You and Me. (Gay/Yaoi)

7.

Joshua.

Cuando llegue a casa, me tome pastillas para el dolor de cabeza y dolor del culo, no lo soportaba, llegue a mi cuarto y me encerré, tome un baño para quitarme el sudor de anoche, llegue a casa a las cuatro de la mañana pero valió la pena, estuve con mi amor y no sé si estaba bien dejarle mi número, cambie la portada del WhatsApp, tenía una mía pero es mejor poner otra cosa, puse la cara de un gatito.

Después de mi baño, me puse solo unos bóxers y me arrastre a la cama, jale las sabanas y me tape con ellas, me lleve conmigo a mi peluche favorito, me quede dormido.

***********

Había pasado tres dias, el sonido de mi celular fue lo que despertó, me incorpore en mi cama y llegaba hasta donde estaba mi celular que cuando vi la hora, casi me caigo de la cama 5:54 p.m. ¡No puede ser! Es tan tarde, pero lo bueno es que es fin de semana, puedo dormir otro poco más, deje el celular otra vez donde estaba y me volví a acostar, todo por leer unos mangas y eran muchos volúmenes.

Cerrando los ojos y queriendo soñar con Elliot, en serio es muy bueno en el sexo, pero volvió a sonar mi teléfono interrumpiendo mis sueños, bufe y lo volví a tomar, era un mensaje de Alondra.

"¡Joshi! Por el amor al yaoi, necesito verte y que me digas" Alondra.

"Ya voy para allá, te veo en media hora" Alondra.

Mierda... ¡Mierda! Volví a maldecir, pero no cuenta ¿Verdad? Me levante de la cama y fui a darme un baño rápido, cuando salí busque ropa, una camisa, unos jeans algo ajustados y mis converse, me puse los bóxers y luego la ropa. Oí cuando tocaron la puerta.

– Joven Joshua – me llamaba la sirvienta. – La señorita Alondra está aquí.

– Pasa – dije mientras abría la puerta y ahí estaba una enojada Alondra.

– Con su permiso – se retiró y cerré la puerta.

– Sabes que vengo molesta pero con ver tu cuarto hace que mi enojo desaparezca – fue a abrazar la almohada de cuerpo completo de Sebastian Michaelis.

– Estaba dormido pero tu mensaje me despertó.

Me senté en la cama y ella veía mi cuarto, llame a una de las empleadas y le pedí comida, me dijo que tenía que preguntarle antes a mi papi, le mande un mensaje y acepto, pedí comida y nos la trajeron media hora después, tenía mucha hambre y devoraba la comida como si no hubiese un mañana.

– ¿Por qué viniste? – pregunte.

– Perdóname por venir... –tan dramática como siempre. – Y vine porque quería que me contaras sobre lo que paso con Elliot.

– Todo por el chisme – se hizo la ofendida.

– No, claro que no... Solo quiero saber cómo le fue a mi mejor amigo con su amor platónico – se acercó más a mi, daba miedo. – Ahora dime... ¿Cómo estuvo? ¿Te dolió? ¿Su pene era enorme como en los mangas? ¿Te gusto? ¿Te protegiste o dejaste que te llenara? ¿Fue todo un seme? ¿Se abrazaron? ¿Dijo que terminaría con la oxigenada? ¿Te...? – no le deje terminar, le metí un pedazo de pastel.

– Primero que nada, cálmate que te va dar algo – dije. – Si fuera como en los animes ya te sangraría la nariz.

– Ganas no me faltan... Así que ya no me dejes con la duda y dime – empezó a comer frituras mientras me veía.