—¿Qué? ¿Qué onda Josefa? —dijo la maraca.
—A vo no te hablo, ahueoná.
—Andai pendiente de mí parece —se rió irónicamente.
—No ando pendiente de feas culias.
—Pero me pescan más que a vo, ups.
—¿Te aplaudo por ser maraca entonces?
Se quedó callá y me sentí toda una ganadora.
Miré al Joaquín, enojá para esperar su respuesta.
Y no dijo nada.
—¿Sabís que? Andate a la chucha, chao.
Me fui toda diva y subí al tercer piso, me dió rabia la situación pero onda, igual yo no tenía porque chucha meterme ahí hueón, si ya terminamos, impulsos culiaos hueones que me dan.
Deberían matarme, así no dejo crías :'(.
—Josefa, ¿Qué onda? Te esperé abajo y no estabai.
—Sorry Jesús, subí porque hacía frío.
—¿Te paso mi poleron?
—No, estoy bien, tranqui.
—Bueno, me compré un pan ¿Querí?
—No, pero gracias... oye ¿te puedo preguntar algo?
—Sí, dime no más.
—¿Tú me podríai hacer un favor?
–Eh sí po, dime.
—¿Viste a la Valeria denante con un hueón alto?
—No, pero después lo buscamos, ¿Qué querí que haga?
—Nada en especial, sólo sacarle información a la Valeria de que onda entre ellos.
Sí, lo sé. Estaba siendo psicópata.
—Ya dale, cuenta conmigo pa' lo que querai. —me dió un beso en la frente.
Tocó el timbre y entramos a la sala, la maraca de la Valeria estaba con un collac en la boca, la hacía parecer más maraca de lo que era, no sé como pude ser amiga de esa hueona, me da asco.
—Permiso.
—¿Y si no quiero moverme? —dijo riéndose burlescamente.
—Te muevo, zorra culia.
Pasé a la mala y le pegué su buen codazo.
Iba caminando toda victoriosa a mi puesto y sentí las garras de la Valeria en mi cabeza, me empezó a mechoniar por toda la sala, y yo me trataba de defender mordiéndola.
—¡SEÑORITA JOSEFA Y VALERIA, A MI OFICINA EN ESTÉ MINUTO!
Puta la hueá.
—¡Ella tiene la culpa! —dijo la Valeria.
—Pobresita, jurai que te creerán.
—¿Qué paso acá? —dijo la directora.
—Bueno, ella... me empezó a insultar muy feo y después empezó a morderme y yo.. sólo me defendí —se tapó los ojos y se puso a llorar.
—¡ES MENTIRA!
—A ver, mañana quiero a sus apoderados a primera hora en mi oficina, si no llegan serán expulsadas por violencia en el establecimiento.
Salí con la Valeria y me dijo que jamás iba a poder superarla en nada, le hice un hoyuo y la empujé.
No me devolvió el empujón, pero ni ahí, quería puro sacarle la cresta.
Aún tenía dando vuelta esa hueá cuando fue a mi casa y me dijo que no era lo que yo pensaba, ¿Qué chucha podría haber sido? Onda, la mina estaba chalá porque ahora me pega po.
Desvíe mi camino y fui al baño.
—Jose...
Miré pa' todos lados, asustá, no sabía quien chucha me hablaba.
—Acá Jose...
Miré a la puerta y era el Joaquín.
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Confié en una maraca.
Teen Fiction¿Hay algo más penca que tu mejor amiga te traicione? [Se ven hartos capítulos pero son cortos así que si erís flojo/a leyendo, vo' dale no más.]