El interior era el de uno de esos trenes antiguos, elegantes. Los compartimentos eran para dos personas, nuestro propio alojamiento prácticamente, compuesto por un dormitorio, un vestidor, una mesita de centro y un baño. Sin embargo nosotros avanzamos ignorando los dormitorios, y seguimos avanzando haciá el final del tren, hasta llegar al salón comedor. Era igual de elegante, las paredes eran de madera. Algunas mesas estaban acomodadas del lado izquierdo, y en el derecho había una barra con algunos asientos. Parecía la barra de un bar. Los cinco nos sentamos a la barra (Laila y yo necesitamos ayuda para eso).
-Bueno, hora de cenar, ¿Qué quieren?-
"¿Qué?"
-Mmmm una hamburguesa no estaría mal- dijo Edwin.
En unos segundos una hamburguesa apareció de la nada frente a él.
-Espagueti con albóndigas para mí, por favor- Alain hablo
-Lo mismo para mí- dijo Yara.
Dos segundos más tarde allí estaba su comida.
-No tengo mucho apetito, solo un platón de frutas- dijo Laila.
Mi rarometro estaba ya por explotar. Yara me vio y dijo
-Ummm déjame ver, un tazón de cereal con miel y un jugo de naranja- Lo que pidió se apareció en un momento.
-Comételo todo- me dijo, acercando la comida a mi lugar- necesitas energía.
Hipnotizado por los acontecimientos que ocurrían a mí alrededor, no estaba muy seguro de cómo reaccionar. Es decir, no estaba asustado, solo estaba... no sé... todo era tan irreal. Me sentía en una especie de sueño. Esto era demasiado extraño, no podía seguir procesando todo lo que pasaba mí alrededor sin colapsar. Era extraño. Jodidamente extraño. Locomotoras en el subterráneo, comida que aparece sola, criaturas mágicas, Yara siendo amable...
-Tranquilo- dijo Alain. -Pronto entenderás. Llegando te explicaremos todo, de acuerdo, por ahora resiste y come un poco- "Al demonio con eso... Quería saber que pasaba y quería saberlo AHORA"
-¡¿Qué demonios esta....?!- Al intentar levantarme mis piernas no me sostuvieron. Caí al suelo. No podía levantarme
-GRRRR MALDICIÓN- "Vaya, al menos conseguí fuerzas para que mi voz se escuchara"
-Cálmate- dijo Laila sin voltear a mirarme- ya es sorprendente que estés consiente, no te esfuerces-
-Grrrrrrr- fue mi respuesta. Apoye los brazos en el banco de donde había caído y me levante, poco a poco, con dificultad.
-Ya basta, no seas ton... - comenzó Yara.
-No soy tan débil- el sudor me empapaba, pero seguí luchando por ponerme en pie, usando el asiento como apoyo.
-¿Qué está pasando aquí? ¿Quiénes son...?-
Solo faltaba un poco, me impulse con los brazos
-¿Qué es la sede?-
Edwin y Alain me miraban algo sorprendidos. Laila incrédula. Yara en cambio, no aparto la vista de la comida. Lanzo un suspiro... y desapareció de mi vista en un parpadeo.
-Lo que pasa aquí, es que es que vas a dormir- Apareció a mi espalda.
-¿De qué d...?- me soltó un golpe en la nuca, y por segunda vez esa noche, me sumí en la oscuridad.
Algunas horas después, desperté en uno de los camarotes del tren. Sin ninguna pesadilla que afectara mi sueño, me sentía ahora mucho más descansado. El traqueteo movía suavemente las literas. Me incorpore con dificultad. En la mesita del centro estaba la comida que había pedido Yara anteriormente. La verdad no tenía apetito, pero me sentía sin fuerzas. Sabía que la pérdida de sangre era lo que más me afectaba. Toque mi herida, ahora ya estaba vendada. "Qué raro" no recordaba subir al tren con el vendaje. Me acerque el plato de cereal y comí con calma. Después bebí el resto del jugo, tranquilamente. Me sentí mejor después de comer, no creía haberme recuperado del todo, pero al menos podía andar. Después de comer me sentía algo más hambriento. Era buena señal. Si el cansancio y la debilidad remitían, quería decir que podía poner atención a otras exigencias de mi cuerpo. "De acuerdo Miguel, necesitas ponerte en marcha. Prioridades. Alimento primero, después, averiguar qué demonios está pasando" Cuando me levante por completo, note otra cosa rara. Estaba únicamente en mis pantalones de mezclilla "Ok, prioridades, 1) Alimento, 2) Ropa y 3) Averiguar que pasa aquí."
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Guardián
FantasyIniciar las vacaciones de verano es uno de los momentos más esperados de cualquier chico. Pero despertarse en medio del infierno, sosteniendo una espada maldita, rodeado de criaturas que solo desean tu sangre... bien, eso puede arruinarte el día. Mi...