27.

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Joshua.


Me despertó la luz que entraba por la ventana y después escuche la alarma, no era la mía porque olvide mi celular en mi casa, abrí los ojos y vi a Chris dormido, su cabello caía por su rostro, cuando no se peinaba lo tenía abajo, se ve mejor así.

Aunque la alarma haya sonado Chris no se levantaba, me senté en la cama, solo tenía puesto unos bóxers, Chris estaba igual, vi una camisa en la alfombra, me levante con mucha flojera y la levante, vi a Cariñitos salir de las colchas, antes de que sonara de nuevo la alarma la apague, me coloque la camisa, era muy grande y creo que reconozco este olor pero no sé dónde.

Debería prepararle el desayuno a Chris, me dejo quedarme en su departamento estos días y también le agrado la idea, dice que ya no me dejara solo y me gusta ser consentido, no tengo a nadie que me consiente o me mime, excepto mis padres pero a ellos no los puedo besar o tocar lugares que no debo.

Espero sacarme de la cabeza a Elliot pero sé que será difícil, quiero que alguien me enamore y espero hacer lo mismo, salí de la habitación y Cariñitos me siguió.

Quería prepararle el almuerzo a Chris, sé que no sé cómo freír un huevo pero hare el intento, haber... Debo meter el huevo en el microondas ¿No? O será mejor hacer huevos duros, no sé qué preparar.

Mejor hare un confleis y que Chris le eche la leche, no quiero pasarme o que se aguade en el camino, puse el confleis con plátano contado en un tazón, leche en una jarra pequeña y una flor artificial que me encontré en la sala.

– Chris... – puse la bandeja en la mesa de noche, me senté en la cama, acaricie su cabello. – Chris... Despierta.

– No... No quiero... John – susurro pero no entendí lo último.

– Chris... Despierta, maldición sabes que no me gusta que me ignoren – lo sacudí con más fuerza.

– Carajo... Que no quiero... Jo...shua – me vio, abrió sus ojos y me sonrió después. – Emm... ¿Qué hora es? – pregunto, se sentó en la cama y le pase la bandeja. – Gracias.

– Siete con diez, me desperté antes que la alarma y te hice el desayuno, sé que no es gran cosa pero... – me detuvo negando.

– No, me gusta, gracias – me sonrió con calidez.

– Bueno... Me has dejado quedarme, debo ser una molestia – no me gustaba molestarlo, me tomo de la mano.

– ¡No claro que no! – me abrazo. – Nunca digas eso, siempre estuvimos juntos – se separó un poco para verme. – En las buenas y en las malas, deja de pensar así. – vertió la leche en el tazón. – ¿Y tú comida? – pregunto con una servilleta en la boca.

– ¡He cierto! ¡Tampoco le he dado de comer a Cariñitos! – salí y de inmediato le serví a la perrita y después a mí, no croquetas, sino una barra de fresas con leche.

Cuando fui a la habitación de Chris, ya no estaba en la cama, me senté y me acosté en la cama dejado mis piernas en la orilla de la cama, viendo el techo y lo malo de quedarme solo es que recuerdo cosas que no quiero recordar pero la que más me duele, es ver como llego la novia de... Él, diciendo que me estaba engañando.

Ya no quiero recordar pero mi estúpido cerebro me lo recuerda, llevo una semana en el departamento de Chris, sé que tiene novio, debo estar interfiriendo en sus días que se demuestren ese amor, quisiera tener uno pero no con cualquiera, con... Él.

Sé que es imposible pero al menos que lo intentara, toque mis labios al recodar los suyos con los míos, ese calor invadía mi torso y bajaba cada vez más, sus caricias, sus dientes en mi piel, recordar su calor... Mierda, estoy excitado.

You and Me. (Gay/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora