#19

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—¡Sueltame! —alegué.

—Shh, no gritís.

—O me soltai o grito más fuerte pa' que me escuche tu polola.

—¿De qué polola hablai? —me soltó.

—De la Valeria po, ¿quién más?

—No es mi polola, no hablís hueas.

—Ah pa' que te hacís, si los escuché denante.

—Ya... ¿Y qué se supone que escuchaste?

—Le dijiste que era la más linda.

—Estaba hablando por teléfono con mi mamá.

—No, ella te respondió.

—En modo webeo.

Me quede pensativa, quizás era verdad y soy una pasá a rollos.

—Ya pero que me importa a mí, en volá yo estoy en algo ya.

—¿Tan rápido?

—Sí, igual que tú, quizás si no me hubierai dejado plantada por irte al mall con la ma... Valeria, estaríamos juntos.

—O sea que lo usai, veí aún me amai. Mi princesita.

—No me digai así, y ya no te amo, tú mismo hiciste que se me fueran los sentimientos por ti. —me cruzé de brazos.

—¿Por qué no me dai un besito? —hizo puchero.

—No hueón, ya te dije, estoy en algo. Y quiero respetar a mi mino.

—Faltame el respeto cuando querai. —se mordió el labio.

—Sale, voy pa' mi sala. —lo empujé.

—Pero mueveme po. —se rió.

—Imbécil.

—Tú más. —me abrazó.

—Dejame por fa Joaquín, te puede ver la Valeria.

—Que me mire po, ni ahí, me importai sólo tú, y erís la única mina en la que pienso.

—Ah, bacán.

—Pesá. —hizo puchero.

—Contigo sí.

—Ya po princesa, ¿Juntemos después de clases?

—No, quedé con mi mino ya.

—¿Y es más importante?

—Obvio que sí, no seai care' raja.

—Uy, que estay mañosa...

—Sí.

—Parece que te visitó el Andrés.

—Ahueonao, chao. —lo empujé con toda mi fuerza de hobbit.

Me fui corriendo a mi sala, ignorando su "Ya po, ven", me carga que los minos piensen que por andar pesás andamos con la regla, ahueonaos.

{• • •}

Ordené mis hueás pa' irme, era la única ahueoná en la sala. Me quedé dormida y ningún saco huea me despertó.

Alguien me agarró de la cintura y me asusté pensando que era el auxiliar tratando de violarme, pero no po.

—Princesa.

En ese momento hubiera querido que fuera él auxiliar.

—Correte por fa, o grito.

—Grita, no hay nadie.

—¿Qué hueá querís?

—A ti, te extraño mucho, quiero tu perdón, quiero hacerte feliz, quiero que volvamos a ser pololos, quiero eso.

—Ya es tarde Joaquín.

—Nunca es tarde, me importas y mucho. —me tomó la cara y me miró fijamente.

—Es tarde, yo ya estoy con alguien.

—Pero no lo amai de verdad, tú me amai a mí, al igual como yo a ti.

Quité su mirada de la mía y tomé mi mochila.

—Tengo que irme.

—No respondes porque sabes que es verdad.

—No, yo quiero al Pablo.

—Ahí está la diferencia, a él lo quieres, pero a mí me amas.

—Yo... yo traté de arreglar las cosas contigo, y tú no quisiste.

—Estaba celoso y enojado, se que fui tonto, y por eso te pido perdón, porque tú eres la mina con la que quiero estar.

Miré hacia el piso.

—Josefa dime algo por favor.

—Ya es tarde. —me acomodé la mochila y me dirigí a la puerta.

—Nunca lo será para nosotros. —me robó un beso.

Me alejé, yo no quería ese beso, yo quería al Pablo, ya me había decidido y no podía cambiar eso.

Confié en una maraca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora