#23

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—¿Quién es Pablo? —preguntó mi mamá.

—Un amigo.

—Espero no me mientas, ya sabís lo que pienso de las mentiras.

—Sí mamá. A las 4 me juntaré con él.

—¿Qué? ¿A quién le pediste permiso?

—Ay ya, perdón.

Me miró feo, y subí a arreglarme.

Nisiquiera me dijo donde juntarnos po hueón, asumiré que será en el parque porque casi siempre nuestras "juntas" eran ahí.

Me hice rulos en las puntas del pelo, y no mucho maquillaje porque ustedes cachan que esa hueá no me gusta.

Salí de mi casa, me fui pateando las piedras imaginando que eran pelotas, pero casi nunca podía mantener la hueá de piedra en línea recta, se me iba a la mierda.

Llegué al parque, y estaba ahí.

—Ni siquiera me dijiste donde nos ibamos a ver. —dije frunciendo el ceño.

—Chucha, se me olvido. Como casi siempre nos juntamos acá pensé que cachariai, así como me doy cuenta que si lo hiciste. Más linda.

—Ja ja. —Me crucé de brazos.

—¿Estay enojá? —hizo puchero.

—Mh sí, porque me dejaste plantada en el mall.

—De eso te quería hablar...

—Habla.

—Me pasó una hueá, cachai que choqué con una mina cuando iba camino al mall, la mina le dió cualquier color y me obligó a acompañarla al médico.

—Ah y tú erís perkin de desconocidas...

—No po, pero onda la mina igual se veía mal, y le conté que me iba a juntar contigo y me dijo; "Mi diili michi li ridilli, qiizis mi li quibri".

—¿Y tenía buen poto? —interumpí.

—No miro esas cosas yo. —se tapó la boca para disimular su sonrisa.

—Ja ja.

—Ya po déjame terminar, la cosa es que la acompañé y le mostré una foto tuya en el camino, y me dijo que te conocía.

Abrí las pepas.

—¿Qué? ¿Quién era? ¿Cómo se llamaba?

—Valentina... ¡No! Valeria.

QUÉEEEE, ¿TAN CHICO ES ESTA CAGA DE MUNDO? puta la hueá, tengo una maldición con esta maraca culiá.

—¿Cómo era físicamente?

–Mmh, alta, de pelo largo, usaba extensiones eso si...

—Ya sé quien es. ¿Y qué onda? ¿Qué más pasó?

—Después que salimos del medico, no tenía niuna hueá la mina, la acompañé a su casa, me hizo pasar y toda la hueá, ella me dijo que no había nadie. Yo pasé pero onda sin ninguna otra intención que nada más ser buena onda, y hueón, la mina se sentó en mis piernas y se empezó a sacar la polera, me decía, "tócame", yo la única hueá que hice fue decirle, me tengo que ir y volé raja de ahí. Tú sabís que tú erís la mina que quiero, y jamás te cagaría aunque no seamos nada aún, mí Jose.

Quede con el osico abierto, ¿Qué mierda le hice a ésta mina pa' que me haga estás hueás? Maraca y la conchetumare.

Confié en una maraca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora