personalizado la empuñadura con un puño americano -¡Me gusta!- le dije.

Ambas nos miramos, pero no por mucho tiempo. Los lentos caminantes empezaron a venir hacia nosotras. No dábamos a basto con los cuchillos. Cabeza, fuera, cabeza, fuera. Un reguero de cadáveres nos rodeaba. El último salía por la puerta -¡Este es mío!- dije corriendo hacia el caminante y cortando su cabeza en dos de un solo movimiento.

-Joder...- dijo Alicia -Nunca te había visto así- me miraba extraña -¿Pasa algo?- se acercó a mi y me cogió cariñosamente del brazo -No, yo... Vamos- me solté suavemente de su agarre y camine dentro del almacén.

-ALICIA-

Estaba convencida de que a Elyza le pasaba algo, como había actuado con ese caminante no era normal. Desde lo de la pasada noche no volvimos a besarnos ni a tocarnos. No sabía si tenía que ver con eso, pero cuando le agarré el brazo fue el primer contacto físico del día, y duró más bien poco.

Elyza caminaba decidida por los pasillos del mercado. Llegamos a la zona de ferretería, estaba todo hecho un completo desastre, tampoco debería impresionarme ya que todo estaba igual. -Mierda...- susurró la rubia a unos pasos por delante de mi. Tornillos y clavos invadían el suelo. -Ten cuidado, arrastra los pies- advirtió. Conseguimos pasar esa parte del pasillo, no tenía salida así que a la vuelta tendríamos que volver a cruzarlo.

Mirábamos todas las baldas y cajas de muebles del almacén. -¡Aquí hay tablas!- grité al abrir una caja. Elyza dejó de urgar entre las baldas y vino a mi lugar -Bien, ayúdame a cargarlas, las llevaremos hasta la camioneta- sin mirarme, cogió la madera de un lado y yo del otro. Cruzamos con cuidado el pasillo de clavos. Dejamos la tabla en el mono-volumen y volvimos.

Estaba tan absorta en mis pensamientos que me olvidé por completamente de los clavos en el pasillo y pisé sin cuidado alguno -¡JODER!- Elyza que iba delante mío se giró. yo me agarré a una balda.Tenía un clavo en mi pie -Te dije que tuvieras cuidado- dijo fríamente. La miré. Ese no era el tono que me esperaba en ningún momento. Comencé a llorar, por el dolor físico y por las palabras de esta. Elyza me miró, la expresión que tenía en su cara reflejaba culpa. -Lo siento- susurró acercándose a mi. Fue a cogerme de la mano para ayudar a levantarme y posarme en ella, no la dejé. -No me toques- le dije en el mismo tono que ella había usado anteriormente. Nuestras miradas se conectaron, éramos frías. ¿Que había pasado?.

Elyza fue a la parte final del pasillo, yo me senté en una balda, evaluando mi herida, toqué el clavo, dolía a horrores, no podría correr en caso de que la cosa se pusiera fea. Miré como Elyza buscaba algo. Tras unos minutos volvió con un rastrillo en sus manos. -Se nos tenía que haber ocurrido antes- dijo mientras comenzaba a barrer los clavos hacia la pared. No la miré, estaba demasiado concentrada en mi dolor. Cuando terminó vino en mi dirección. Sin mediar palabra me cogió en sus brazos -¡¿Que te crees que estás haciendo?! ¡Bajame!- intenté bajarme. Pero Elyza me agarró con más fuerza y se puso a andar hacia la salida.

No me quedó otra que dejar que me llevara. Me fijé en su rostro. Tenía la mirada perdida, me abracé a ella. Llegamos al coche y me sentó en el asiento del copiloto. Todo sin decir nada. Cerró las puertas del almacén y subió al coche. Arrancamos dejando atrás el grupo de caminantes que habíamos matado momentos antes.

-¿Podrás subir por la escalera vertical?- me preguntó Elyza, aparcando en el callejón. -Creo que si. Bajé del coche apoyándome en la puerta, pasé sobre mi otra pierna, dando saltos a la pared. -¿Estas segura?- preguntó bajando la escalera vertical. Asentí. Me dejó paso. Cogí un peldaño con mis manos y de un salto puse el pie en el correspondiente. -¿Estas segura?- volvió a repetir Elyza. No dije nada. Avancé un peldaño con mis manos y de otro salto, agarrándome fuertemente con mis brazos, logré avanzar. Hice lo mismo una vez más, pero no calculé bien donde poner el pie sano y me resbalé, quedándome colgada. Elyza sin ningún pudor puso sus manos en mi trasero y empujó.

Eso no me lo esperaba. Coloqué de nuevo la pierna y conseguí subir al rellano de la escalera normal. Elyza iba tras de mi, vigilando si me caía. Me agarré a la barandilla, y escalón a escalón con saltitos, conseguí subir.

Una vez en el apartamento me senté en el sofá. El pie me dolía a horrores. Elyza se fue a la cocina y trajo un balde con agua de la bañera y un trapo. Lo dejó en la mesa. Se dirigió al minibar y cogió una botella suya de Whiskey. Se arrodilló ante mi. -Déjame curarte- susurró cogiendo mi pie y poniéndoselo sobre su regazo. Seguía con el calzado puesto. -Te va a doler...- dijo Elyza mirándome. Asentí, dándole paso para que quitara la zapatilla. Desabrochó los cordones y los quitó, pero el clavo atravesaba la suela. -A la de tres...- asentí- Una, do...- no había llegado a tres y tiró del zapato. Tuve que ahogar un grito desgarrador en el cojín que tenía cogido. -¿Estás bien? ¿Quieres agua?- negué, me incorporé y cogí la botella de Whiskey. Le di unos cuantos tragos. -Sigue- dije dándole la botella y limpiándome las lágrimas que no pude contener.

Con un paño mojado en agua, la rubia limpió mi herida. Mas tarde echó sobre esta un chorro de Whiskey, lo que escoció mucho, pero comparado con el dolor que había sentido a la hora de quitarme la zapatilla con el clavo, no era nada. -¿Tienes la antitetánica puesta?- la miré raro -¿La vacuna?- pregunté, ella asintió. -Creo que si, hace unos meses me corté con un columpio de metal en el culo... Tengo una cicatriz enorme- Elyza dejó entrever en su boca una sonrisa, pero rápidamente la borró mientras vendaba mi pie. -Reza por que siga haciendo su trabajo- dejó mi pie suavemente sobre el suelo, cogió mi zapatilla y sacó el clavo, estaba lleno de sangre -Menos mal que no te atravesó el pie, podría haber sido peor- dijo mientras se levantaba y se dirigía a la terraza -¿Dónde vas?- pregunté incorporándome sobre mi pie sano -Al almacén, nos hacen falta más cosas, esta vez usaré carrito- asentí -Te espero aqui- sonreí -No creo que puedas ir muy lejos ahora- me devolvió la sonrisa y me senté en el sofá al mismo tiempo que ella salía por la terraza -Ten cuidado...- Susurré para mis adentros.