Capítulo 19: Zayn Malik

104 10 5
                                    


Iba a vomitar. No, iba a vomitar y a quedar en ridículo frente a ochenta y dos mil personas, se corrigió. Estaban en Dublín, Irlanda, en el primer concierto de la gira Here We Are Again de One direction y Emma iba a vomitar.


Pocas semanas después de aquel día en la casa de John, One direction voló hacia América Latina, donde comenzaba su nueva gira. De modo que Emma quedó sola en Londres junto a John y Julian, trabajando en nuevas canciones y puliendo otras. Por fortuna, había tenido el privilegio de trabajar con otros compositores realmente destacados, que habían colaborado con artistas de primer nivel como Adele, Sam Smith y Taylor Swift. Incluso Ed Sheeran le había escrito una canción.


Durante ese tiempo tuvo la oportunidad de trabajar más directamente con los productores, lo que le dio la posibilidad de limar asperezas con Julian. Estaba segura que no la odiaba del todo, al menos. No sabía si era su desparpajo, su seguridad, la forma de encarar la vida o exactamente qué era, pero había algo en ella que le molestaba al productor. Emma procuraba que aquello no la desanimara demasiado. Sabía que no siempre tenía por qué caerle bien a la gente. Ciertamente a ella no le caía bien todo el mundo. Su relación con John era mejor, de modo que no se disgustaba tanto al respecto, además de que solían estar rodeados de más personas.


Había sido agotador mantener la relación laboral con sus jefes. One direction había estado en América Latina durante un mes y luego se habían ido a Asia, a fines de abril. Era difícil tanto por la distancia como por la diferencia horaria. Como ellos< estaban de gira, haciendo conciertos y realmente desgastándose, Emma tenía la deferencia de ser ella la que se levantaba a las dos de la madrugada para tener una charla por Skype con ellos, que, por lo general, compartía con los demás productores.


Sin embargo, la mayoría del tiempo se comunicaban por mail, lo que Emma agradecía porque no entendía del todo el Skype. Ella se encargaba de adjuntar el material en sus mail. A menudo, además, mantenían una composición conjunta a través del Google Drive. Habían salido buenas letras gracias a aquel método.


No podía negar que estaba realmente impresionada por el seguimiento casi diario que le hacían, aún cuando estaban a varios husos de distancia y miles de kilómetros. Eso demostraba un interés que ella agradecía.


-¿Sabes que todo esto podría ser más sencillo si tuvieras Whatsapp, cierto? - le había dicho Louis a través del chat del Google Drive en una ocasión. La tecnología prehistórica con la que Emma se manejaba le impedía estar en contacto permanente como a sus jefes les gustaría, pero ni siquiera entonces ella dio su brazo a torcer. Casi tuvieron que torturarla para que se hiciera una cuenta en Skype.


-Y tú sabes que perdería mi encanto de ese modo. Así me aseguro de que la persona que me habla, es porque realmente lo quiere - le había contestado con descaro.


Para cuando One direction volvió a Londres el veintiocho de mayo, no solo estaban agotados, sino que estaban deseosos de decidir el setlist de Emma, lo cual no tenía ningún sentido para ella.


-¿Saben que pueden irse a dormir ahora, no? ¿Qué tienen una semana de vacaciones? 


Probablemente visitar a sus familias y tú, Louis, a tu hijo - durante el tiempo en que estuvieron afuera, Emma se había dedicado a hacer una investigación profunda en google de sus jefes. Se había puesto a la par que cualquier directioner de dieciséis años. Sabía todo lo que había que saber - no tienen porqué estar aquí conmigo, un martes a las ocho de la mañana.

I don't have The X FactorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora