Capítulo 21: Niall Horan

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-¿A dónde vas?

-¡¡Oh, por las dos torres!! - gritó sobresaltada - ¿qué mierda, Basil? ¿Quieres matarme?

 -¿A dónde vas? - repitió el guardaespaldas.

 El día anterior había sido demasiado agitado y sentía sus músculos agarrotados. La emoción del concierto, la angustia de los comentarios en twitter y la adrenalina de la pelea en el bar la habían dejado agotada. Sin embargo, una vez despierta, no pudo volver a dormirse. De modo que Emma se levantó decidida a correr por Dublín. Aquello no solo la relajaría y borraría los acontecimientos intenso del día anterior, sino que la prepararía para la charla seria que estaba segura tendría con Max y Conan. Comenzaba a pensar que Liam no había bromeado la noche anterior sobre la idea de azotarla.

 -A correr - explicó, todavía con el corazón latiéndole deprisa.

-¿A correr sola? ¿Te parece adecuado? - de pronto se sintió como si tuviera diez años. Estaba bastante crecida para saber que no debía responder eso, pero respondió de todos modos.

 -Lo siento. No sabía que tenía que avisar con antelación para hacer lo que quisiera - la ironía golpeó a Basil con fuerza, que cambió de táctica de inmediato.

 -No es eso lo que quiero decirte, Emma. A esta altura, deberías de ser consciente de que te estás convirtiendo en una figura. No puedes andar por una ciudad que no conoces y mucho menos hacerlo sola. No tienes que vernos como un obstáculo en tus actividades ni en tu vida, sino como un acompañamiento. Estamos ahí para cuidarte. Es por tu seguridad - Emma entendía que el plural que utilizaba encerraba también al resto de los guardaespaldas y especialmente a Bud. El tono serio y paternalista que había utilizado la terminó de convencer, aunque a regañadientes. No estaba feliz con la situación.

-¿Entonces qué? ¿Tengo que ir a despertar a Bud? ¿No es eso un poco injusto para él? - no tenía idea cuál era el procedimiento.

-Niall y Mark irán a hacer ejercicio también. Puedes acompañarlos, si quieres. O puedes ir a despertar a Bud. Como quieras - por lo que sabía, Basil era un hombre taciturno y serio, pero muy profesional. Estaba segura de que en sus manos estaría bien.

 -Supongo que no estaría mal compartir ejercicio con Niall y Mark - Emma recordaba con demasiada frescura cómo le había dicho a Liam que no dejara que Mark se le acercara y, después de todo, ella era quien se terminaba acercando.

-Fantástico - aunque su tono de voz no había cambiado, así como tampoco su expresión, Emma notó que Basil estaba aliviado por hacerla entrar en razón con tanta rapidez - deberían estar por llegar.

 Por supuesto, escuchó a Niall antes de que llegara. Venía riendo como si no fuesen las siete y media de la mañana. Emma supuso que de un momento a otro, el Estadio comenzaría a amanecer. Por algún motivo, todos habían dormido en los tour bus esa noche.

-¡Emma! - exclamó con una sonrisa radiante ni bien la vio.

-Buen día - saludó con confianza - hola, soy Emma.

 -Mark, el entrenador personal de este muchacho. Un gusto - se presentó.

-¿El torturador personal? Sí, ya me contaron de tu crueldad - bromeó.

 -¿Qué haces levantada tan temprano? - preguntó curioso Niall. Parecía demasiado fresco para una persona que detestaba madrugar.

 -Iba a correr, pero Basil me detuvo. Me dio un discurso de padre molesto y aquí estoy, uniéndome a ustedes.

 -¿Qué? - preguntó Mark sin entender su razonamiento.

-Emma quería salir a correr sola. La persuadí para que viniera con nosotros, así podemos protegerla - explicó Basil. Rodó los ojos, segura de que no era Rachel Marron, necesitada de un guardaespaldas.

I don't have The X FactorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora