8.

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Elliot.


No sé qué pensar, una parte de mi me dice que siga hablando con Johana pero otra parte de mi dice que no debo engañar a mi novia, sé que está mal pero no siento eso, me siento bien cuando platico con ella pero cuando dejamos de hablar siento un hueco dentro de mí, luego pienso en Samanta y no sé si en decirle o quedarme callado.


La alarma de mi celular me despertó, hora de levantarse y hacer mis ejercicios, estiraba mis brazos y piernas para comenzar a prepararme, después me puse hacerlos, es una rutina diaria y en las noches salgo a correr además de que en la universidad hago más ejercicios, todo es por hacer lo que me gusta.

Cuando termine con las lagartijas, antes de darme un baño, le mande un mensaje a mi novia y a Johana, tome mi toalla y me adentre a baño, dejando que el agua tibia relajara mi cuerpo y pensamientos, salí del baño y busque ropa, una camisa de cuadros un tanto pegada a mi torso, unos jeans azules y unas converse, me coloque mis bóxers y luego la ropa, tome mi mochila y mi celular.

Baje las escaleras y ahí estaba mi Mí tomando café con su rosquilla de glaseado de chocolate, mi padre estaba en la cocina, me senté junto a mi Mí, le bese a frente y agarre una rosquilla.

– Buenos días Elliot – dijo mi padre que se sentaba en la mesa.

– Hola...

– ¿Cómo te fue en la fiesta con Samanta?

– ¿También fue esa perra? – pregunto Mí enojado.

– Mí deja de decirle así y no, no fue, dijo que tenía que cuidar a su hermano.

– Bueno, al menos no fue y arruino tu noche – no sé porque Mí siempre lo atacaba pero no podía decirle nada, solo le decía que no dijera nada malo.

– Mí, ¿Ya no te irás de viaje? – vi cómo el cuerpo de mi padre se tensaba, no le gustaba que Mí se fuera.

– No, y no cambies el tema... Al menos conoce más personas, no porque esa perra no te deje, tú le harás caso.

– Lenguaje Gael – lo regaño mi padre.

– ¡Por el amor al puto maligno! Ya no diré maldiciones pero... – me miro. – Conoce más gente Elliot, sé un buen niño y haz le caso a tu Mí.

– Está bien – suspire, recordé a Johana, tome mi celular y vi que ya me había mandado un mensaje, sonreí y creo que mi Mí me vio.

– ¿Quién es la suertuda? –pregunto cuando mi padre se levantó a dejar los platos, siempre fui muy sincero con él, le cuento todo.

– Es una chica... La conocí en la fiesta de John... Estaba pasado de copas y...

– ¡Te acostaste con ella! – susurro gritando. – ¡Gracias a Batman! – levanto sus brazos, siempre tan dramático.

– Eres un exagerado Mí – reí.

– Y... – acercó más su silla a la mía. – ¿Cómo estuvo?

– No recuerdo bien, solo recuerdo poco, donde ella me lo hacía pero fue muy bueno, lo malo de esto es que no siento arrepentimiento y... – no termine cuando mi padre regreso con el lonche de Mí.

– Aquí está tu comida amor – Mí lo tomo pero...

– ¡Dios Alan! ¡Es demasiado! Hasta pesa – le dijo molesto, Mí esta gordito por mi padre que le da demasiado comida.

You and Me. (Gay/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora