Apocalipsis. Soulmate. #Lexark.

11. Wow.

-ELYZA-

   -Shhh- que nos van a oír- dijo tapando mi boca, mirando a la puerta. Estábamos muy cerca, demasiado... 

Al taparme la boca se quedó a escasos centímetros de mí.  Nos mirábamos fijamente a los ojos. Alicia separó lentamente la mano de mi boca, sin separarse ella. Bajé mi mirada por su cara hasta llegar a sus labios. Estaban entreabiertos, por mucho que me estuviera resistiendo, no pude evitarlo. Acabé con la poca distancia que había entre nosotras. Apresé sus labios con los míos. Durante un par de segundos ninguna hizo ningún movimiento.

Me separé lentamente -Lo siento- dije abriendo los ojos -No lo hagas...- susurró Alicia, cogiéndome la cara con ambas manos y acercándomela a la suya. nuestros labios se fundieron en un beso. No era un beso delicado y suave, no. Era un beso violento, con pasión, con necesidad. Mis manos se aferraban a su espalda, acariciándola. 

Se escuchaba el constante sonido de las gotas de lluvia impactando con los cristales, y nuestras respiraciones agitadas. Alicia llevó su mano  a mi cuello, acercándome más a ella si era posible. Seguíamos besando sin bajar el ritmo, al contrario, incrementaba. Nuestros labios no daban a basto sobre la boca de la otra. Su lengua rozó la mía, pidiendo sitio. Y le dejé pasar. 

Dirigía mis manos a su cabeza, a su pelo. Solté la coleta que llevaba. Cogía su pelo, acariciaba su espalda. Ella comenzó a bajar sus manos por mi pecho. De mi boca se escapó y sonido gutural, la necesitaba tanto. Separé mis labios de los suyos, los cuales estaban rojos e hinchados. Besé su comisura. Tiré de su pelo hacia abajo, lo que hizo que elevara la cabeza. Dejándome libre paso a su cuello.

Se acomodó sobre mi, puso sus piernas a cada lado de mis caderas, sentada sobre mí. Sin darme cuenta tenía las manos sobre sus caderas, acariciando la parte baja y masajeando sus glúteos. Ella con una mano sobre mi mejilla y otra bajando por mi pecho. Mi boca se apoderó de su cuello. Absorbía su piel sin parar, Alicia gemía. Mordí levemente su clavícula, ella se echó hacia atrás. -Eres preciosa- volvió su mirada a mi, era una mirada que aún no le había visto. Sus ojos eran más oscuros, sus pupilas estaban casi totalmente dilatadas. -Calla y bésame- susurró contra mis labios.

Los apretó fuertemente contra los míos, mordió mi labio inferior y tiró de el. Ahora era mi gemido el que se escapaba. Volvimos a besarnos, hasta hacernos daño en los labios. Me escocían pero no quería parar, no podía. Esos labios carnosos eran como droga para mi. Desde ese beso en el coche no había deseado otra cosa que volver a besarlos. Nuestras respiraciones luchaban una sobre otra. Agitadas. 

Sentí la mano de Alicia sobre mi abdomen, bajo mi camiseta. Sentí un escalofrío recorrer mi espina dorsal. Sentía todo por ella en ese momento. Me abracé fuertemente a ella y agarrándola por debajo de las piernas. La levanté, ella estaba abrazada a mi por el cuello y sobre mis caderas,no nos alejamos del sofá ya que volví a tirarla sobre el. Ahora yo estaba sobre ella. Ambas tumbadas en el sofá. Las manos de Alicia bajaron de mi cuello al extremo de mi camiseta, las coló por dentro, rozándome el abdomen. Nuestra respiración era entrecortada. Su mano subía dolorosamente lenta hacia mis pechos. Dios, necesitaba su tacto como necesitaba el aire.

Mis manos se colaron por la costura de su pantalón, clavé un poco mis uñas a la vez que las subía y bajaba por su tripa. Con la intención de dejarle marcas rojas sobre la piel. Se arqueó. Coloqué mi pierna entre las suyas y comencé a moverme rítmicamente. No separábamos nuestras bocas ni un solo instante. 

Comencé a subir mis manos hacia sus pechos, la camisa molestaba demasiado. Me senté a horcajadas sobre ella, dejé de besarla. Comencé a desabrochar los botones del pijama lentamente, mirándola. Ella arqueó una ceja -¿Estás jugando?- preguntó susurrando. Reí -Puede que si...- respondí desabrochando el último botón. Abrí la camisa lentamente, sin separar mis ojos de los suyos.