Confié en una maraca.

#13

Iba entrando al colegio, y veo al Pablo en la entrada, ¿Qué chucha hacía acá?

No quería que el Joaco me viera con él, se suponía que iba a hablar con él.

Trate de taparme la cara con el pelo y pasar piola al colegio, pero no.

—¡Josefa! —gritó el Pablo.

Me hice la hueona.

—¡Jose! —me tomó el brazo.

—Ah, chucha ¿erai tú? —me seguí haciendo la hueona, o quizás lo soy.

—Sí po, te vine a ver.

—¿No tenís colegio?

—Chucha, pensé que te alegrarías, ya que hace días no hablamos.

—No si no es eso, sí me alegra. —sonreí nerviosamente.

—¿Por qué no pescas WhatsApp?, y te he llamado hartas veces y no contestai.

—Estoy castigada. —miré para atrás, para asegurarme que no venía el Joaco.

—¿Por qué?

—Por un problema que tuve, mi mamá va a venir en un rato más, a las 8:00.

—Son las 7:45 —miró su teléfono.

—Oh, no me puede ver contigo.

—¿Por qué? —hizo puchero.

—Porque estoy castigada y onda, si me ve contigo nada que ver po. —mentí.

—¿Quieres que me vaya? —Me tomo la mano.

—No, pero si veo a mi mamá te vay.

—Ya oh. —me abrazó.

—¿Podemos ir a sentarnos a la banca de al frente? —dije nerviosa.

—Como tú quieras. —me tomó la mano.

Nos sentamos y puso su cabeza en mi hombro.

—Te he extrañado caleta. —dijo.

—Sí, yo también.

—¿Cuándo vamos a ir al parque de nuevo?

Se sentó bien y jugaba con mi pelo.

—No sé, cuando me quiten el castigo po.

—Ya bueno. —me dió un beso en la mejilla. —Que erís linda.

—Ciego.

—Veo perfectamente Jose, y erís la mina más linda que he conocido.

Me puse roja y en ese momento me robó un beso.

Como soy ahueoná y también tenía ganas de ese beso, se lo seguí y nos estabamos comiendo cuatico.

Llevabamos como 20 segundos de un beso intenso, y veo al Joaquín entrar al colegio mirándome con cara de pena, agachó la cabeza y miró pa' otro lado.

Le corrí la cara al Pablo y le dije como excusa que tenía que entrar que mi mamá había llegado.

—Pucha, ya oh. Te quiero y sacate puros 7. —sonrió.

Le sonreí y cruzé la calle.

La primera hueá que hice al entrar fue correr a la sala del Joaquín.

No estaba en ningún lado, así que supuse que podría estar en el baño.

Iba caminando hacía el baño de hombres y tocaron hueón.

Tenía que ir donde la directora culiá pa' hablar de la hueá que paso con la Maraca de la Valeria.

Toqué la puerta y me abrió mi mamá hueón, la miré y me miró feito.

—Buenos días. —nos dijo la directora a las cuatro.

—Buenos días. —dijimos.

—Bueno, las cité a las dos por el tema de la pelea entre sus hijas.

—Sí ¿Qué pasó? —preguntó mi mamá mirandome feo.

—Lo que pasó es que la Josefa me pegó porque ella me vio conversando con un niño. —Dijo la Valeria.

—¡Es mentira! —reclamé. —Ella me pegó porque pasé por su lado.

—¿Es eso verdad? —preguntó la directora.

—¡No! —dijo la Valeria con su mamá.