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Las luces dando en la escena, el fondo era color blanco y más resaltaban esas luces, segándome pero ya era costumbre recibirlas, los flashes que se escuchaban cuando posaba, recibiendo halagos cuando me movía, pidiéndome que mirara a la cámara con mis penetrantes ojos, mis labios carnosos, mi cabello más o menos largo, luciendo sexy para los que estaban presentes y esta vestimenta que tenía, luciendo más llamativo.

– Eso, así te quería – me decía el camarógrafo que se movía de un lado a otro tomándome fotos, comiéndome con la cámara y como no, con la mirada, hizo una seña con su mano dando por terminada la sesión. ¡Por fin!

– Muy bien eso es todo – decía el director, viendo las fotos desde su portátil y sentado en su silla, es un hombre de unos veintinueve años, muy guapo, se levantó de su lugar y se me acerco. – Lo hiciste muy bien, hermoso – me decía el director.

– Gracias – dijo con una sonrisa fingida, empecé a estirarme y las chicas del maquillaje venían a quitarme un poco el brillo y dándome una botella de agua mineral.

– Podemos hablar un momento – pidió y asentí, no sé qué quiera pero ya me quiero ir, nos fuimos a su estudio, me abrió la puerta y entre, viéndolo de reojo, entro después y cerró la puerta, me senté en el escritorio, dejando una pierna al aire y con la otra sosteniéndome. – Saliste muy bien en las fotos, siempre tan hermoso.

– ¿De qué querías hablar? Estoy muy cansado, me tuve que levantar muy temprano para que me pudieran arreglar.

– Perdón, bueno... – trataba de sacar el tema, pero veía que estaba nervioso, seguía tomando de mi agua mientras lo veía. – Me dijo... Carlos..., Empezó a decir cosas sobre ti, sabe que tenemos una relación – dijo viéndome. – Ya sabes cómo es, pero también..., Confió en ti y lo sabes... – Ya dilo de una puta vez, ¡Maldita sea! – ¿Te acostaste con él? – pregunto al fin, pero me sentía nervioso y lo admito, me acosté con él y fue muy bueno en la cama aunque un poco torpe, ese pene era grueso y pensé que partiría en dos pero lo disfrute, aunque cuando terminamos hubo problemas. Debo fingir, otra vez.

– Piensas eso de mí – dije con una ligera voz.

– No, no, claro que no.

– Pero lo dudas – dije sonriendo tristemente. – Les crees a ellos, antes que a mí – era muy bueno actuando, a mis veinte años podía fingir y siempre me creían, mis ojos brillaban queriendo salir mis lágrimas, el cuándo me vio, se acercó y me abrazo, pensando que había hecho llorar a su "novio", que patético.

– Claro que no hermoso, nunca dudaría de ti... Perdóname, no quise ofenderte pero esos idiotas me metieron cosas a la cabeza.

– Nunca te seria infiel – mentía, siempre lo hice.

– Lo siento mi hermoso, no debí desconfiar.

– Siempre crees en lo que los demás te dicen, ya van cinco y siempre desconfías de mí, sabes que ellos quieren llegar a la cima por ti, pero yo no hago eso, yo te amo – dije viéndolo a los ojos, el acaricio mi mejilla viendo, tenía que fingir dolor y mi lagrima salió.

Siempre que alguien me delataba, eran modelos o compañeros de trabajo, con los que me se acostaba y cuando uno de ellos me decía que quería algo conmigo, los rechazaba, solo eran un polvo y estos querían una relación, después me delataban con mi "novio" pero siempre me creía más a mí que a ellos, siempre los despedía.

– Lo siento, no quería hacerte llorar – me abrazaba.

– Pero está bien – me separó de él. – Sé que nunca confiaras en mí, siempre es lo mismo – me hice el ofendido, iba a salir del cuarto pero él me tomo del brazo y volvió a abrazarme de nuevo.

You and Me. (Gay/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora