Guardián

No logro decidirme, muerte A, B, C o D

-Vaya, así que él lo logro también- decía Oscuridad

-Contra los cuatro- corroboro Luz

-Supongo que es algo especial-

-Pero es muy diferente a nuestro chico-

-Realmente lo es, lograron la misma hazaña y sin embargo…-

-Al menos el nuestro no hizo ese ridículo baile de la victoria-

Yo estaba algo contento por mi gran idea y mi más reciente éxito que literalmente me puse a bailar de alegría, desgraciadamente no soy muy buen bailarín. Y aún peor, no me detuve por eso.

-¿Sera un ritual humano?- se preguntó Oscuridad

-Más bien parece que se retuerce de dolor- sugirió Luz

-¿Qué es eso que hace con su mano?-

-¿Por qué mueve así la cabeza?-

-¿Se estará dando cuenta de que ya se están levantando nuestros hermanos?-

-No lo creo, si viera la cara de Fuego en este momento habría aprendido a volar-

-Tenía eones que no los veía tan enojados, siguen tan espeluznantes como lo recuerdo-

Estaba tan ocupado haciendo una muy mala imitación de Michel Jackson que no me di cuenta de que los Espíritus se habían incorporado y sus rostros eran mascaras de furia pura. Sus ojos eran oscuros que no podía distinguirlos claramente. Tampoco me di cuenta de cómo empezaban a aumentar su tamaño, ni que sus cuerpos parecían estar luchando por contener algo en su interior. Algo que seguía creciendo.

Como si estuvieran hechos de porcelana, sus rostros empezaron a resquebrajarse a medida de que su tamaño aumentaba. De las grietas escurría fuego, tierra, agua o gas. Algo aterrador de verdad, o lo hubiera sido de haberlo mirado. Estaba muy ocupado haciendo un paso disco clásico. Por fin me gire con una mano en mi cintura y las piernas separadas a la altura de mis hombros, señale al frente y dije alegremente:

-Ahora envíenme a mi casa o verán de lo que soy capa…. ¿Quién puso un montaña enfrente de mí?-

-¿CÓMO TE ATREVEZ?- dijo una voz grave y amenazadora.

Fui levantando los ojos lentamente hacia el cielo, acompañando mi mirada con la mano con que señalaba. Mi cara de alegría se transformó en una mueca muy parecida a la de un payaso triste.

-Así que han tomado sus formas originales- dijo Oscuridad

-¿Qué crees que haga el chico ahora?- pregunto Luz

-Mojar sus pantalones probablemente-

“gi…gi… gant…” -Gulp-

Tierra se había transformado en un monstruo de roca gigantesco, “Genial, no le basta ser un zombi, ahora quiere ser un gigante” Estaba hecho de roca volcánica, era enorme, el más alto de los cuatro. Su cabeza era diminuta a comparación de su cuerpo, (media al menos lo mismo que un ser humano) Era redonda como esfera, con dos ojos pequeños y ranuras a modo de nariz. Su boca estaba llena de pequeñas rocas afiladas a modo de colmillos, se unía al torso sin que hubiera un cuello visible. Como si fuese una coraza o un caparazón, de su espalda y hombros salían innumerables pinchos, cada uno del tamaño de una columna y el peso lo hacía encorvarse hacia adelante, como si fuera una tortuga. Su cuerpo era humanoide y estaba surcado por dos líneas rojas que bajaban por cada uno de sus hombros, me llevo un rato darme cuenta de que esas líneas eran magma que se unían en un punto, cerca de lo que debía ser la cintura, justo donde se extendía un cinturón, también de magma. Sus piernas engrosaban más a medida de bajaban. Como un par de pantalones acampanados pero mucho, mucho más intimidantes. La magma corría desde si cintura, por sus piernas como si escurriera, Sin embargo solo llegaba a los pies del ser, sin continuar por el suelo que pisaba.