Apocalipsis. Soulmate. #Lexark.

20. Pasado.

ELYZA

-No, no quedan...- en la cara de Alicia se reflejó el horror. -¿Hay algún paño, toalla...camiseta muy rota? ¡Dime que hay algo!¡No pienso manchar mis vaqueros!- vi como se estaba empezando a alterar, debí haberlo intuido... Los comportamientos que estaba teniendo recientemente... Eran por algo, por esto. –A ver cariño, no pasa nada si manchas el vaquero... Nadie te va a decir nada...- le dediqué una tierna sonrisa –Que no me vea nadie no quiere decir que deba ir hecha un adefesio- reí tras esto último –No irías echa un adefesio ni con un montón de tierra en la cabeza- paré el coche.

-¿Por qué paras? ¿Pasa algo?- negué y sonreí. Quité el contacto y salí del coche. Lo rodeé y fui hasta la puerta de Alicia. La abrí y le tendí la mano. Su cara era un poema, ni siquiera yo sabía lo que estaba haciendo. Se soltó el cinturón y tendió su mano mientras bajaba del coche.

-Se está haciendo tarde Ely...- susurró mientras la pegaba a mi –Debemos encontrar un sitio donde quedarnos, por que lo de dormir en el coche...ya no me convence tanto- dijo sonriendo con esto último, asentí –No creo que lleve más de veinte minutos- le susurré en el oído mientras la abrazaba y apretaba contra mi cuerpo.

El verla "histérica" por el tema de las compresas me había hecho ver que Alicia, la chica de la que estaba enamorada...Esa chica dispuesta a hacer locuras con una extraña, dispuesta a unirse a esa extraña en un mundo apocalíptico, esa chica... necesitaba cariño.

Hundió su cabeza en mi hombro y yo llevé mi mano a su espalda para acariciarla. Besé su coronilla, en unos segundos tenía a piel de gallina. Me separé un poco de ella y uní nuestros labios, saboreando su esencia, como había hecho ya muchas veces. Tomé sus manos y las apreté entre las mías –Eres muy importante para mí- le confesé mirándola a los ojos –Ya lo sabía- dijo con un tono repipi. Volví a juntar nuestros labios. –Tú también lo eres... ¡Oh Dios, Ely!- ella miraba a un punto fijo tras de mí. "Caminantes" pensé. No, no eran caminantes.

Flashback

ALICIA

-No...¡No me toques!- ese tío no me dejaba en paz. ¿No había tenido bastante con perseguirme hasta la puerta de mi casa? –No nena, me has estado mandando señales toda la noche...no me voy sin mi premio- intentaba llegar a mi cuello, noté su lengua sobre mi piel y comencé a llorar -¡NO ME TOQUES!- logré empujarle y le dí una patada en el peor sitio a un hombre, en sus partes "nobles". Se calló al suelo y yo aprveché a abrir la puerta de mi casa, busqué las llaves. Pero antes de encontrarlas mi hermano Nick abrió la puerta de casa. –Oh Ali, ¿Estás bien?- yo asentí, estaba mirándome de arriba abajo para verificar mi respuesta. Dirigió su vista al chico en el suelo.

-¿Qué te ha hecho?- le miré a los ojos, los tenía húmedos aún de las lágrimas –Ali...- negué –Lo ha intentado, pero no me ha hecho nada Nick- hinchó su pecho y se dirigió al chico, le intenté parar agarrándolo por los hombros –Nick por favor, no...- tenía mas fuerza que yo asi que se zafó de mi agarré y llego hasta el chico –Nick, por tu bien, no le hagas nada- intentaba calmarle, no quería que mi hermano se viera involucrado en una agresión a parte de todos los antecedentes por drogas que ya tenía. -¡NICK!- mi hermano cogió al chico del pelo y lo levantó. Era bastante delgado, pero era fuerte. Le volvió a empujar para caer aún más fuerte -¡Nick déjale por favor!- él ni se giró para mirarme. Se puso encima de él y comenzó a pegarle puñetazos, yo sentía una impotencia enorme al ver que no podía hacer nada por pararle... Fui hacia él y le cogí por la cintura le empujé hacia atrás, intentaba zafarse de mí, pero envolví las piernas alrededor de él. –¡Te voy a matar, hijo de puta!- mientras Trend se levantaba del suelo, con el abdomen y la cara magullada nosotros nos levantamos, yo seguía sujetando a mi hermano.

Entramos en la casa y senté a Nick en el sofá, estaba muy alterado y yo era un mar de lágrimas. Nuestros padres no estaban, era el fin de semana de la graduación y al ser ellos profesores debían quedarse en la ceremonia hasta que finalizara para recoger todo... Sé que Nick al lado de Travis o mi madre habrían sido solamente caricias.

Nos calmamos tras varios minutos de un silencio un tanto incómodo. -¿Estás bien?- preguntó Nick, mirándome. Yo asentí y le sonreí –Gracias...- se acercó a mí y me abrazó. -¿Quién era ese?- me preguntó apretándome entre sus brazos. Cogí aire. –Ese era Trend Kalend... Era mi pareja para el baile de la graduación, creo que pensó que tendría alguna posibilidad conmigo- reí ante mi último comentario, el me miró seriamente –Alicia, no tiene gracia, parece mentira- se dejó caer en el sofá. -¿Y se puede saber por qué narices fuiste al baile con ese tío si no querías?- apoyó los codos en sus rodillas.

-Pues llevaba media vida pidiéndomelo, todos los años desde que empezó el instituto... Pero jamás pensé que la noche acabaría así, sólo quería quitármelo de encima- mis ojos comenzaron a empañarse, Nick me abrazó otra vez. –Ey, ya pasó- me estrechó aún más entre sus brazos –Tenemos que hablar con Mamá y Travis, ellos pueden abrirle un expediente o algo...- comencé a negar -¿Cómo que no Ali? ¡Ha intentado aprovecharse de ti!- Nick empezaba a enfadarse. –Si se lo dices será peor, todo el instituto se reirá de mi...- suspiró -¿Reirse de ti? Por favor... Mira- se levantó mirándome –Haz lo que quieras, pero si se vuelve a acercar a ti o a esta casa... Te juro que lo mato- tragué saliva. Nick subió a su habitación y yo me quedé en el sofá, esperando a que mis padres llegaran... Él tenía razón, debía decírselo e intentar que hicieran como si nada... No resultó muy efectivo.

Fin del flashback

ALICIA

No podía ser verdad... -Ey nenas ¿Os habeís perdido?- rió el tío que encabezaba el grupo. Todos tenían un arman entre sus manos. Machete, pistola, bate con púas, AK-47... Eran 5 e iban armados. Elyza se apartó de mí y dio un paso al frente –No, no nos hemos perdido. Vamos- me ordenó, abriendo la puerta, dispuesta a meterse en el coche. Yo sabía que esto no iba a terminar bien.

-¡Eh! ¡Vosotras no os vais a ninguna parte!- escuché cómo cargaban las armas. Y no me moví, no podía. Elyza cerró la puerta del coche y se situó a mi lado. Ambas subimos las manos a la altura de nuestras cabezas.