Capítulo 22: Temple bar

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-Supongo que Mc'Donals no, ¿cierto? - comentó Niall con una sonrisa torcida.


-No distingo si realmente me estabas escuchando o si te traumé por completo - bromeó.


Después de su concierto y el de One direction, Niall la había pasado a buscar por su tour bus. Habían caminado hacia el estacionamiento del Estadio conversando acerca del concierto con soltura y diversión y luego se habían montado en una camioneta negra. Emma se preguntó si aquella gente conocía otros colores.


-¡Te estaba escuchando! - exclamó ligeramente ofendido y luego agregó: probablemente me traumaste un poco también. Emma rió.


-Si te sirve de algún tipo de consuelo también traumé a Liam.


-Ni siquiera quiero saberlo - bromeó - ¿entonces? ¿A dónde quieres ir?


-No conozco tanto la ciudad. Escoje tú.


-De acuerdo. Estoy seguro de que te encantará Temple bar - con ese nombre, estaba segura de que la llevaba a un bar de mala muerte, pero no dijo nada.


-¿Basil nos sigue? - cuestionó al notar por el espejo un auto gris que doblaba cuando ellos lo hacían.


-Basil siempre está - dijo, confirmando la presencia del guardaespaldas.


-No sé cómo lo haces, la verdad - reconoció Emma.


-Basil es un amigo a esta altura. Paso más tiempo con él que con cualquier otra persona... te acostumbras - Emma no quería discutir, pero estaba bastante segura de que nunca podría acostumbrarse a no tener un momento de soledad.


-¿No te sientes invadido? - preguntó con curiosidad.


-No, para nada. Como te dije, sé que lo hace para protegerme. No lo tendría conmigo si no lo necesitara, ¿no crees? - su reflexión la impresionó. ¿Eso quería decir, acaso, que estaba en peligro?


-¿Qué quieres decir? - le soltó, curiosa - ¿te sientes en peligro? ¿Existe un peligro real?


-Las fans a veces se ponen realmente intensas y... - Emma pudo notar cómo dudaba antes de agregar - ha habido un par de amenazar reales.


-¿Qué? - gritó sorprendida, sobresaltándolo. Por fortuna, Niall era demasiado bueno manejando como para variar la dirección del auto.


-Llegan dos o tres por mes y nunca les damos demasiada importancia porque... bueno, porque no tienen ningún sentido - pudo notar que era un tema en el que no se detenía demasiado a pensar. Emma creía que tampoco ella lo haría. Si pensara que su vida estaba en peligro cada vez que salía a la calle, probablemente se encerraría de por vida.


-No tengo que mencionarte que a Lennon lo mató un fan, ¿cierto?


I don't have The X FactorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora