Apocalipsis. Soulmate. #Lexark.

8. Escapatoria.

-CLARKE- 

Estaba dentro del coche, por suerte el maletero era amplio. Los caminantes no paraban de golpear los cristales, el coche se zarandeaba de un lado a otro como si fuera de juguete- Voy a morir aquí- susurré. Me hice una bola en la parte trasera, pegada a los asientos de atrás, en el medio, alejada de ambas ventanas. ¿Podría ir matando uno a uno con el cuchillo? Negué ante la idea, tarde o temprano me atraparían y me comerían, no era una posibilidad.

Pasaron minutos, sentía como la ventanilla del conductor empezaba a ceder, pero no se rompía del todo. Alargué mi cuerpo y puse los seguros, como si eso fuera a detenerlos. Me dio algo de esperanzas. No sé donde estaría Alicia, si estaría pensando en hacer algo para salvarme o se estaba tirando de los pelos. No sabía si estaba bien o si había hecho alguna locura.

Sólo podía escuchar los gruñidos de los seres. Después de unos segundos comencé a escuchar ruidos de cristal rompiéndose -Que coño...- pensé. Poco a poco los caminantes iban alejándose del coche en la dirección de la calle, el callejón se iba despejando poco a poco. Unos minutos después solo quedaba uno. Abrí el portón con cuidado, le di la vuelta al coche. Éste me vio, venía hacia mi, pero me adelante y de un golpe atravesé la sien del caminante con mi cuchillo. 

Miré hacia arriba, Alicia tenía botellas de licor en ambas manos... La distracción. Le sonreí. Bajé la escalera de acceso rápidamente, trepé y la volví a recoger. Estaba a salvo gracias a Alicia. Subí a mi ritmo las escaleras, llegué a la terraza. Al verme Alicia me atrapó entre sus brazos sin dejarme decir nada, tardé un poco en reaccionar, pero finalmente la abracé. Había estado a punto de morir, no era la primera vez. Pero nunca había estado en esta situación sola, con ms padres una vez nos pasó algo parecido, pero conseguimos escapar. Me vi desamparada, hasta que escuché ese ruido de cristales rotos. 

Me separé de Alicia, dejó las botellas de licor en el suelo y acarició mi mejilla tomándome de la mano derecha -No sabía que hacer... Y como a ninguna de las dos nos gusta el licor...- comencé a reír, ella lo hizo también -Gracias...- susurré, me miró a los ojos -No las des... No quería quedarme sola- me dio un golpe en el hombro y entró en la habitación. Estaba llena de todas las cosas que habíamos cogido -Tendremos que colocarlas ¿No crees?- le pregunté a Alicia, quien estaba abriendo una botella de champán -Habrá que celebrar que estás viva- dijo alzando una ceja, reí y bajé mi mirada al suelo. -¿Habrías tirado mi Whisky?- pregunté con media sonrisa -Habría tirado el Champán... Encima que casi mueres...¿Te voy a dejar sin lo que más te gusta?- Alicia estaba bromeando, algo épico -Lo segundo que más me gusta- susurré, pero no lo suficientemente bajo, lo escuchó -¿Y que es lo pri...?- la miré a los ojos e hice un gesto de obviedad -Oh, vale... -Alicia se sonrojó y volvió a concentrarse en abrir la botella. Parecía que se le estaba resistiendo. Me acerqué a ella y acerqué mis manos a las suyas, pidiéndole permiso. Cogí el champán y lo conseguí abrir -Malditos "abre fácil"- dijo Alicia, le devolví al botella con una sonrisa, esta le pegó un trago.

-¿Bueno?- le pregunté cogiendo una botella de Whisky dirigiéndome a la terraza -Buenísimo- me seguía. Ella se sentó en un sillón, yo en otro. A nuestra izquierda veíamos a los caminantes ya perdidos por no encontrar el centro del ruido al que habían ido a atender -Gracias- la miré, estaba sentada en el sillón con las piernas sobre los posa-brazos y apoyada en los otros, mirándome, asintió. Pasamos la tarde en silencio, bebiendo. 

Estaba anocheciendo. -¿Te gusta el Atún en lata?- le pregunté intentando levantarme. Me miró y dejó la botella en el suelo, se acercó a mi y me empujó contra el sillón -La cena me toca a mi, espera aquí-me quedé sentada. Terminé la botella, estaba tardando demasiado. Me levanté tambaleándome, cuando entré a la sala la mesa del comedor estaba despejada. Dos velas estaban sobre la mesa "¿Cuando las había cogido?", estaba preparando algo en la cocina -Ey- se giró -Se supone que debías estar borracha en la terraza- se rió y siguió cocinando -Pues estoy...borracha en la sala- me reí y me senté en la silla más próxima a la cocina, para poder observarla.