Llamé a la Maca, me tenía preocupada.
Pero no, nuevamente no recibí respuesta, ojalá anduviera de carrete no más.
–¡JOSEFA! —Entró la Martina.
–¿Qué querís?
–¿Dónde cresta dejaste el secador?
–Ah, en el baño po.
–Lo he buscado por toda la casa y no está.
–Puta no es mi problema, cierra la puerta por fa.
Ayer había sido un día muy la raja y aún estaba feliz, no quería que ésta hueona amargá me arruinará mi felicidá.
Cerró la puerta y me puse mis audífonos pa escuchar unos audios que me habían llegado de la Maca.
¡Por fin señales de vida!
El audio decía: "Sorry maraca, andaba en el campo, vo cachai que no hay señal"
Zorra conchetumare, pensé.
Medio susto que me da la maraca culia y sólo andaba en el campo hueón.
Yo: Juntemos maraca culia😒.
Maracarena♡: Dale po.
Yo: Tengo que contarte algoo😍
Maracarena♡: P o J?😂
Yo: 😒 voy pa tu casa ahora.
Maracarena♡: te espero💋
–Mamá, voy a salir.
–¿A quién le pediste permiso?
–Al papá.
–Andai chistosa cabra de mierda.
–Ja ja ja, ya te aviso, si voy donde la Maca no más.
–Ya, ¿necesitai plata?
¿Khá? Me estaba ofreciendo plata y sin pedirle.
–Ya po, no estaría malo.
–Ya toma, pero hacela durar si. —Me pasó 10 lucas.
–Linda viejis. —Le dí un kiss en la frente.
Salí de la casa y fui a tomar la micro.
Me puse los audífonos y seguí rumbo a casa de Macarena. Ah, ponle colors.
Pagué el pasaje y me fui sentá atrás como la mafiosa que era.
Había un mino, se veía tela así que no me dio miedo sentarme con él.
Me miró y cruzamos miradas, fue una hueá rara, como que sentía que lo conocía de antes.
Nos seguimos mirando los dos como hueones hasta que por fin dijo algo.
–¿Te conozco?
–¿Te conozco yo a ti? —Pregunté.
–No sé, quizás, pero si te conociera dudo que te olvidaría.
¿Qué tipo de jote es éste?
–Ya, ¿quién erís? —Me reí.
–Me llamo Francisco, ¿tú?
–Josefa, hueón te juro que siento que te conozco de algún lado.
–No creo, debo parecerme a alguien que cachís no más. —Miró a la ventana.
–Puede ser.
–O quizás soy un viajero del tiempo, y vengo a reencontrarme contigo.
–Que miedo hueón. —Me reí.
–Tranqui, estoy webeando oh.
–Si caché, no soy tan hueona. —Me reí.
–¿Dónde te bajai?
–En un paradero más, ¿y tú?
–También. Buena.
-¿Y dónde vay?
–Dónde un amigo, ¿y tú?
–Dónde una amiga.
Nos reímos al unísono.
–Que miedo, fuera de webeo.
–Sí un poco.
–Ya toca el timbre mejor.
–Shaa, recién te vengo conociendo y me veís care' perkin. —Hizo puchero. Pero por ser tú lo hago. —Tocó el timbre.
–Lo empujé pa' que se bajara.
–Oh la huea, tenís fuerza.
–¿En serio? —Dije ilusioná.
–No, en volá no matai ni una mosca. —Se rió.
–Shaa, recién te vengo conociendo y ya me estay webeando.
–Perdón, era inevitable. —Se rió.
–Ya oh, tengo que doblar acá.
–Yo también.
–Yaa, qué chucha, ¿no erís un psicópata y me querís violar?
–Ganas no faltan pero...
Le pegué un codazo.
–Ese si me dolió. —Se rió.
–Ordinario po.
–Ya vamos pesá.
• • •
Ibamos llegando a la casa de la Maca cuando me dijo que el también entraría pero no por mí, porque ahí vivía su amigo.
Y ahora caché que "su amigo" era el hermano de la Maca, huea rara.
–Toca po.
–Me seguís viendo care' perkin. Ok. —Tocó.
–Igual tocaste perkinazo.
–Nunca más te haré caso. —Frunció el ceño.
Abrió la Maca.
–Wena zorrita. —Dijo.
–Wena baby.
–Pasa po, ahueoná. Y vo' Pancho entra, él Tomás está arriba.
–Dale. —Dijo el Pancho.
–Hueona, tengo que contarte algo. —Dije.
–Si sé po. Vamos pa mi pieza.
Entramos y fuimos a la pieza de la Maca, nos sentamos en su cama y me dió un vaso de bebida.
–Ya suelta la pepa. —Dijo la Maca.
–Ya, primero. Conocí al Pancho en la micro y fue súper rara la huea porque también venía pa acá.
–¿En serio?
–Sí hueona, la hueá loca.
–Demás, ya, ¿y qué más?
–Ah... estoy pololeando con él Pablo.
–¿Me estay? ¿Desde cuándo? —Abrió los ojos.
–De ayer, te hubiera dicho pero vo' no pescabai el celular po.
–Ay weona si te dije que estaba en el campo.
–Sí pero me tenías preocupá po maraca culia. —La empujé.
–Ya perdón, cuéntame como te pidió pololeo po.
–Larga historia... me da paja.
–Puta maraca culia.
–¿Con esa boquita come pan?
–Ahueoná, ¿cómo encontraste al Pancho? —Hizo 1313 con las cejas.
–Soy mujer casá, no puedo opinar.
–Yaaa, la hueona. Dime po, si es pa mí, hace rato que le tengo ganas.
–Se ve... un buen cabro.
ESTÁS LEYENDO
Confié en una maraca.
Teen Fiction¿Hay algo más penca que tu mejor amiga te traicione? [Se ven hartos capítulos pero son cortos así que si erís flojo/a leyendo, vo' dale no más.]