-¿A dónde vas?
-¡¡Oh, por las dos torres!! - gritó sobresaltada - ¿qué mierda, Basil? ¿Quieres matarme?
-¿A dónde vas? - repitió el guardaespaldas.
El día anterior había sido demasiado agitado y sentía sus músculos agarrotados. La emoción del concierto, la angustia de los comentarios en twitter y la adrenalina de la pelea en el bar la habían dejado agotada. Sin embargo, una vez despierta, no pudo volver a dormirse. De modo que Emma se levantó decidida a correr por Dublín. Aquello no solo la relajaría y borraría los acontecimientos intenso del día anterior, sino que la prepararía para la charla seria que estaba segura tendría con Max y Conan. Comenzaba a pensar que Liam no había bromeado la noche anterior sobre la idea de azotarla.
-A correr - explicó, todavía con el corazón latiéndole deprisa.
-¿A correr sola? ¿Te parece adecuado? - de pronto se sintió como si tuviera diez años. Estaba bastante crecida para saber que no debía responder eso, pero respondió de todos modos.
-Lo siento. No sabía que tenía que avisar con antelación para hacer lo que quisiera - la ironía golpeó a Basil con fuerza, que cambió de táctica de inmediato.
-No es eso lo que quiero decirte, Emma. A esta altura, deberías de ser consciente de que te estás convirtiendo en una figura. No puedes andar por una ciudad que no conoces y mucho menos hacerlo sola. No tienes que vernos como un obstáculo en tus actividades ni en tu vida, sino como un acompañamiento. Estamos ahí para cuidarte. Es por tu seguridad - Emma entendía que el plural que utilizaba encerraba también al resto de los guardaespaldas y especialmente a Bud. El tono serio y paternalista que había utilizado la terminó de convencer, aunque a regañadientes. No estaba feliz con la situación.
-¿Entonces qué? ¿Tengo que ir a despertar a Bud? ¿No es eso un poco injusto para él? - no tenía idea cuál era el procedimiento.
-Niall y Mark irán a hacer ejercicio también. Puedes acompañarlos, si quieres. O puedes ir a despertar a Bud. Como quieras - por lo que sabía, Basil era un hombre taciturno y serio, pero muy profesional. Estaba segura de que en sus manos estaría bien.
-Supongo que no estaría mal compartir ejercicio con Niall y Mark - Emma recordaba con demasiada frescura cómo le había dicho a Liam que no dejara que Mark se le acercara y, después de todo, ella era quien se terminaba acercando.
-Fantástico - aunque su tono de voz no había cambiado, así como tampoco su expresión, Emma notó que Basil estaba aliviado por hacerla entrar en razón con tanta rapidez - deberían estar por llegar.
Por supuesto, escuchó a Niall antes de que llegara. Venía riendo como si no fuesen las siete y media de la mañana. Emma supuso que de un momento a otro, el Estadio comenzaría a amanecer. Por algún motivo, todos habían dormido en los tour bus esa noche.
-¡Emma! - exclamó con una sonrisa radiante ni bien la vio.
-Buen día - saludó con confianza - hola, soy Emma.
-Mark, el entrenador personal de este muchacho. Un gusto - se presentó.
-¿El torturador personal? Sí, ya me contaron de tu crueldad - bromeó.
-¿Qué haces levantada tan temprano? - preguntó curioso Niall. Parecía demasiado fresco para una persona que detestaba madrugar.
-Iba a correr, pero Basil me detuvo. Me dio un discurso de padre molesto y aquí estoy, uniéndome a ustedes.
-¿Qué? - preguntó Mark sin entender su razonamiento.
-Emma quería salir a correr sola. La persuadí para que viniera con nosotros, así podemos protegerla - explicó Basil. Rodó los ojos, segura de que no era Rachel Marron, necesitada de un guardaespaldas.
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I don't have The X Factor
FanfictionEmma Smith es una mujer que después de sufrir varias pérdidas en su vida, se refugia en la música. Luego de varios años en silencio, sin reconocer su propio sueño, decide que por fin es momento de apostar a lo que siempre amó y se presenta a la au...