Los últimos dos días estaban, sin lugar a duda, en el top cinco de sus días agotadores. El martes no había empezado mal, en realidad. Había amanecido en Dinamarca y solo eso, por lo extraño que parecía, debería ser bueno, pero en cuanto vio la resolución en la expresión de Max, supo que tenía un día duro por delante.
-Buenos días - saludó a los presentes.
-Hoy tienes un día ocupado - anunció Max antes de que otra persona hablase. Emma se dio una palmada mental en la espalda por acertar sus pensamientos.
-Tu expresión así lo dice, Max. Dime - lo animó mientras ella se servía avena, yogurt, miel y pasas.
-Eso se ve horrible - le comentó Paddy con una mueca.
-Pero es muy nutritivo. Deberías probarlo. Da energías para toda la mañana - explicó.
-La avena es siempre muy buena - fue el comentario de Mark, el preparador físico.
-¿Entonces, Max? - lo apuró con una sonrisa tranquila.
Sus jefes dormían. Emma se había despertado más temprano de lo que acostumbraba y por más que intentó volver a dormirse, no pudo. Simplemente no era capaz de soportar su propia piel. No tenía idea si era los vestigios de un verano que se iba o su propia incomodidad. Después de lo sucedido en Estocolmo, una adolescente de quince años se había apoderado de su cuerpo y había estado evitando a Harold como si se tratara del adolescente popular del colegio. No sabía qué le pasaba.
Había ignorado los comentarios subidos de tono de Ingrid y, por descontado, nunca había ido a decirle, tal y como su amiga le había aconsejado: hagamos lo que hicimos en mis fantasías. De hecho, no había vuelto a hablar con él desde ese día. Su voz había sonado decente en el concierto y los rumores sobre los poderes mágicos de Emma comenzaron a correr rápido por el stuff, pero Emma había fingido estar dormida cuando Harry golpeó su tour bus más tarde esa noche. De nuevo, la adolescente que vivía en ella era quien tenía el control.
Masturbarse era normal y no era eso lo que se reprochaba. Masturbarse pensando en Harry Styles era su problema. Probablemente no lo fuese para el resto de mujeres del mundo, pero sí lo era para ella. El sentimiento de traición todavía albergaba sus resquicios en la boca de su estómago y no sabía exactamente cómo quitarlo. De cualquier forma, sabía que debía enfrentar su propia incomodidad en algún momento y superar el bochorno. Debía trabajar con Harold y tarde o temprano tenía que enfrentarlo.
-El video sale mañana y necesitamos hacer prensa al respecto, así que tendrás toda la mañana ocupada atendiendo entrevistas en radio - le explicó su manager.
-¿Por teléfono?
-Sí, por teléfono - no parecía difícil, se dijo.
-¿Y luego?
-Y luego, después del almuerzo, iremos hasta el estudio donde tú y los muchachos grabarán el tema para beneficencia - y hasta ahí llega mi suerte, ironizó mentalmente.
-¿Tal vez pueda grabar allí mismo un par de canciones para mi canal de youtube? - preguntó, ignorando la incomodidad que comenzaba a gestarse en su estómago.
-Sí, pero recuerda que también deberías grabar el video de despedida - Conan y Max habían tenido una charla con ella unos cuantos días atrás, en donde le habían planteado la necesidad de que dejara de subir covers a youtube.
ESTÁS LEYENDO
I don't have The X Factor
FanfictionEmma Smith es una mujer que después de sufrir varias pérdidas en su vida, se refugia en la música. Luego de varios años en silencio, sin reconocer su propio sueño, decide que por fin es momento de apostar a lo que siempre amó y se presenta a la au...