Guardián

Despedida y Orgullo

Tarde lo que parecieron años, la noche comenzaba ya a caer. Solo hasta entonces fuimos capaces de serenarnos lo suficiente para hablar. Era obvio que él estaba peor que yo, aunque no lo pareciese. El seguía lívido, no tenía ya voluntad para moverse siquiera. Dejo de sollozar hace bastante, pero todavía no se movía. ¿Por qué él estaba peor? Porque ya había visto sus recuerdos y no había forma de que él estuviera bien después de revivirlos. Para mí fue como ver una película muy muy MUY perturbadora. Pero había sentido solo su recuerdo, aquel desgraciado los había revivido, había vuelto a su peor maldita pesadilla y como bonus había adoptado la mediocridad de mi, de quien no cree salir de donde esta estancado.

Me levante de algún modo de la cama. No había notado siquiera que mis padres gritaban y se intentaban acercar, reacios sin embargo a dejar solas a mis hermanas. Además Andros y Nereo estaban dispuestos a evitarlo a toda costa, de no ser por Luz y Oscuridad haciendo de mediadores, posiblemente ya habría muerto alguien. Pema seguía observándonos alternativamente a Alain, a mi madre y a mí.

"Vamos inútil, ese tipo te salvo la maldita vida, necesita reponerse, ¡Has algo ya!" me dije.

-Hey viejo...- dije con un hilo de voz. Todos se giraron a verme. Algo de preocupación se veía en sus ojos, pero no por mí, más como si pensaran "¿Qué demonios le hiso ver ese tipo?" La mediocridad y falta de voluntad solo es una cruz para quien la vive, de lejos no parecía grave pero cuando lo tienes en carne propia.... Bueno es como si sintieras que nada vale la pena ya para esforzarse.

Para alguien que lo ha perdido todo como Alain, ya es como si le quitaras sentido a respirar.

-Alain- dije aun con la voz temblorosa - Oye levántate-

-Abrió los ojos y me miro- Su rostro estaba lívido, solo eso. No había muestra de tristeza o pena, ni siquiera miedo "Esto no es bueno"

Los demás se apartaron a excepción de Yara, quien parecía decidida a arrancarme la cabeza a la menor muestra de querer dañarlo.

-Parece un cadáver... que.. que le hiciste- dijo Laila mirándome con temor -¿Qué has vivido?-

-Yo nada, él si- me estremecí involuntariamente al recordarlo. Estuve a nada de caer en la arena solo para abrazarme a mí mismo hasta que todo terminara. Pero luego, ahora no, se lo debía al tipo, demonios ¡era mi culpa que estuviese así, tenía que ayudarlo carajo

Ahkin me detuvo -Oye no creo que puedas ayudarlo, ¡retrocede!- y este quién demonios se creía.

Piensa que pedí esto, que necesita algo de toda esa mierda extra. Alain con un demonio y mil más.

-ALAIN INÚTIL DESGRACIADO. ¡LEVÁNTATE!- La playa quedo en silencio. Recordé la mirada que puso. Era la misma que me devolvía el espejo al mirarme por mucho tiempo. La misma que mis padres me daban pensando que nunca sería más- Me había resignado a ser un mediocre por mucho tiempo. No tenía idea de lo que era capaz hasta este momento ¿y que si había sido nefasto? Fue más de lo que pude lograr jamás, ¡Y AHORA TÚ TE ESTAS RINDIENDO DESPUÉS DE SER EL MEJOR- Un brillo de luz por fin alcanzo sus ojos

Ahkin intento poner una mano en mi hombro para tranquilizarme pero lo aparte de un empujón, no esperas que alguien que apenas y podía hablar presa del terror de repente te empuje todo un metro. Yara se levantó, pero Alain tomo su mano cuando ella intento apartarse para detenerme, sabía que Alain no dejaría que ella se alejara. Eso la tomó por sorpresa, pero a mi no. Un vago recuerdo de ella riendo y mariposas en el estómago se clavó en mi frente. "Aférrate a eso inútil" pensé para mí mismo, necesitaba cualquier cosa que me impidiera pensar en aquella mujer, en la madre de Alain.

Aproveche el desconcierto de Yara para tomar a Alai del cuello y alzarlo del cuello de la camisa, parecía un muñeco de trapo.

Sus ojos brillaban tenuemente con indecisión, pero más parecía que miraba una estatua de cera que a un ser humano