30. Lo imposible.

2.4K 219 4
                                    

-Elyza

Desperté junto a Alicia en la cama de la enfermería. Vi a una mujer sentada a los pies de la cama. Volví a cerrar los ojos, debido a la claridad. No había cortinas. Froté mis ojos y volví a dirigir la mirada a la silla. Ahí estaba.

Abrí los ojos de par en par.-¿Que haces aquí?-pregunté incorporándome. -Es una larga historia- menudos "buenos días"me habían tocado. Me senté en el borde de la cama, mirando hacia Alicia, que justo se había movido. No quería despertarla, debía descansar. -Hablemos fuera- dijo ella levantándose. Me puse las botas y salí tras de esa mujer. 

Una vez fuera de la enfermería me abrazó, no le devolví el abrazo. Estaba muy dolida con ella. -Te he echado tanto de menos- susurró en el abrazo. Le aparte lentamente. -Me abandonasteis en un bosque, a mi suerte. Permite que dude de eso- dije con rabia. Ella cogió aire y retiró con ansia los mechones de pelo que sobresalían de su coleta mal hecha. 

-No es lo que parece Ely...- le corté -Oh, pues es exactamente lo que parece, ¡Os marcasteis un Hanssel y Grettel!- agarré el pomo de la puerta de la enfermería con todas las intenciones de dejar ahí plantada a mi madre. Me agarró del brazo -Deja que me explique por favor- resoplé y asentí. Un rasgo de esperanza cruzó su cara.

-Tu padre y yo fuimos a por comida. Aprovechando que estabas segura y dormida. Podría defenderte de algunos en caso de que aparecieran...- alcé una ceja -O sea que me dejasteis a mi suerte -volvió a suspirar -Siempre has sido independiente Elyza, siempre has sabido defenderte, por un par de horas no pasaría nada- le hice un gesto con la mano para que continuara con su versión. -Nos encontramos con unos bándalos, nos despojaron de nuestras cosas, tenían pensado matarnos o sacrificarnos a los caminantes, pero justo un grupo de chicos de un campamento nos salvaron-puso sus manos sobra las caderas, en jarra-Días después, cuando nos recuperamos de la paliza que los desgraciados nos dieron, volvimos a donde te habíamos dejado- no daba crédito a lo que estaba escuchando, ella sonrió -Sé que no fueron  las formas, deberíamos haberte avisado, cuando volvimos no estabas...- alzó su mano para acariciar mi mejilla pero me aparté. -No pienso sentirme culpable por haberme ido de allí- le dije firmemente. Arrugó su frente -No es eso lo que pretendo Ely, eres mi hija y te quiero- ignoré lo que acababa de decir, estaba herida.

-¿Cómo llegasteis aquí?- me crucé de brazos y me apoyé en la pared, sin dejarla de mirar, desafiándola. -Nos pusimos en camino, por la carretera, pasamos Kansas... Allí nos encontramos con un grupo de buena gente, llegamos aquí y despejamos la torre. La adecuamos a nosotros...- la corté -Pero aún hay caminantes- afirmé, ella asintió -Si, en las plantas superiores...- asentí. -¿Cada cuando haceís la purga?- se quedó pensativa -La última fue ayer, por que los alterasteis, si no... Lo hacemos cada semana. No nos preocupa si estamos aislados de ellos- abrí la boca de par en par -¡Estaís conviviendo con la muerte! Tengo que hablar con Marcus... Cuida de Alicia- le ordené saliendo a paso ligero por el pasillo, en busca del hombre.

En realidad, no tenía ni puta idea de a dónde estaba yendo, no conocía la torre y tenía mil puertas. Recorrí pasillos desiertos, la gente aún no se había despertado. Un chico salió por una puerta -Disculpa- le pare, parecía recien levantado -Dime- una sonrisa inundó su cara -Busco a Marcus...- asintió y me dió las indicaciones para llegar a una sala enorme. 

Algunas personas estaban sentadas en sofás algo desgastados, supongo que sacados de la sala de juntas, tenían pinta de ser ejecutivos. Marcus estaba tumbado en uno de ellos, leyendo un libro. Me acerqué y me senté en la esquina -¿Qué lees?- bajó el libro de su cara -Elyza, que sorpresa verte¿Habéis descansado?- preguntó con media sonrisa en la cara,no hice ningún tipo de gesto facial, no olvidaba que era él quien había golpeado a Alicia. -Quiero unirme al equipo de purga de la torre, y se hará una todos los días- mi tono era firme, su expresión de "sonrisitas" cambió, ahora estaba serio. Cerró el libro y se sentó en el sofá, la gente que había estaba lejos, pero susurró- ¿Crees que puedes venir a darme órdenes?- negué -No, pero es lo mejor para nuestra estancia aquí, es mucho más seguro y yo pienso aportar todo lo que pueda a la comunidad- afirmé. El asintió repetidamente. -Tienes coraje Elyza... Tu padre también era así- levanté la cabeza, me miraba fijamente -¿Que le paso?- pregunté, con miedo a saber la respuesta.

Negó -No creo que yo sea el que deba responderte a esa pregunta Elyza, tu madre si- indicó detrás mío con la cabeza, me giré y ella estaba ahí, acompañada de Lindsay y Marie. Al verlas me acerqué a ellas y las abracé -¿Habéis descansado?- asintieron. -Tu madre nos ha dicho que ya habéis estado hablando- miré a mi progenitora de arriba abajo -Si- no podía haber contestado más seca. Ella se dió cuenta.

-Bueno chicas, venid conmigo que tenéis que desayunar- asentimos y la seguimos. Me puse a su altura -¿Cómo está Alicia?- ella carraspeó -Necesita descansar, no te asustes si en un par de días sigue dormida, se llevó un buen golpe. Le puse suero, no queremos que se desnutra.

Apocalipsis. Soulmate. #Lexark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora