Guardián

Flamas negras y Flamas de Dragón

"¿Qué cómo había podido hacer eso?, ¿QUÉ CÓMO HABÍA PODIDO HACER ESO? Tenía que estar de broma. La encuentro besando a un tipo semidesnudo apenas un día después de que me besara a mi cuando arriesgue el cuello para que se salvara y es ella la que me pregunta que como había podido hacerlo. Es una desconsiderada, no tiene vergüenza, al demonio ella y esta maldita sede, es una..." Estos y otros pensamientos similares rondaban en mi cabeza.

Los dos chicos solo me notaron cuando terminaron de procesar la idea que un dragón había caído justo enfrente de ellos, supuse que hasta para ellos era algo demasiado extraño, lo que no me esperaba era la mirada incrédula de Laila, ni el saludo del guardián de la bahía.

-Eso fue bastante impresionante, ¿no te he visto en los entrenamientos? ¿Cuál es tu nombre compañero?- No tengo nada en contra de los rubios, pero este hacia honor a su reputación, imbécil.

Pero lo que cerró el asunto con broche de oro fue Laila:

-¿Cómo....cómo pudiste...?-

-¿Qué?- pregunte muy sacado de onda

-¿Cómo pudiste...?- señalo a la princesa, dragona o lo que fuera.

-¿Cómo pude que Laila? ¿Salvar tu vida de una lagartija gigante? Yo me pregunto lo mismo-

Solo entonces reparo en lo que estaba pasando.

-¿Cómo te preocupa que... eso... cuando acabas de...?- "Clarísimo"

-Olvídalo la próxima que un dinosaurio lanzafuego, un chupasangre o el coco te puedan lastimar, prometo no hacer nada-

-¿Se conocen?- dijo el tipo.

-Yo no te pedí que lo hicieras- dijo Laila sin hacerle caso

-No, pero tampoco pareció molestarte ¿verdad?-

-Borracho idiota- mascullo

-Tomare eso como un si- dijo el otro.

-Si entonces yo soy un borracho, ¿Qué hay de ti eh?-

-Cállate- dijo fríamente, pero con una mirada preocupada

-¿Por qué debería?-

- ¿Por qué te importa tanto? niño llorón, ¿Por qué no te vas con mami y papi que tanto te preocupan.-

-Por si no lo sabes, gracias a ustedes yo estoy aquí metido en esto-

-Entonces lárgate si tanto te molesta, allí, ves esa roca grande imbécil- señalo un trozo de roca bastante grande -Bien, es la salida, por mi puedes largarte ahora mismo, vete con otra vampiresa, que tanto te gustan-

-¿Por qué no buscas tu un vampiro para jugar?, solo recuerda que no tendrás a un idiota para cuidarte-

-Imbécil-

-Tanto te molesta que este con una vampiresa, dime ahora ¿Por qué contigo es diferente? Cuéntale al chico Miami que hiciste-

-¿De qué hablan?-

-Sí, explícale a tu novio-

-CÁLLATE-

-¿Por qué debería?- pregunte, estaba cada vez más molesto. -CONTESTAAAAAGH- dije, al gritar hice un movimiento con mi mano y el grito furioso paso a ser de dolor.

-¿Qué te paso en los brazos?- pregunto el rubio.

-Nada-

-Tienes varios cortes, Laila puedes...-

-Por mí que se desangre-

-Oye Lai...-

-Descuida, la última vez que "esa" me curo, fue lo que casi pasa-