-Alicia-
A mitad de la noche unos gritos me despertaron, Elyza dormía plácidamente, tenía que saber que pasaba –Ely cariño- la zarandee un par de veces hasta que abrió los ojos -¿Qué pasa?- su voz sonaba tan dulce, se me hacía horroroso tener que despertarla –Despierta cariño, algo pasa, prepara todo, TODO- me levanté de la cama, me vestí rápidamente, cogí mi mochila de emergencias y mi arma, me aseguré de que tenía munición. A todo esto Elyza todavía seguía medio despierta sentada en el borde la cama.
-Date prisa Ely, ahora vuelvo, espérame aquí. Lista por favor- asintió, la dejé vistiéndose. Me dirigí a la zona de los gritos, varias personas estaban rondando la zona, empecé a escuchar disparos, las alarmas de los puestos de guardia comenzaron a sonar -¡Mierda!- volví a la tienda -¡Vamos, son caminantes!- los ojos de Elyza se abrieron de par en par. Se terminó de atar las botas, cogió su mochila y sus armas y nos fuimos al foco de los gritos, debíamos ayudar.
Sólo se escuchaban gritos, tiros y gruñidos. Poco a poco fui despertando de un trance en el que sin querer había entrado. Elyza estaba a mi lado, en su cara solamente podía apreciarse el horror.
-Vamos- la cogí del brazo y salimos por una de las puertas laterales de un puesto de guardia. -¿Qué haces? ¡Tenemos que ayudarles!- me gritaba Elyza, yo solo la agarraba del brazo, queriendo salir de allí. Pero se paró en seco. -¿Qué crees que estás haciendo?- ahora era ella la que tiraba de mi brazo para parar que siguiera alejándome de Arkadia.
-Tenemos que salir de ahí- le dije, queriendo volver a tomar la dirección, pero volvió a agarrarme del brazo. –Alicia, nos han ayudado, nos han acogido y ahora solamente te largas... ¿Dónde está la Alicia que conocí?- suspiré, ¿En qué me estaba convirtiendo?- Si nos quedamos, moriremos. No puedo perderte, no quiero...ni arriesgarme- musité la última frase –No me vengas con esas Ali, necesitan nuestra ayuda y yo se la voy a dar. Tú haz lo que quieras, yo me voy- cargó su arma y dio media vuelta hacia el campamento.
Tardé varios segundos en reaccionar, tenía razón. El miedo me había invadido por completo, no podíamos dejarles tirados, no podía, no me lo perdonaría jamás. Cargué mi arma, lista para la batalla y salí corriendo tras de Elyza.
Volvimos a Arkadia. El terror estaba sembrado. Algunas chozas estaban en llamas, la gente corría, gritaba, se escuchaban llantos y gruñidos por todas partes, acompañados de disparos. Por la parte de la verja pegada al bosque entraban los caminantes, se había caído la placa metálica. Nos dirigimos allí. -¡Para aquí!- me ordenó Elyza. Nos paramos enfrente de la vaya por donde entraban los zombies, y armamos una línea de fuego. Ely se quedó a la derecha y yo a la izquierda del flanco, se nos unieron dos chicas más. Disparábamos nuestras armas, una y otra y otra vez.
Entraban más y más, y las balas empezaban a escasear –¡Ve a por más munición!- me gritó Elyza -¡No! ¡Irás tú! ¡Durante un mes me han estado entrenando!- Elyza ya no disparaba, sólo me miraba. Se acercó a mi –Te quiero de vuelta- susurró. Yo seguí disparando, la vi desaparecer entre las chozas, camino del puesto de guardia. Me uní a las otras dos chicas -¿¡Dónde está todo el mundo!?- les pregunté, hablábamos a gritos debidos a los disparos. Era mi último cargador y los caminantes cada vez conseguían acercarse más y más.
La chica de la chaqueta roja me miró de arriba abajo –Se han ido o muerto, sólo quedamos nosotras- volvió a levantar su arma y siguió disparando. "¿Sólo nosotras?" pensé, no podía ser verdad, no podía. -¡Elyza! ¡Elyyyzaaa!- comencé a gritar su nombre sin soltar el dedo del gatillo. En un par de minutos llegó con dos bolsas de tela colgadas de cada hombro.
-¡Estamos solas!- le grité -¿¡Qué!? ¡¿Cómo que estamos solas?!- nos miraba a las tres con una expresión desesperada. -¡Dejad de disparar! ¡Vamos a buscar un coche!- dijo la otra chica, la cual se veía bastante fiera en la lucha. Cogí una de las bolsas y la colgué a mi espalda, la chica de la chaqueta roja hizo lo mismo. Corrimos al lado opuesto de Arkadia, ganamos bastante distancia con los caminantes.
-¡Vosotras dos buscad provisiones!- les gritó Elyza –Nosotras iremos a por el coche- me dijo a mí. Asentí, aproveché a cambiar el cargador agotado de mi fusil de asalto y seguí a Elyza. Parecía que estaba bien, que se le habían olvidado todos los dolores y problemas que tenía. No era la mejor situación, pero me gustaba verla así, con energía. Dando órdenes a diestro y siniestro.
Fui al "garaje" del campamento, quedaba un todoterreno, pero con razón era el último que quedaba, era de eje, de esos que no tienen carrocería, que están al aire, descapotables. Era arriesgado conducir uno de esos entre hordas de zombies, pero era la única oportunidad de sobrevivir que teníamos en ese momento. -¡Hay un coche!- grité. Elyza apareció y se subió al volante -¡Llaves Alicia! ¿Dónde están las llaves?- me miraba y yo buscaba por todas partes -¡Mira en la guantera!- le dije, mientras miraba en los asientos y el suelo del coche -¡Aquí están!- Elyza arrancó el coche. Las otras chicas subieron de un salto con las demás bolsas y salimos de allí.
-Ha faltado poco- dijo la de ojos azules, las cuatro reímos. Sentía bien salvarse. Bueno, es obvio que sienta bien, no hemos muerto. Nos estábamos curtiendo como supervivientes, y eso sólo podía ser algo bueno ¿No?
Todo estaba oscuro, las únicas luces que teníamos eran los focos delanteros del todoterreno. Elyza no quitaba ojo del camino, íbamos por una "carretera" si se le podía llamar así, que comunicaba el bosque con la autopista. -¿Vosotras quienes sois?- preguntó la chica de la chaqueta roja –Yo soy Alicia, y ella es Elyza ¿Y vosotras?- giré el cuello para mirarlas mejor, eran de nuestra edad –Yo soy Marie- dijo la chica fiera –Y yo Lindsay- el coche se paró en seco. –Elyza ¿Qué haces? Estamos en medio de la carretera- miré a Ely, que estaba con las manos al volante, con los ojos abiertos como platos. –No me lo puedo creer...- susurró. Se dio la vuelta y observó sus caras.
Solamente teníamos la luz de los focos y la luz de la luna, ningún otro tipo de iluminación -¡No puede ser!- se bajó del coche y se dirigió a los asientos de Marie y Lindsay -¡CHICAS!- les gritó Elyza. Empezaron a gritar, ellas se bajaron del coche y se abrazaron, y yo... Yo no entendía nada. Me quedé quieta, sentada en el coche. Asimilando lo que acababa de pasar. –Wow, el mundo es un pañuelo- susurré.
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Apocalipsis. Soulmate. #Lexark.
Fanfiction¿Serías capaz de reconocer al amor de tu vida?,¿Encontrarías a tu alma gemela en un Apocalipsis zombie? ¿Arriesgarías tu vida por una chica a la que acabas de conocer?